Las grandes sociedades médicas estallan contra Sánchez por la desprotección frente al coronavirus
Las grandes sociedades médico-científicas de España han firmado un comunicado en el que, entre otros, critican la orden del Gobierno de incorporarse al trabajo a los siete días tras tener síntomas de coronavirus y la falta de medidas de protección para hacer frente a la pandemia.
El comunicado ha sido promovido por el Foro de la Profesión Médica y está suscrito por la Sociedad Española de Medicina Interna, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, la Sociedad Española de Medicina Geriátrica, la Sociedad Española de Radiología Médica, la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, la Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo.
El colectivo, que lucha en primera línea contra la pandemia, lamenta la muerte de «al menos 15 médicos» desde que se decretó el estado de alarma y destaca que «el alto número de fallecidos y de contagiados evidencia que los profesionales que han estado en primera línea de batalla no han contado con los equipos de protección necesarios para desarrollar su labor, algo que se han visto obligados a solicitar incluso por vía judicial».
Además de exigir las adecuadas medidas de protección, se posicionan en contra de algunas de las últimas recomendaciones de Sanidad, como la orden que indica que los profesionales deben incorporarse al trabajo a los siete días de manifestar síntomas de coronavirus sin haberse hecho el test. «Hasta que no se tenga una PCR negativa ese profesional no debería volver al trabajo», señalan.
Asimismo, manifiestan su «enérgico y unánime rechazo a las medidas de recursos humanos» adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez «especialmente a la decisión de prorrogar la residencia de los residentes». «Están trabajando como adjuntos y como tal deberían ser contratados», avisan.
«Recordamos que el compromiso de los médicos es con los ciudadanos, a quienes garantizan que seguirán trabajando como hasta ahora dando lo mejor de sí mismos hasta que se pueda dar por superada la pandemia de Covid19», concluyen.
El comunicado supone un nuevo posicionamiento rotundo de la profesión sanitaria contra las decisiones del Ejecutivo socialcomunista.
Hace unos días, los colegios sanitarios ya lanzaron una profunda crítica al Gobierno por desprotegerles frente a la enfermedad.
En la nota, los Consejos Generales de Dentistas, Enfermeros, Farmacéuticos, Médicos y Veterinarios manifestaban también su rechazo ante el nuevo protocolo de actuación frente al coronavirus aprobado el 31 de marzo, por considerarlo «un verdadero atentado contra la seguridad de los profesionales y de sus pacientes».
«Algunas de estas medidas y recomendaciones, lejos de contener la epidemia y preservar la salud pública, representan un riesgo evidente para sanitarios y pacientes», avisaban en la nota.
Entre los puntos denunciados, los profesionales consideraban «especialmente alarmante el que hace referencia a la incorporación al puesto de trabajo de los profesionales sanitarios transcurridos siete días desde el inicio de los síntomas y en ausencia de fiebre cuando no se realiza prueba diagnóstica”.
Sanidad, en dicho protocolo, establece que «en caso de que no se realice la prueba de diagnóstico microbiológico, el trabajador se incorporará a su puesto de trabajo transcurridos siete días desde el inicio de síntomas en ausencia de fiebre sin necesidad de toma de antitérmicos en los últimos tres días y siempre que se haya resuelto la clínica respiratoria. Se incorporará a su actividad con mascarilla quirúrgica hasta completar catorce días desde el inicio de síntomas, evitando durante este tiempo el contacto con pacientes inmunodeprimidos”.
«No podemos aceptar, de ninguna manera, que ningún profesional sanitario sin hacerse el test y con pruebas confirmadas de negatividad se incorporen a sus puestos de trabajo, ya que supone un riesgo elevado para la población, pacientes atendidos, compañeros de trabajo e incluso su propia salud», declaraban los sanitarios.