Europa blinda sus fronteras con cuarentenas mientras Sánchez sigue con España abierta para culpar a Ayuso
El Gobierno de Pedro Sánchez, a contracorriente de sus vecinos europeos. Desde este martes, Italia ha reforzado los controles en sus fronteras terrestres y aéreas. A partir de ahora exigirá cuarentenas a los viajeros. Alemania también endurece la vigilancia en sus límites geográficos. Francia ha puesto en marcha controles policiales en las fronteras con España, en los que, sin embargo, no se ha colocado vigilancia estática, sino provisional. Todo, mientras desde Moncloa se intensifica la campaña contra Isabel Díaz Ayuso por permitir, supuestamente, el llamado «turismo de borrachera».
España teme la llegada de la cuarta ola del coronavirus que ya azota a algunos países europeos, aunque en forma de tercera ola. Sin embargo, las drásticas medidas impuestas al movimiento de los nacionales dentro de España no han ido acompañadas por un blindaje de fronteras como el que están implementando en las últimas horas algunos países vecinos. Los turistas extranjeros tienen carta libre para entrar en España. La única novedad es que, desde este martes, España exige una prueba PCR negativa de las últimas 72 horas para acceder al país tanto por aeropuerto como por carretera.
Sin embargo, el Ministerio del Interior no ha desplegado patrullas estables en los principales pasos de fronteras de España con Francia por carretera, como La Junquera o Irún. Sí son visibles los controles de los agentes galos de la Gendarmerie en la parte francesa. En cambio, los policías españoles han recibido orden de realizar «controles aleatorios» a aquellos vehículos que atraviesen la frontera para pedirles la prueba PCR negativa.
Las PCR a los turistas extranjeros que llegan por avión a España ya eran obligatorias desde hace tiempo. Sin embargo, los controles en las llegadas, al menos en Madrid, han sido insuficientes. El Gobierno ha ordenado realizar test de antígenos de forma aleatoria para garantizar la eficacia y veracidad de esas PCR. El porcentaje de esos test aleatorios que se han realizado en Madrid es ínfimo: un 2,7% de los viajeros internacionales en Barajas.
Ese es, por tanto, todo el control que tiene un ciudadano europeo para entrar en España. Sin embargo, el Gobierno sigue responsabilizando a la Comunidad de Madrid de la llegada de jóvenes turistas procedentes de otros países europeos. Especialmente de Francia. La presidenta Díaz Ayuso ha responsabilizado de este fenómeno a los controles de entrada a España.
Europa se blinda
La cara contraria de la moneda son los países vecinos de la Unión Europea, que de cara a esta Semana Santa han blindado sus fronteras de forma significativa.
El Gobierno italiano ha desplegado a los Carabineros en las principales vías de entrada al país para exigir el certificado PCR a todas las personas. No simplemente a quien le toque en el control de turno aleatorio. Además, plantea una cuarentena para los viajeros de cinco días. Al transcurso de ese periodo, el turista deberá someterse a otra prueba PCR y acreditar que no tiene la enfermedad.
La canciller alemana Angela Merkel también ha ordenado un refuerzo considerable de la seguridad fronteriza en estas fechas festivas. En un primer momento, Alemania decretó un confinamiento para la Semana Santa, pero decidió dar marcha atrás. En su lugar, ha incrementado los controles en puertos, aeropuertos y autovías de entrada al país.
Francia, por su parte, también ha endurecido los controles en sus límites geográficos con Alemania, Italia, España y Bélgica. La PCR es obligatoria en aeropuertos y carreteras de acceso desde hace meses.