Francia dice a las víctimas de ETA que la entrega de Josu Ternera está lejos: «No interesa en Moncloa»
El embajador de Francia recibió recientemente a Dignidad y Justicia para tratar el asunto de la entrega de Ternera
El puesto de juez de enlace en Francia, que nombra el Gobierno de Sánchez, está vacante desde hace más de un año
El que fuera número uno de ETA Josu Ternera debería estar a estas alturas preparando las maletas en Francia para presentarse al juicio en la Audiencia Nacional por el atentado de 1987 contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza. Murieron 11 personas, 5 de ellas niñas de entre 3 y 7 años. No es asunto menor: la Fiscalía le pide 2.354 años de cárcel. Sin embargo, París no da luz verde a su entrega y el juicio está paralizado.
Un alto funcionario de la Asamblea francesa se ha reunido recientemente en la embajada de Madrid con representantes de las víctimas de ETA para trasmitirles que si el proceso de entrega está bloqueado es, en buena parte, porque el Gobierno no ha cubierto la vacante de juez de enlace en Francia. Un puesto que lleva un año vacío y cuya labor en París sería esencial para traer a España a Ternera y a otros jefes de ETA. Tras las explicaciones francesas, la conclusión a la que llegan las víctimas tras ese encuentro de la asociación Dignidad y Justicia es demoledora: «No hay interés en Moncloa» por traer a Ternera.
Este viernes ve la luz, al menos para el gran público, el documental de Netflix No me llame Ternera, producido por Jordi Évole. Su contenido se conoce desde la presentación ante la prensa en el Festival de San Sebastián, donde estaba presente OKDIARIO: en resumen, Ternera instrumentaliza el metraje de Évole para tratar de librarse de los 2.354 años de prisión que le reclaman, alegando taxativamente que él no dirigía ETA cuando la banda mató en Zaragoza a 11 personas. Cinco de ellas, niñas de entre 3 y 7 años.
En el ámbito judicial se da por sentado que su participación en esta producción es una estrategia más de su defensa. De su intento por zafarse de la justicia y, con 73 años de edad, apurar la vejez en su refugio rural francés. Allí reside en libertad bajo vigilancia de la Gendarmerie Nationale.
Los aliados de Josu Ternera
Sin embargo, en esa ambición por librarse de su causa penal, Ternera ha encontrado un buen aliado. Por acción o por omisión, el Gobierno de Pedro Sánchez mantiene vacante un puesto clave en el proceso para que el ex jefe de ETA termine en el banquillo de la Audiencia Nacional: el del juez de enlace con la justicia francesa. Desde que en octubre de 2022 cesó en el cargo María Felisa Herrero Pinilla, la anterior titular, nadie lo ha vuelto a ocupar.
Ese puesto, que ocupa un funcionario de la magistratura, cuyo nombramiento corresponde al ministro de Justicia -ahora Félix Bolaños- y para el que debe constar informe previo del Ministerio de Asuntos Exteriores, es esencial a la hora de coordinar este tipo de procedimientos. Es el juez de enlace quien debe pelear solicitudes de entrega como esta que emitió la Audiencia Nacional en 2019, días después de que la policía francesa y la Guardia Civil detuviesen en un idílico pueblo de Los Alpes a un tal Bruno Martí. El alias que usaba Ternera en su escondite al pie del Mont Blanc y lejos del radar de la Policía española.
Ternera convenció a los poco más de 200 habitantes de aquella pedanía francesa, Saint Nicolas de Véroce, de que era un escritor venezolano que había encontrado en una cabaña en plena naturaleza un refugio perfecto en el que inspirarse para sus novelas.
De aquello han pasado ya cuatro años, que serán cinco en mayo de 2024, y la petición cursada por la Audiencia Nacional sigue sin ejecutarse. Pese a que en ciertos ámbitos de la justicia española y de las fuerzas de seguridad se apunta a Francia -donde aún tiene una causa pendiente- como causante de este bloqueo, las autoridades galas han dado una explicación diferente. Y apunta directamente al Gobierno de Pedro Sánchez.
Reunión en la embajada
El pasado mes de septiembre, el presidente de la asociación que representa a víctimas de ETA Dignidad y Justicia, Daniel Portero, envió una carta al embajador de Francia en España, Jean-Michel Casa. En la misiva le solicitaba ayuda para desbloquear esa petición de entrega de Ternera -y de otros jefes de ETA pendientes de juicio-.
La respuesta llegó el pasado 5 de diciembre en forma de reunión en la embajada francesa de Madrid. Según ha confirmado OKDIARIO, Portero, un alto funcionario de la Asamblea francesa y la magistrada francesa que hace de enlace con la Justicia española mantuvieron un encuentro cordial en el que se puso sobre la mesa la entrega de Ternera. Por la parte francesa «hubo mucho interés en los asuntos trasladados» y buena disposición en encontrarles una solución.
El mensaje trasmitido por la embajada fue muy claro: los cometidos de la juez de enlace francesa son los de defender los intereses de la justicia francesa en España. No los de la justicia española en Francia. Para eso está -o debería- el juez de enlace español en París. El problema es, básicamente, del Gobierno español, que sigue sin nombrar ese puesto clave, y eso dificulta que el juez francés pueda coordinar estos asuntos con el español.
En definitiva, los representantes de la plataforma española de víctimas salieron de la embajada con una conclusión: si el Gobierno de Pedro Sánchez no hace nada por traer a Ternera, Ternera no vendrá. Y «no hay interés en Moncloa» por traerle, entiende Portero en conversación con OKDIARIO. «Es una cuestión cuya responsabilidad recae sobre el Gobierno de Pedro Sánchez», apunta.
Temor a una «sorpresa»
Los motivos de esa desidia de Moncloa por hacer cumplir a Josu Ternera con la Justicia sólo los sabe Moncloa. Parece claro que el momento político empuja a ello, en plena alianza política con un EH Bildu al que se le regalan alcaldías y que reclama una solución para los presos de ETA. Aumentar la cuenta de presos con Ternera o Mikel Garikoitz Aspiazu Txeroki -otro de los cabecillas etarras reclamados- no ayudaría a encauzar esa alianza.
Tampoco en la Fiscalía de la Audiencia Nacional, como ha informado OKDIARIO, saben nada de su petición de socorro a Moncloa para que les eche una mano con la extradición de Ternera.
En ámbitos judiciales, donde ya conocen las artimañas del equipo de abogados que asiste a uno de los jefes de ETA más sanguinarios, sospechan que tras la desidia de Moncloa en realidad hay temor. Un temor, en concreto, a que recurran a la estrategia de solicitar como testigos en su causa a cargos socialistas vinculados a la negociación entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Como el propio Zapatero o Jesús Eguiguren, a quien ya citó para un juicio en Francia con el mismo objetivo: que diese testimonio de esas presuntas bondades de un «artífice de la paz», como el propio Josu Ternera se define ante Évole y las cámaras de Netflix.