El ‘Financial Times’ entrevista a Ayuso: «El Gobierno quiere romper el consenso de las dos Españas»
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha concedido una entrevista al ‘Financial Times’ para hablar de la gestión de la pandemia del coronavirus y la ‘guerra’ que existe entre el Ejecutivo autonómico y el Gobierno nacional. Isabel Díaz Ayuso ha criticado que el «autoritario» Gobierno de Pedro Sánchez imponga a Madrid un confinamiento negativo para la economía, que no soluciona el problema y que ha sido rechazado por los tribunales.
La presidenta Ayuso tiene claro que el objetivo del Ejecutivo de coalición socialcomunista entre el PSOE y Podemos quiere romper «el consenso de las dos Españas» e intentar transformar el país en un lugar donde solo «se permita una forma de pensar». A su parecer, el problema es «político» no sanitario porque «Madrid estaba haciendo las cosas bien».
«Justo cuando habíamos aplicado medidas sensatas y justas que estaban dando resultados, el Gobierno español decidió rápidamente cambiar su discurso e imponer un modelo de confinamiento muy diferente», ha criticado.
La jefa del Ejecutivo autonómico ha subrayado que «el negocio de una región vital como Madrid, con 6,6 millones de ciudadanos y que es también el motor económico del país, no puede decidirse en 12 horas bajo presión».
Por ello, ha hecho hincapié en que necesitaban «tiempo para tomar una decisión tan seria». «Habíamos pedido al Gobierno más tiempo para hablar de las medidas que aplicábamos en Madrid, que eran correctas y funcionaban bien», ha reiterado.
En este sentido, ha mostrado sus reticencias a las restricciones generales y ha remarcado que no quiere imponer este tipo de medidas cuando «hay opciones alternativas». Se deben buscar, según la presidenta, «soluciones intermedias».
La presidenta de la Comunidad de Madrid también culpa al Gobierno de no introducir una nueva legislación que permita dar respuesta nacional «más coherente» y que permita imponer restricciones sin recurrir al estado de alarma.
Ayuso, reforzada por la pandemia
El Partido Popular ganaría las elecciones en la Comunidad de Madrid, disparándose desde los actuales 30 escaños (22,2% del porcentaje de voto) a los 45 (32,8%). Mientras, el PSOE perdería un escaño, pasando de 37 (27,3% de voto) a 36 (26,5%). El acoso de Sánchez a Madrid ha disparado a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.
Así lo indica la encuesta realizada por Hamalgama Métrica para OKDIARIO, en un momento de máxima tensión entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el de la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso por la gestión de la pandemia del coronavirus. La encuesta refleja la intención de voto de los ciudadanos madrileños tras la polémica imposición de Sánchez de cerrar Madrid, pese a la oposición del Ejecutivo madrileño.
El ascenso de los populares es espectacular en relación a las elecciones del 26 de mayo, convirtiéndose en la fuerza más votada si hoy se celebrasen elecciones. Los socialistas, que fueron los más votados en 2019, se verían en cambio relegados a la segunda posición. Por otro lado, Ciudadanos y Vox empatarían con 14 escaños.
El partido del vicepresidente Ignacio Aguado sería el gran perjudicado, ya que se dejaría hasta 12 escaños en poco más de un año, pasando del 19,5% del voto al 10,3%. Mientras, Vox resiste y crece: ganaría 2 escaños, incrementando su porcentaje de voto desde el 8,9% al 10,2%.
La tercera posición sería para Más Madrid pese a que pierde 4 escaños, quedándose con 16 (12,4%). La coalición de Podemos e Izquierda Unida no rentabiliza este año como oposición en la Comunidad y se queda exactamente igual, con 7 escaños e idéntico porcentaje de voto (5,6%).
De esta forma, el bloque PP, Vox y Ciudadanos sumaría 73 escaños, frente a los 59 de PSOE, Más Madrid e IU/Podemos. Los tres partidos de derecha y centroderecha necesitarían sumar sus asientos, ya que la suma PP y Vox sería insuficiente para formar Gobierno, al igual que PP con Ciudadanos. Según el Reglamento de la Asamblea de la Comunidad de Madrid, la investidura precisa de una mayoría absoluta en primera votación y, en caso de que no se lograse, se celebraría una segunda votación dos días después para lo que bastaría una mayoría simple.
Por otro lado, la abstención aumentaría llegando al 39,21%, más de 3 puntos más que en 2019.