El Gobierno oculta muertos y datos del Covid-19 pero se le escapa el nombre de un alto espía del CNI

El Ejecutivo ha tenido que cambiar una respuesta parlamentaria al darse cuenta de que había desvelado el nombre de un alto cargo del Centro Nacional de Inteligencia

CNI
La directora del CNI,Paz Esteban, (derecha) y la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Si de algo le ha servido al Gobierno de Pedro Sánchez la crisis del covid-19 es para aprender controlar absolutamente la información. Controla las cifras de muertos, de contagios, de ingresos hospitalarios; controla las comparecencias, las respuestas de sus ministros y altos cargos, las estadísticas, las respuestas parlamentarias… ¿Todas las respuestas parlamentarias? No. Hay una sobre el CNI en la que se ha despistado.

Y es que este Gobierno, acusado de ocultar muchos datos en estos tiempos de pandemia, ha revelado en una respuesta parlamentaria el nombre de un alto cargo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), cuya identidad, como la del resto de ‘espías’ de ‘La Casa’, es confidencial para proteger su seguridad.

El Gobierno ha cambiado el contenido de la respuesta parlamentaria que había remitido al Congreso al darse cuenta de que había revelado en ella el nombre del citado alto cargo del  CNI, quien participó en una reunión de seguimiento de la crisis del coronavirus.

Según han confirmado a EP en fuentes parlamentarias, el Ejecutivo ha comunicado al Congreso la modificación de una respuesta escrita en la que los diputados del PP Cuca Gamarra, Carlos Rojas y Miguel Ángel Castellón preguntaban por los asistentes al Comité de Situación del estado de alarma.

En su primera respuesta, el Gobierno detallaba que a la reunión, celebrada el pasado 14 de marzo, habían acudido un total de 22 personas encabezadas por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo. Entre los asistentes también estaban el director de gabinete del presidente, Iván Redondo; el director del Departamento de Seguridad Nacional, Miguel Ángel Ballesteros; o el director del gabinete del vicepresidente segundo, José Julio Rodríguez; entre otros altos cargos de la mayoría de ministerios.

Pero además, el Gobierno revelaba que entre los participantes en ese Comité de Situación estaba el director de Inteligencia del CNI, detallando su nombre y dos apellidos.

El CNI cuenta con alrededor de 3.000 miembros, pero la identidad de todos ellos es confidencial para preservar su seguridad. La única persona con un perfil público es la directora del Centro, Paz Esteban, y también se conoce el nombre de su secretario general, Arturo Relanzón, aunque en este caso ni siquiera se distribuyeron imágenes oficiales de él.

La polémica ha trascendido con noticia en La Información, tras lo que el Gobierno ha solicitado modificar su respuesta para eliminar este dato confidencial. La respuesta original ha estado publicada en la página web del Congreso hasta primera hora de la tarde de este miércoles, según ha comprobado EP.

El PP por su parte ha evitado crear polémica por este error del Gobierno para no aumentar el daño causado al alto cargo del CNI afectado.

En los últimos tiempos el CNI parece haber visto acrecentado su trabajo, porque el Gobierno se ha tomado mucho interés en proteger a sus miembros y sus altos cargos durante las caceroladas ciudadanas de protesta. Hasta tal punto que en el operativo diseñado por el Ministerio del Interior juega un papel fundamental la información aportada por el Centro Nacional de Inteligencia, que evalúa a diario la evolución de dichas caceroladas para determinar si es necesario reforzar los dispositivos policiales en las viviendas de los ministros, como ya ocurre en el chalet del vicepresidente Pablo Iglesias, tal y como informa recientemente OKDIARIO.

Efectivos y vehículos de la Guardia Civil protegen el perímetro, la escolta personal de Policía Nacional blindando el interior y el CNI aporta información de inteligencia para prever la evolución de las protestas frente a la casa de Iglesias en Galapagar (Madrid). Así ha definido Interior el operativo de seguridad que protege en su domicilio al vicepresidente Pablo Iglesias y a la ministra de Igualdad, Irene Montero. Pero no son los únicos miembros del Consejo de Ministros que están bajo estrecha observación estos días.

Fuentes de Interior revelan a OKDIARIO que el Gobierno ha encargado a un equipo operativo del CNI una completa «vigilancia» ante el aumento de protestas y caceroladas en las proximidades de las viviendas de altos cargos del Ejecutivo. De todos, pero principalmente Iglesias, Montero y el ministro de Fomento, José Luis Ábalos.

Rastrear el origen de las protestas

El plan de seguridad involucra al CNI en cuestiones puramente de inteligencia y prevención de riesgo: su misión es anticiparse a convocatorias, detectar su origen y ‘objetivos’, identificar a cabecillas de las protestas y calibrarlas para poder diseñar un operativo acorde con el nivel de la ‘amenaza’. Una labor que se desarrolla principalmente en internet y en redes sociales. Las fuentes consultadas ni confirman ni desmienten si existe algún operativo ‘físico’ en el lugar.

Lo último en España

Últimas noticias