Hasta 1.200 marroquíes han salido ya de Ceuta tras pedir asilo después del asalto a la valla

5 meses después de la entrada masiva de personas por la frontera sigue habiendo entre 700 menas acogidos en la ciudad y cientos de adultos irregulares en sus calles

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Inmigrantes marroquíes hacen cola en la oficina de asilo de Ceuta. (Foto: Efe)
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

En el mes de mayo se produjo la mayor entrada de inmigrantes ilegales en una sola jornada en España a través de la frontera terrestre que separa Marruecos de territorio español a través de la valla de la playa del Tarajal de Ceuta. Cinco meses después fuentes policiales calibran para OKDIARIO las consecuencias para España y para el resto de Europa de una crisis consecuencia directa de la gestión diplomática de la destituida ministra de Exteriores Arancha González Laya. La ex ministra permitió el asilo temporal del líder del Frente Polisario en España a espaldas de Marruecos. De aquellos barros estos lodos: desde mayo, 1.200 de los marroquíes que asaltaron el vallado fronterizo con la aquiescencia de la policía marroquí ya no están en Ceuta porque tras pedir asilo pudieron salir de la ciudad autónoma rumbo a la Península o a otros países de Europa.

“La situación está mucho más tranquila, eso es obvio, pero aquí sigue llegando gente todos los días. Nadando, en barquitas o intentando saltar”, explican fuentes policiales a OKDIARIO. Esa tranquilidad es lógica después de la locura que se vivió en las calles de la ciudad desde el mes de mayo, con miles de personas, muchas de ellas menores de muy corta edad, escapando del control policial fronterizo y escondiéndose por doquier en todos los rincones de Ceuta. Poco a poco, a medida que la Policía y el Ejército, volvieron a controlar la frontera se dedicaron los esfuerzos a encontrar a estas personas.

Los menores fueron acogidos, más bien hacinados, por centenares en naves industriales. Su situación ha mejorado mucho pero aún hoy Ceuta insiste en la necesidad de devolver a los 700 menas que tiene acogidos a Marruecos. Pero la situación está atascada. ¿Y los ilegales adultos repartidos por la ciudad? La mayoría optó por esconderse y malvivir en los parques de la ciudad, pero pronto se les abrió una posibilidad real de salir de Ceuta. La ciudad autónoma es un destino terrible para la inmigración ilegal porque es lo que se suele conocer como un culo de saco: ¿a dónde vas después de llegar a Ceuta? Colarse en los camiones que embarcan en los ferris suele ser la única salida de la ciudad autónoma.

La gatera del asilo

Sin embargo, en esta nueva crisis se abrió una nueva posibilidad: la solicitud de asilo en España. Generalmente los mecanismos policiales han funcionado para diferenciar solicitudes de asilo genuinas de las falsas. Los solicitantes de asilo deben argumentar que su vida corre peligro en su país de origen por razón de su religión, ideología o condición sexual. En una sencilla entrevista los policías entrenados para este tipo de situaciones son capaces de detectar con cierta facilidad las solicitudes no justificadas. Asunto zanjado. Hasta ahora.

Ceuta y Melilla disfrutaban hasta hace poco de una diferenciación con respecto al resto de la geografía española. A saber. Si una persona extranjera pide asilo en España y lo hace, por ejemplo, en Valencia, cuando su solicitud sea atendida se le piden datos de contacto, un domicilio en España y se le documenta para que pueda moverse libremente por nuestro país hasta que su solicitud sea resuelta. En caso de serle denegado el asilo se le localiza o se le pone en búsqueda y se le abre un expediente de devolución a su país. Esto era válido para todo el territorio nacional excepto para Ceuta y Melilla, donde la autorización era para permanecer en las ciudades autónomas, pero no para poder salir de ellas. Pues bien, una reciente sentencia ha cambiado eso.

“El solicitante de asilo en la ciudad autónoma de Ceuta (o en otro caso, Melilla), admitida a trámite su solicitud, tiene derecho a la libre circulación en España (con obligación de comunicar cambios de domicilio) y, en consecuencia, no es conforme a derecho la inscripción que limita la validez de la documentación acreditativa de su condición de solicitante de protección internacional, a Ceuta (o en otro caso, Melilla)”.

Es la respuesta del Tribunal Supremo a uno de los recursos presentados por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR. La consecuencia directa de ese fallo fue que la oficina de tramitación de solicitudes de asilo de Ceuta ha llevado meses inundada de solicitudes por parte de los nuevos habitantes de la ciudad fruto del salto a la valla del mes de mayo. Según las fuentes policiales consultadas por OKDIARIO, 1.600 personas han solicitado asilo en Ceuta y de ellas cerca de 1.200 lo han logrado. Con la nueva sentencia en la mano, 1.200 personas libres para salir de Ceuta hacia la Península o el resto de Europa.

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