El Gobierno dice ahora que Sánchez usa el Falcon por “operatividad” y no por “seguridad”
Por primera vez, el Ejecutivo de Pedro Sánchez admite razones de "operatividad" para hacer uso del cuestionado avión oficial.
El propio Gobierno ha acabado admitiendo que las razones de «seguridad» con las que hasta ahora ha tratado de justificar los viajes de Pedro Sánchez en el Falcon no son las únicas.
En una respuesta por escrito en el Senado, el Ejecutivo socialista asume también «razones de operatividad en el desempeño de las obligaciones del cargo de Presidente del Gobierno». Es decir, un uso ‘a discreción’ porque a Sánchez le resulta más cómodo viajar en avión oficial que hacerlo por ejemplo en tren.
El Gobierno responde así a la pregunta de la senadora del PP, Marta Torrado de Castro: «¿Con qué motivos se ha utilizado el Falcon desde el pasado 1 de junio de 2018 hasta el 10 de enero de 2019?».
«Por motivos de seguridad y operatividad en el desempeño de las obligaciones del cargo de Presidente del Gobierno», es la escueta contestación. Es la primera vez que se admiten razones distintas a la mera seguridad del jefe del Ejecutivo.
El propio Sánchez argumentó ese pretexto en plena polémica por el viaje en Falcon a Benicássim, el pasado julio, para disfrutar del concierto de uno de sus grupos favoritos, The Killers.
«Estrictos criterios de seguridad»
El presidente del Gobierno aseguró entonces que el uso que hace del avión oficial responde a “criterios estrictamente de seguridad» y declaró que su intención «siempre ha sido cumplir con las estrictas normas de seguridad que nos ha planteado la dirección de seguridad de La Moncloa. No solamente por mi parte sino por el conjunto de presidentes que me ha precedido». Sánchez alegó que por recomendaciones de ese mismo departamento «desde 2015 se recomienda que el traslado se haga por medios aéreos».
El Gobierno ha rodeado de máxima opacidad cualquier cuestión relativa a los desplazamientos de Sánchez en avión oficial.
En reiteradas preguntas sobre el coste de los desplazamientos -otro de los más polémicos fue, por ejemplo, el que realizó a La Rioja para asistir a la boda de su cuñado, o el despliegue aéreo para acudir a la Cumbre de Valladolid y a los Consejos de Ministros de Barcelona y Sevilla- el Ejecutivo siempre ha alegado que se trata de materia clasificada y protegida por tanto por la Ley de Secretos Oficiales.
En este sentido, el Gobierno insiste en que tanto los informes sobre movimientos de aeronaves militares como los planes de protección de autoridades y pasajeros sometidas a la misma» están amparados por dicha ley.
A petición de OKDIARIO, el Ejecutivo ha esgrimido también que los costes “no se pueden desglosar”, como argumentó tras una pregunta, también en este Portal, referida al gasto en desplazamientos del Consejo de Ministros celebrado en Sevilla, el pasado 26 de octubre, y en el que Sánchez y sus ministros utilizaron un despliegue de medios aéreos oficiales, con Falcon y Airbus.
En otra ocasión, y como informó también este periódico, el Gobierno justificó que el mismo viaje no había supuesto gastos por tratarse de “un avión oficial facilitado por el ministerio de Defensa”.
Cabe recordar que, recientemente, el propio Consejo de Transparencia determinó que el gasto de los viajes de Sánchez como presidente del Gobierno es de interés público y, por tanto, tiene que publicarse, en tanto no afecte al dispositivo de seguridad.