Vacunas Covid

Estas son las imágenes de las reacciones a la vacuna de AstraZeneca de algunos funcionarios de prisiones

El medicamento británico contra el Covid es el escogido no sólo para el sector de la seguridad, sino también para personal docente y funcionarios de prisiones.

Varios funcionarios han sufrido reacciones adversas tras la inoculación del fármaco que en algunos casos han precisado de atención hospitalaria por lo que piden un protocolo de seguimiento para los vacunados.

vacuna AstraZeneca
Varios trabajadores de prisiones sufrieron reacciones severas tras recibir la vacuna contra el Covid de AstraZeneca.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

En cárceles de Madrid, Castilla y León y Extremadura se usó el mismo lote de la vacuna AstraZeneca retirado en Europa tras varios casos de trombos y de muertes producidos después de la administración de la vacuna. Hasta que no se establezca que ha existido casualidad los trabajadores de las cárceles reclaman un seguimiento de todos los vacunados en las últimas semanas.

Ya ni siquiera es cuestión de lotes defectuosos ni de estadística. El temor a las consecuencias de vacunarse con el medicamento de AstraZeneca se ha extendido en todos los colectivos profesionales que han recibido las más de 900.000 dosis en nuestro país y uno de los que pide ahora ayuda y seguimiento son los funcionarios de prisiones. La vacuna británica se ha destinado en nuestro país a los colectivos relacionados con la seguridad y las emergencias, personal docente y determinados funcionarios.

Y ese ha sido el caso de los funcionarios de prisiones. Afortunadamente no se han detectado todavía casos tan graves como los referidos en algunos cuerpos policiales, en los que algunos agentes han desarrollado síntomas graves en su sistema circulatorio tras haberse vacunado. Hasta ahora al menos tres policías nacionales, un guardia civil y un policía de la Ertzaintza han desarrollado trombos de gravedad tras haberse vacunado. Por ahora estamos en un escenario de casualidad temporal y no de causalidad entre la inoculación del fármaco y el desarrollo de las dolencias. Pese a eso ha sido inevitable que el resto de los colectivos se preocupen y hayan solicitado a sus correspondientes administraciones que se haga un seguimiento y vigilancia de los trabajadores de su competencia.

Eso es lo que reclaman los funcionarios de prisiones, quienes han comprobado que han sido vacunados con el lote retirado por casi una veintena de países en Europa. De hecho, algunos de estos estados han avisado que la vacuna con AstraZeneca queda suspendida, sea cual sea el lote del que dispongan, aunque este jueves la UE ha dado el visto bueno a la vacuna y España reanudará la vacunación con esta marca la próxima semana.

Lo que sí han detectado varios trabajadores de las prisiones españolas es que las vacunas que ellos han recibido les han provocado a algunos compañeros reacciones descritas como posibles efectos secundarios, pero de una intensidad inesperada. En algunos casos las cefaleas han durado varios días y el malestar tras la inoculación ha sido tan intenso que a algunos los ha incapacitado de forma temporal para la realización de su trabajo.

Hematomas e hinchazones

Pero si algo les ha alarmado es una serie de imágenes a las que ha tenido acceso OKDIARIO en las que algunos trabajadores han querido mostrar a sus compañeros las secuelas que la vacuna ha dejado en sus propios cuerpos en forma de grandes hematomas e hinchazones que en algún caso concreto ha requerido de atención hospitalaria. «Una de las compañeras tuvo que acudir a urgencias por un dolor intenso y permanente que tuvo que ser tratado con corticoides», explican fuentes penitenciarias a este diario. Las reacciones adversas del fármaco se han producido al menos en cárceles de Madrid, Castilla y León y Extremadura, y según las fuentes consultadas por este diario en todas ellas se utilizó el lote retirado en países como Italia tras la muerte de un policía y un militar que se habían inoculado dosis de esa misma partida.

El primer efecto de esta ola de preocupación ha sido que varios funcionarios de prisiones hayan rechazado inyectarse el fármaco de AstraZeneca y no lo han querido no por un miedo personal a sus efectos secundarios, sino más bien a que se trata de personas con familiares a su cargo que no pueden permitirse correr riesgos que les impidan su cuidado.

Los funcionarios de prisiones consultados por OKDIARIO asumen y comprenden que un fármaco puede conllevar efectos secundarios tras su aplicación, eso les parece algo inherente a la propia vacuna, pero lo que sí piden es que exista un control y vigilancia sobre los trabajadores que se han vacunado desde finales de febrero que fue cuando España recibió más de 200.000 dosis del medicamento. Las dudas y las preocupaciones son comunes entre funcionarios de prisiones, policías y resto de colectivos y todas se resolverían de la misma manera: un control sanitario de su evolución después de vacunarse y saber a qué se exponen si la vacuna se sigue administrando.  Una vez más la estadística científica se enfrenta al temor humano.

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