Ignacio Garriga: «Cataluña nunca será independiente mientras Vox esté fuerte»
"Pido a los catalanes una rebelión en defensa propia para sacar a Cataluña de la decadencia del separatismo"
"Es posible construir una Cataluña en libertad que no esté secuestrada por el independentismo"
"Vox ha sufrido un apartheid total en el Parlament. TV3 no me ha invitado ni una sola vez en tres años"
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«Cataluña nunca será independiente mientras Vox esté fuerte en Cataluña y en España». Así lo afirma, en una entrevista a OKDIARIO, Ignacio Garriga. El candidato de Vox a la presidencia de la Generalitat el 12M describe el apartheid al que su grupo ha sido sometido por la Mesa del Parlament controlada por los separatistas y el PSC. «Han intentado silenciarnos, pero no lo han conseguido», señala Garriga. «Tratan de desanimarnos -añade- pero que pierdan toda esperanza».
Vox ha sufrido, afirma Ignacio Garriga, el vacío total hasta de los periodistas: «No vienen a nuestras ruedas de prensa de los martes. Se quedan en la sala de al lado por miedo a los comisarios políticos». Por no hablar de TV3, que no ha invitado ni una sola vez a Ignacio Garriga en tres años de legislatura. «¿Ni una sola vez?», insistimos. «Nada, ni una», responde. Vox es la cuarta fuerza política del parlamento catalán. «Es el sectarismo del separatismo», dice el candidato a la Generalitat y vicepresidente nacional de Vox.
Ignacio Garriga está convencido de que, como en el País Vasco, va a ser una campaña electoral violenta contra Vox. En la retina de todos, aún, los ataques que sufrieron en las elecciones de 2021 y, en especial, los graves incidentes de Vic. Nada nuevo para Vox. Sus sedes, militantes y simpatizantes han seguido siendo, estos tres años, el objetivo -dice Garriga- de «independentistas e inmigrantes ilegales».
PREGUNTA.- ¿Temen una campaña violenta contra ustedes como en el País Vasco?
RESPUESTA.- Sí. Ya hemos tenido algún incidente violento contra nuestras sedes y dos carpas han sido atacadas. La semana pasada concejales nuestros fueron atacados por inmigrantes ilegales. Y atacados por el separatismo que dice que no podemos estar en nuestras calles. Estoy convencido que va a ser una campaña donde la violencia vuelva a ser la protagonista, evidenciando, una vez más, que en Cataluña no existe libertad política. Frente a ellos, Vox estará recorriendo todas las plazas y barrios transmitiendo ese mensaje de esperanza.
P.- Vox ha sido la primera fuerza política de oposición en la última legislatura. ¿Qué trato han recibido en el Parlament? Tengo entendido que eran, casi, invisibles para los demás.
R.- Quiero agradecer, en primer lugar, el trato servicial y amable del personal administrativo y los ujieres del Parlament. Pero evidentemente hemos visto un intento fallido de silenciar nuestro mensaje por parte del resto de los partidos. Han tratado de invisibilizarnos, pero no lo han conseguido. Quiero denunciar cómo la Mesa del Parlamento de Cataluña ha bloqueado sistemáticamente todos los proyectos de ley que ha presentado Vox. Es la única formación política que no ha podido defender una proposición de ley en el Parlamento de Cataluña por el criterio sectario y arbitrario desde la CUP hasta el PSC. Tomaron el control de la Mesa y han impedido que Vox pudiera llevar, por ejemplo, el debate de la eliminación de los privilegios de los ex presidentes o proyectos de ley educativos para acabar con el adoctrinamiento permanente en las escuelas y para que la educación sea una fuente de conocimientos. Vox no ha podido defender el cierre de TV3 o leyes audiovisuales, la derogación de leyes que imponen el catalán y niegan el español en la vida diaria de los catalanes. Es decir, han impedido la representación a más de 217.000 catalanes que nos votaron. También hemos visto cómo los periodistas subvencionados por la Generalitat sistemáticamente despreciaban las ruedas de prensa de nuestro grupo parlamentario. Quiero destacar que ninguno de ellos venía a la rueda de prensa y estaban en sus despachos porque los veíamos. Era un acto más de desprecio, supongo.
P.- ¿Nadie ha ido a una rueda de prensa suya?
R.- Todos los martes tenemos una comparecencia de prensa, como en el Congreso en Madrid, y no acudía ningún periodista. Estaban todos en la sala de al lado supongo que por miedo a los comisarios políticos. Para que vieran que no iban a la rueda de prensa de Vox.
P.- ¿Nadie va a sus ruedas de prensa aquí en el Parlament?
R.- No. Se escudan en que lo pueden ver en diferido o por streaming, pero claramente es un desprecio. E insisto. No es un desprecio hacia Ignacio Garriga o hacia el grupo parlamentario Vox. Es un desprecio a muchos catalanes que tienen derecho a sentirse representados y a verse en los medios públicos de Cataluña que permanentemente nos silencian. De hecho, yo no he ido ni un día a TV3 durante esta legislatura.
P.- ¿No ha ido ni un solo día en toda la legislatura a TV3? ¿Ni una entrevista o un debate?
R.- Nada. Ni un día. Somos la cuarta fuerza política en Cataluña y el líder de la oposición catalana como partido nacional. Pero TV3 considera que no hay interés político en las propuestas de Vox. Son sectarios y están al servicio del poder. Por eso hay que cerrar TV3. Porque es un altavoz y un instrumento al servicio del poder.
P.- En el pleno del Parlament les cortan en cuanto hablan de inmigración. La presidenta [Junts] da tres avisos rápidos y les echa de la tribuna.
R.- Así es. En esa línea de silenciar e intentar amordazar nuestra oposición. A mí, sistemáticamente, en las sesiones de control me llaman al orden. Incluso me han llegado a apagar el micrófono. Me han abierto hasta dos expedientes disciplinarios que, evidentemente, no han prosperado porque los letrados del Parlament son gente sensata y les han dicho a los políticos que dejen de instrumentalizar el Parlamento, que es de todos. Pero hasta dos veces han intentado sancionarme por denunciar lo que padecen los catalanes, que es esa inmigración ilegal que genera el aumento de la inseguridad. Es curioso. Todos ellos han estado negando que en Cataluña hay más inseguridad y, ahora, en campaña electoral, todos se llenan la boca de la palabra seguridad. Pero cuando Ignacio Garriga planteó, hace año y medio, la necesaria convocatoria de un debate monográfico sobre seguridad todos votaron en contra y dijeron que éramos unos alarmistas.
P.- ¿Cómo es la relación personal? Usted se mete en un ascensor con alguien de ERC o Junts y ¿qué pasa?
R.- El fenómeno del ascensor no se ha dado nunca porque siempre subo andando. Pero sí se ha dado la circunstancia de entrar en el pleno, decir «buenos días» y que el señor Aragonés, president de la Generalitat, gire la cara al otro lado para no dirigirme la palabra. Ese es el talante del separatismo en el Parlamento de Cataluña. Es lamentable, pero ellos creen que así nos van a amedrentar o minar la determinación en nuestro trabajo. Que abandonen toda esperanza porque van a tener a Vox durante muchos años aquí y más pronto que tarde nos van a ver sentados en ese despacho de ahí enfrente, que es el del presidente de la Generalidad.
P.- O sea que sufren un apartheid total…
R.- Apartheid de todo tipo, sí. Lo sufrimos, pero lo combatimos. Yo creo que aspiran a intentar desanimarnos, pero cuantos más expedientes o más micros nos quitan o más insultos nos profieren más lo combatimos. Jessica Albiach, la líder de los comunes, me hizo una peineta en medio de una sesión de control. Diputados de Junts han llegado a insultarme literalmente mientras me dirigía al presidente de la Generalidad en una sesión de control. Y todo eso no lo verán ni en TV3 ni en ningún medio subvencionado. Nosotros vamos a seguir trabajando. Cataluña merece un grupo parlamentario que traiga aquí los problemas de la gente porque hemos estado durante tres años debatiendo sobre las brujas del siglo XIX o sobre si hay que potenciar más el catalán o no en los cines o sobre cómo poner más impuestos para esas chorradas y su fanatismo climático. Nosotros hemos dicho que no. Que hay que bajar impuestos, que hay que reforzar los servicios públicos y que hay que hablar de los problemas de los catalanes.
P.- ¿Qué se les enseña en la escuela a esos chicos que tenemos ahí enfrente de visita en el Parlament?
R.- Pues seguramente que en España hubo una guerra de secesión y no de sucesión o que Cataluña tiene un déficit fiscal porque Madrid nos roba. Con esto hay que acabar. Hay que acabar con esa permanente manipulación del separatismo utilizando la educación y adoctrinando a nuestros hijos lingüística e ideológicamente. Es un tema gravísimo cómo los colegios se han convertido en centros de perversión de los menores, de manipulación de la historia y de imposición del catalán. Y hay que recuperar los medios públicos en Cataluña que están al servicio del poder y permanentemente vertiendo ese discurso de odio y de confrontación falsario con España cuando quien verdaderamente nos roba no es España, sino el separatismo desde las instituciones.
P.- ¿Cataluña nunca será independiente?
R.- Mientras Vox esté fuerte en Cataluña y en España, Cataluña nunca será independiente. Hay que trasladar ese mensaje a los catalanes. Lo que hay que hacer es recuperar a Cataluña como lo que fue, el motor de España, y no, como somos ahora, el vagón de cola.
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