Sequía en Cataluña

El gasto de la Generalitat en la «nación catalana» quintuplica la inversión para luchar contra la sequía

La Generalitat decreta la emergencia por sequía en Cataluña, que implica severas restricciones al consumo de agua

sequía
Vista del pantano de Sau (Barcelona).
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La Generalitat ha decretado este jueves la declaración de emergencia por sequía en Cataluña, que implicará severas restricciones al consumo de agua, entre otras muchas medidas. La decisión se produce ante la preocupante situación de los embalses por la falta de lluvias, pero también por la inacción de los gobiernos separatistas que, durante años, han dedicado sus esfuerzos al llamado procés. Las cifras reflejan esa disparidad de prioridades: entre 2016 y 2021 -el periodo álgido del proceso separatista catalán- se destinaron 950 millones a combatir la sequía, frente a los 1.000 millones que, cada año, se gastaron en crear la «nación catalana», según un estudio de la organización constitucionalista Impulso Ciudadano.

Esa factura se destinó a pagar las partidas presupuestarias para las entidades y organismos impulsores del independentismo, como la televisión y la radio públicas, el Instituto Catalán de Empresas Culturales, el Consorcio para la Normalización Lingüística, el Defensor del pueblo catalán o el Programa de Promoción de la Lengua Catalana, entre otros.

Un despilfarro que choca con el presupuesto dedicado a la sequía, uno de los problemas más acuciantes de Cataluña. En mayo del año pasado, y ante la preocupante situación de abastecimiento, la Generalitat aprobó una partida de 2.437 millones, triplicando la inversión de la etapa anterior. Ya demasiado tarde. La situación de emergencia, que afecta al área metropolitana de Barcelona y del sur de Gerona -202 municipios y 5,9 millones de personas- es una medida sin precedentes.

El consumo de agua quedará limitado a un máximo de 200 litros por habitante y día. «No nos habíamos enfrentado nunca a una sequía tan prolongada desde que existen mediciones de lluvia. Arrastramos tres años en los que no llueve como necesitamos», ha tratado de justificar el presidente catalán, Pere Aragonés.

Restricciones

El Plan Especial de Sequía en Cataluña consta de tres fases, y este jueves se ha declarado la primera.

Además de restringir el consumo de agua, se prohíbe también el riego de árboles y jardines botánicos, el llenado de fuentes ornamentales y lagos, a menos que sea para la preservación de especies autóctonas o en riesgo, y el lavado de coches, excepto si es en negocios dedicados a esta función y con agua regenerada.

En cuanto al llenado de piscinas, podrán hacerlo los gimnasios y clubes deportivos con piscinas cubiertas inscritas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat, y también las descubiertas todo el año para el deporte federado, pero se deberá compensar el gasto de agua con el cierre parcial de duchas.

Lo mismo sucede en el caso del deporte federado que necesite riego, como el fútbol, que en la fase 1 podrá regar los campos pero deberá compensar el gasto de agua con las duchas; y en emergencia tampoco se permitirá el uso de duchas o instalaciones de limpieza de pies en las playas o actividades como fiestas del agua o de la espuma.

«Nación catalana»

Según el informe elaborado en 2022 por Impulso Ciudadano, la Generalitat ha llegado a gastar hasta 1.000 millones anuales para promover su «nación catalana».

Esa partida se distribuye, entre otros, en más de 500 millones de euros para el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información y 253 millones para la televisión y radio públicas; 63 millones para el Instituto Catalán de las Empresas Culturales; 48 para la Acción Exterior (las denominadas «embajadas») o 33 millones en publicidad institucional, entre otros.

También se destinan hasta 31 millones a la promoción del catalán y 32 al llamado Consorcio para la Normalización Lingüística.

El estudio también analizó las mejoras que se habrían producido en los servicios sociales si se hubiese destinado ese dinero. Por ejemplo, se podrían haber pagado 155 plazas en residencias para dependientes, sesiones de quimioterapia para 4.272 pacientes, 3.167 contratos para médicos de Atención Primaria y 3.775 profesores de Secundaria.

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