Un guardia civil grave tras un accidente tarda dos meses en ser ingresado en el hospital adecuado

La familia de Alejandro González denuncia que el agente con una lesión medular debería haber sido inmediatamente ingresado en el Hospital de Parapléjicos Toledo

La cobertura de su seguro y la falta de autorizaciones ha obligado a trasladar al guardia varias veces durante cientos de kilómetros, lo que ha empeorado su estado

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Alejandro González, el agente accidentado.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

La fatídica historia de Alejandro González, agente de la Guardia Civil en el Destacamento de Tráfico en Santa Olalla de Cala, en Huelva, comienza el pasado 21 de marzo. Ese día el guardia civil sufrió un fatal accidente con su moto particular que le llevó al hospital de Zafra con graves heridas, entre ellas una lesión medular.

Tras recibir las primeras atenciones médicas y estabilizarlo, Alejandro fue conducido hasta el hospital de Badajoz. Allí lo operaron de urgencia y fue ingresado en la UCI. El agente pasó más de un mes hospitalizado y los doctores que lo atendieron decidieron emitir un informe para explicar que las dolencias sufridas por este guardia civil como consecuencia del accidente hacían necesario su traslado a un centro especializado en lesiones medulares, sobre todo las ocasionadas por accidentes de moto.

Ese informe aseguraba que el mejor sitio para la recuperación de Alejandro sería el Centro Nacional de Parapléjicos ubicado en Toledo. Y aquí empezaron los otros problemas de Alejandro, o más bien los de su familia, su esposa en concreto.

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Alejandro González, su mujer, Montse, y sus dos hijos.

La familia ya llevaba un mes trastornada por el ingreso de Alejandro en un hospital lejano de su casa, lo que ocasionó que su mujer tuviera que viajar frecuentemente de su domicilio al hospital y viceversa. Ambos son padres de niños muy pequeños y la esposa de Alejandro, Montse, dividió como pudo su tiempo entre el marido ingresado grave y unos niños que apenas comprendían que estaba pasando.

De Huelva a Extremadura y ahora tocaba trasladar a Alejandro hasta Castilla-La Mancha, o eso creía su mujer. En este punto hay que explicar qué tipo de cobertura sanitaria tienen los miembros de la Guardia Civil. Según explican fuentes asociativas de la Guardia Civil a OKDIARIO, los agentes tienen derecho a acceder a un seguro de salud a escoger entre dos compañías distintas. Cada una de ellas contempla unos centros hospitalarios para sus asegurados y en el caso de necesitar acudir a uno de los que no estén adscritos a su póliza se puede negociar de manera individual su internamiento a costa de la mutua correspondiente.

A juicio de la Asociación Unificada de la Guardia Civil ése es el motivo por el que Alejandro acabó siendo trasladado al hospital Los Madroños en Brunete, en lugar del centro de referencia nacional y recuperación de pacientes con el cuadro médico de Alejandro. Alejandro ha permanecido en la UCI del hospital de Brunete hasta el pasado 10 de mayo, pero su traslado podía haberle costado mucho más caro.

Kilómetros en estado crítico

Desde AUGC aseguran que el traslado de Alejandro hasta Brunete no era ni de lejos recomendable al encontrarse en estado crítico y requerir respiración asistida. La ambulancia que lo trasladó tardó cuatro horas en recorrer los 400 kilómetros que separan Badajoz de Brunete. Montse vio tan mal a su marido que contactó con AUGC tras una conversación con los médicos de Brunete. Alejandro había llegado en tan mal estado que lo que recomendaban era su regreso inmediato a Badajoz por falta de medios para atenderlo correctamente en su centro.

La intervención de AUGC ha permitido que Alejandro acabé casi dos meses después donde tenía que estar, en el hospital de Parapléjicos de Toledo. La confusión entre el seguro de la moto, la mutua de salud y los propios centros hospitalarios de diferentes provincias han sido la causa del peregrinaje de este agente y del desasosiego de su familia.

Y lo peor es que la vida de este guardia civil tras su accidente ha pendido de un hilo por una confusión administrativa entre compañías aseguradoras según AUG. “El seguro de la moto de Alejandro es el que se hace cargo de todos los gastos, pero por consejo de un abogado se contactó con el seguro médico del agente, tal vez porque en el seguro pone que cubre hasta 6.000 euros de hospitalización, pero contactados con facturación del Hospital de Toledo nos comunican que al ser accidente de tráfico ni la mutua médica ni la Seguridad Social facturan, sino que le pasan los gastos al seguro del vehículo. Por lo que si no llega a ser derivado de hospital Alejandro podría haber seguido en el Hospital de Badajoz hasta que se pudiera retirar la respiración asistida y directamente trasladarlo a Toledo, como se indicó en el primer informe”, aseguran desde la asociación de guardias civiles.

Alejandro mejora poco a poco, pero los últimos meses han dejado sus secuelas en el agente y en toda la familia. La baja laboral y la necesidad de que Montse haya dejado su trabajo para estar junto a su marido ha mermado la situación económica de la familia. Desde AUGC se ofrecen a canalizar todas las ayudas de aquellos que quieran echar un cable a esta familia que en apenas mes y medio ha protagonizado un terrible periplo con Alejandro al borde de la muerte.

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