Estos son los 14 miembros del Partido Popular a los que ETA ha asesinado

Estos son los 14 miembros del Partido Popular a los que ETA ha asesinado
Rafael Gallego

La foto de la ignominia en la que se observa a la presidenta del PP de Vizcaya, Raquel González, brindando con una copa con la dirigente bilduetarra, la conocida como abogada de ETA y miembro de la Mesa de HB, Jone Goirizelaia, supone una grave afrenta para los cientos de víctimas de la banda terrorista. Pero el oprobio es aún mayor para los familiares de las 14 víctimas mortales que pertenecían a su formación, al Partido Popular, cuando ETA sesgó fatalmente sus vidas.

El PP es la entidad política que ha pagado un precio más alto en la defensa de la libertad en el País Vasco. El PSOE ha visto como ETA asesinaba cruelmente a once de sus miembros por defender sus ideas políticas en el País Vasco, el otro partido al que los terroristas tradicionalmente pusieron en el punto de mira durante los años de plomo. La cifra aumenta a 14 en el caso del Partido Popular. 14 valientes que hoy no están para ver cómo la líder de su formación en Vizcaya brinda con champán con la defensora de sus asesinos.

El primero de ellos fue Julio Martínez Ezquerro, que perdió su vida el 16 de diciembre de 1977, siendo concejal en el Ayuntamiento de Irún, en Guipúzcoa. En 1980, el 12 de noviembre, Vicente Zorita Alonso fue secuestrado y disparado en la localidad de Santurce.

En 1995, el 23 de enero Gregorio Ordóñez era disparado en la cabeza cuando se encontraba en el interior de un bar en Sansebastián. Era teniente de alcalde y concelaj del PP en el Ayuntamiento de dicha ciudad.

El caso de Miguel Ángel Blanco sobrecogió y paralizó a todo el país. El 10 de julio de 1997 fue secuestrado. Era concejal del PP en el Ayuntamiento de Ermua. Los cientos de miles de personas que pidieron clemencia a los asesinos en numerosas manifestaciones a lo largo de todo el país no lograron influir un ápice en las intenciones de los terroristas. Dos días después, el 13 de julio, recibía dos tiros en la cabeza en las afueras de Lasarte. Allí, fue abandonado en estado agónico. Fue encontrado poco después, con un hilo de vida. Fue trasladado a la clínica de Nuestra Señora de Aránzazu, en San Sebastián, donde falleció.

ETA siguió aumentando su lista de víctimas -un policía nacional en septiembre, un ertzaina en octubre- y el 11 de diciembre sumó un nuevo concejal del PP. Un terrorista descerrajó un disparo en la cabeza de José Luis Caso en el bar Trantxe, en Rentería, donde era concejal.

No había pasado un mes cuando una bomba lapa adosada a los bajos de su coche acababa con la vida de José Ignacio Iruretagoyena, concejal en el Ayuntamiento de Zarauz.

En el mismo mes de enero del 98, ETA acabó a tiros con la vida de Alberto Jiménez-Becerril, y de su mujer, en las calles de Sevilla, cerca de la Giralda.

El 25 de junio, Manuel Zamarreño, concejal de Rentería, era asesinado al ser alcanzado por la explosión de una bomba escondida en una moto cuando regresaba de comprar el pan.

El 4 de junio de 2000, Jesús María Pedrosa Urkiza, concejal del PP en el Ayuntamiento de Durango, fue asesinado de un disparo por la españda.

El 15 de julio del mismo año, ETA volvía a matar en Andalucía: José María Martín Carpena, concejal del PP en Málaga, fue tiroteado en el garaje de su domicilio. Al subirse al coche, fue tiroteado -seis disparos, uno en la nuca- en presencia de su mujer y de su hija.

El 29 de agosto de 2000, Manuel Indiano Azaustre, concejal del PP, fue asesinado en Zumárraga (Guipúzcoa) en el interior del comercio en el que trabajaba. Recibió siete impactos de bala y trató de huir hacia la trastienda. Allí lo dejaron agonizando. Fueron recogidos hasta 13 casquillos de bala.

El 21 de septiembre del mismo año, José Luis Ruiz Casado fue asesinado por dos disparos en San Adrián del Besós, en la provincia de Barcelona.

El 14 de diciembre, ETA llevó a cabo otro atentado en la comunidad catalana,  en esta ocasión, asesinando a Francisco Cano Consuegra mediante la explosión de una bomba lapa en los bajos de su furgoneta. Era concejal del PP en Viladecavalls.

El 6 de mayo de 2001, ETA acabó con la vida de Manuel Giménez Abad, senador y predidente del Partido Popular en Aragón. Fue en la calle Cortes de Aragón, en Zaragoza. Se dirigía con su hijo a ver un partido de fútbol en el estado de La Romareda cuando un terrorista se cruzó en su camino y le pegó dos tiros en la nuca y uno más en el abdomen.

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