El Gobierno se manifiesta «sorprendido» por los efectos de la nevada aunque defiende su respuesta

Preocupación en el Gobierno por la situación que la borrasca Filomena está provocando en el conjunto del Estado. Mientras el ministro de Transportes, Agenda Urbana y Movilidad, José Luís Ábalos, reconoce que la virulencia de la nieve «ha sorprendido» al Ejecutivo, el titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido que la respuesta que han dado ha sido «adecuada» y ágil.

Ábalos, que este sábado fue el primero en actuar, decretando el cierre del aeropuerto de Barajas, se ha dirigido a la ciudadanía en un tono de circunstancias pidiendo restringir al máximo la movilidad durante las próximas horas. El responsable de la movilidad en España asegura que “la situación es excepcional y ha desbordado las previsiones más pesimistas” con las que contaba el gabinete que preside Pedro Sánchez, cuyo único mensaje ha sido una publicación en twitter pidiendo a la gente que se quede en casa.

El ministro de Transportes afirma que la prioridad, ahora mismo, es auxiliar al 30% de los conductores que siguen atrapados en sus vehículos o en transportes colectivos. Miles de conductores siguen atrapados en diferentes carreteras del Estado y en infraestructuras aéreas y ferroviarias, completamente cerradas desde ayer, a excepción del servicio de mercancías. Ábalos reitera que «hay que garantizar la seguridad de todos los ciudadanos y el abastecimiento de productos básicos a las zonas más afectadas».

En las últimas 24 horas, según han informado los ministros, los servicios de emergencia han tenido que actuar en varias zonas de la Comunidad de Madrid para rescatar a personas que se habían quedado atrapadas en sus vehículos. En total, en varias carreteras del centro del país, han sido rescatadas casi 1.500 personas del interior de sus coches desde la tarde del viernes. En este sentido Ábalos avisa que «entraremos en una situación quizá más peligrosa todavía que la que tenemos ahora mismo».

Fernando Grande-Marlaska, por su parte, asegura que se está cumpliendo con el dispositivo de seguridad y prevención que se activó el miércoles ante las previsiones de la AEMET. Dice el ministro del Interior que el “número de incidentes está siendo relativamente limitado”, pese a las cuatro víctimas mortales que la borrasca ya se ha cobrado en todo el país. Avisa Marlaska que «quedan por delante horas difíciles, hay que extremar la precaución”.

El principal responsable de la Seguridad defiende que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como la Unidad Militar de Emergencias, han respondido con diligencia. Marlaska recuerda que «la UME se despliega a petición de las Comunidades Autónomas, que tienen que pedir que se movilice». Según él, una vez eso se ha producido, Interior lo ha propuesto y Defensa la ha activado.

El ministro también se felicita por el sistema de protección civil que tiene nuestro país, que considera «muy importante», con un importante despliegue de efectivos humanos y técnicos. La incapacidad de dar la respuesta adecuada a los efectos que ha provocado Filomena a su paso por España, dice, es culpa de «una situación extraordinaria.

Ambos ministros, junto a los equipos de la Agencia Estatal de Meteorología, la DGT y los servicios de emergencia, trabajarán a lo largo del día de hoy en un gabinete de crisis para dirigir todas las tareas para garantizar la seguridad y la máxima movilidad de los ciudadanos. Paralelamente, aseguran fuentes gubernamentales, se sigue en contacto permanente con los territorios más afectados.

Para evitar más incidencias, el ministro de Transportes, José Luís Ábalos, ha querido «insistir en el mensaje a la ciudadanía de que permanezcan en sus domicilios y sigan las recomendaciones de las autoridades». Recuerda que nos enfrentamos a «la gravedad del temporal más intenso que ha vivido España en los últimos 50 años».

Distribución de vacunas

Fernando Grande-Marlaska, preguntado por OKDIARIO, no ha querido detallar cómo se garantizaría la llegada de las dosis de la vacuna contra el coronavirus prevista para el lunes. El aeropuerto de Barajas, actualmente cerrado y colapsado, es uno de los aeródromos receptores. Además la vacuna se reparte en gran parte por carretera por todo el Estado y la situación en la red vial, de aquí al lunes, no parece que vaya a mejorar mucho.

Sin un plan B para una situación como estas, con algunas comunidades acarreando ya retrasos importantes en la administración de la vacuna, el ministro del Interior confía en que «el sistema de protección civil está para apoyar a los servicios esenciales». Marlaska asegura que los servicios de emergencia tratarán de garantizar todo el transporte que tenga que ver con el sistema sanitario, aunque sin garantizar si eso afectará a la vacuna, que no es seguro ni que puedan llegar el lunes.