Garzón aconseja ahora no comer carne 4 días a la semana para vivir «dentro de los límites del planeta»
El ministro Alberto Garzón redobla su ofensiva contra la carne. Ha impulsado una guía que insta a los españoles a no comer carne cuatro días a la semana para vivir «dentro de los límites del planeta», recomienda el consumo de entre cero y un máximo de tres raciones a la semana y pide minimizar el uso de carne procesada. IU ya pidió en varios ayuntamientos implantar «los lunes sin carne» en los comedores escolares, centros de mayores, etc. Ahora Alberto Garzón da un paso más y considera que es posible no consumir carne, un alimento tan importante en la economía española ningún día de la semana y, como mucho, tres.
Tras tomarla contra la carne, también Alberto Garzón vuelve a perseguir el consumo de aceite de oliva. Tras apostar por un sistema (el Nutriscore) que considera que es un producto a evitar, ahora la guía de Consumo dice que el consumo puede ser diario, pero hay que adaptar la cantidad debido a su gran aporte calórico.
Garzón admite que ha generado importantes polvaredas con sus políticas alimenticias. «Somos un ministerio que ha conseguido abrir debates sin inventar nada. Hemos abierto debates públicos que han permitido a gran parte de la población concienciarse con determinados fenómenos, como el impacto ecológico de determinados productos», ha esgrimido este lunes en la presentación del informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre recomendaciones dietéticas sostenibles y de actividad física.
En la sede del Ministerio Garzón ha subrayado que la lógica de su ministerio «es de sentido común, aunque hay debates que cuesta mucho abrir, pero que son de sentido común». «De sentido común es que nuestra especie viva dentro de los límites del planeta», ha comentado ante los periodistas.
Política
Durante su intervención, el también líder de IU ha avisado de que «desgraciadamente se está perdiendo» la dieta mediterránea en «beneficio de productos ultraprocesados que impactan más sobre los más vulnerables, como son los niños». Pide consumir productos de proximidad «por razones nutritivas, sociales, políticas y ecológicas». Garzón quiere, por tanto, politizar la dieta de cada español.
Así, Alberto Garzón ha explicado que en el Ministerio de Consumo tienen «la labor de hacer pedagogía»: «Explicar que cuando nos acercamos a una tienda para alimentarnos no caigamos en el fetichismo de creer que eso está ahí por arte de magia, sino que detrás de eso hay una cadena alimentaria que tiene que ser contabilizada».
El nuevo informe sienta las bases para «poder definir los patrones de consumo individual, así como para las políticas públicas». De esta forma, en comparación con la guía anterior se recorta el consumo de carne. Ofrece consejos, como aumentar «los alimentos de origen vegetal y reducir los de origen animal», un patrón con el que «cumple» la dieta mediterránea. Así, apuesta por al menos cinco raciones diarias de frutas y hortalizas, cuyo impacto medioambiental «es bajo»; o el consumo «moderado» de patatas, aunque sea uno de los alimentos con «menor impacto ambiental». Garzón quiere al menos cuatro raciones a la semana de legumbres como fuente de proteínas y de hidratos de carbono, ya que generan «menor impacto ambiental».
Asimismo, promociona el consumo de tres o más raciones de pescado a la semana, «priorizando el pescado azul sobre el blanco»; o de hasta cuatro huevos a la semana, no más. También quiere menos leche y productos lácteos por su elevado impacto en el planeta, con un máximo de tres raciones al día. El consumo de frutos secos puede aumentarse progresivamente hasta el punto de llegar a una ingesta de una ración diaria «siempre y cuando sean al natural, sin sal, grasas ni azúcares añadidos».
Obesidad
Por otra parte, Alberto Garzón se ha referido al problema de la obesidad. Aunque el Ministerio de Igualdad, liderado por Irene Montero, aboga por menospreciar este problema en sus carteles, Consumo considera que es un problema grave. Además, lo usa para difundir sus tesis de la lucha de clases. Cuando combaten la obesidad «no es la misma magnitud entre las familias ricas que aquellas con menos recursos». En concreto, ha recordado que la tasa de obesidad infantil entre las familias más pobres «es el doble de alta» que en las familias más ricas». El estudio sentencia que «más de la mitad de la población en España presenta exceso de peso».