Familias de etarras junto a Podemos exigen a Sánchez el fin de la «política de alejamiento» de presos

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Una de la reivindicación histórica de los etarras y sus familias es acabar con la dispersión de presos, y el Gobierno socialcomunista lo está consiguiendo. El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ya ha acercado a más de 100 presos etarras, pero quieren más.

El colectivo de familiares de presos etarras Etxerat ha remitido por correo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al lehendakari, Iñigo Urkullu, a la presidenta de Navarra, María Chivite, y al presidente de la Mancomunidad Única del País Vasco Francés, Jean-René Etchegaray, una declaración que pide el fin de la «política de alejamiento» de presos de la banda terrorista.

En el escrito, suscrito por los nacionalistas del PVN, los proetarras de EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y los sindicatos ELA, LAB, CCOO., UGT, Steilas, ESK, Hiru, Etxalde, EHNE, CGT y CNT, se exige que se aplique exclusivamente una legislación «ordinaria y una política penitenciaria normalizada».

La portavoz de Etxerat Patricia Vélez ha sido la encargada de depositar este sábado las cartas dirigidas a Urkullu, Sánchez, Etchegaray, Chivite y al director general de instituciones penitenciarias con la declaración en los buzones del edificio central de Correos en San Sebastián. En los próximos días también a los diferentes directores de prisiones y a los ayuntamientos.

En declaraciones a Europa Press, Vélez ha saludado la citada declaración suscrita en el Palacio Euskalduna de Bilbao, en la que se solicita «un plan para poder traer a los presos a la comunidad autónoma vasca y terminar, por fin, con la aplicación de la política de excepción penitenciaria» y que «viene a completar lo que es la reivindicación desde hace tiempo de la sociedad vasca de acercar ya definitivamente a los presos y terminar con la aplicación de la ley de excepción penitenciaria».

En este sentido, ha mostrado su «esperanza» de que esto pueda ser «un espaldarazo final a ese deseo». Además, ha considerado que esta declaración «llega en un momento muy importante, porque algo que era inamovible, como es la ley de excepcionalidad penitenciaria, parece que en este momento se empieza a mover». A su juicio, es el «momento de remar todos en la misma dirección», para lo cual ha considerado «muy importantes» también las movilizaciones.

Por ello, ha realizado un llamamiento a tomar parte en las convocadas por Sare y los Artesanos de la Paz en la localidad francesa de Baiona y en otras localidades vascas el próximo 9 de enero.

Delitos de sangre

El 30% de los 108 presos etarras que han sido trasladados por el Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez tiene delitos de sangre, según datos de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

Desde que Sánchez llegó a La Moncloa, gracias a la moción de censura -en junio de 2018- se han autorizado 121 traslados, correspondientes a movimientos de 108 terroristas. De ellos, 33 tienen delitos de sangre. La asociación recuerda que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, prometió que los acercamientos serían mínimos.

Desde que el Gobierno negocia con Bildu la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, estos traslados se han multiplicado. Precisamente, el mismo día que Arnaldo Otegi anunció su apoyo a las cuentas del Estado, se conoció el acercamiento de cinco miembros de ETA, entre ellos, el asesino del matrimonio Jiménez-Becerril.

Los últimos seis terroristas fueron trasladados este pasado viernes. Entre ellos se encuentra Jon Igor Solana Matarrán, miembro del ‘comando Andalucía’ que asesinó en el año 2000 al concejal José Martín Carpena en Málaga, al fiscal Luis Portero en Granada y al médico Antonio Muñoz Cariñanos en Sevilla.

Etarras sanguinarios

La asociación destaca que alrededor del 60% de los algo menos de 200 presos de ETA han sido ya movidos de prisión.

Así, a las cárceles del País Vasco y Navarra se han efectuado 23 traslados -de los que 10 son por progresión al tercer grado y dos por enfermedad; siete han quedado en libertad por cumplimiento de condena. Además, 17 presos de ETA han obtenido el tercer grado, de los que cinco tenían delitos de sangre y seis han alcanzado la libertad condicional.

Entre los últimos etarras trasladados se encuentra José Javier Arizcuren Ruiz, ‘Kantauri’, quien fue jefe de los comandos de ETA en los años 90. En su sanguinario historial se encuentran los asesinatos de Fernando Múgica Herzog o el matrimonio formado por concejal del PP en Sevilla Alberto Jiménez Becerril y Ascensión García, entre otros.

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