El detenido por el asesinato hispanófobo de Zaragoza vinculado a okupas de Cataluña
El presunto asesino de Víctor Laínez, a quien mató de una paliza propinada por llevar tirantes con la bandera de España estuvo nueve años en la cárcel por dejar tetrapléjico a un policía en Barcelona en 2006. Se trata de Rodrigo Lanza, un joven antisistema de origen chileno, relacionado con movimientos de la extrema izquierda y la CUP en Cataluña, y cuya madre es una activista vinculada a colectivos y asociaciones de su entorno.
Mariana Huidobro, seguidora de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) y otras formaciones del mundo radical elaboró hace años un documental emitido por TV3 sobre supuestas torturas policiales en el caso en el que se vio implicado su hijo junto a varios okupas, y mantiene contacto en las redes sociales con la coordinadora proetarra que exige la excarcelación de los agresores de dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua.
Este fin de semana de mal tiempo volveremos a recorrer los 400km que nos separan de nuestros hijos para una visita de 40 minutos. Ya llevan 382 dias presos. #Altsasu #Alsasua pic.twitter.com/5WAmgFBpIE
— Altsasu gurasoak (@Altsasugurasoak) 1 de diciembre de 2017
Víctor Laínez, de 55 años y natural de Tarrasa, fue atacado por dos hombres a la salida de un bar en Zaragoza. El detenido y su cómplice le habían increpado en el interior del local por llevar tirantes con los colores de la enseña nacional, llamándole ‘facha’.
Los agresores le esperaron a la salida y le golpearon con una barra de hierro en la espalda y la cabeza, incluso una vez derribado continuaron pegándole en el suelo, donde recibió más golpes y patadas en la cabeza. Las lesiones producidas por los criminales, que se dieron a la fuga, causarían a la postre su muerte cerebral.
La víctima fallecía este martes en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, ciudad en la que residía hace años, como resultado del traumatismo craneoencefálico sufrido por la paliza. Los médicos le habían inducido el coma para tratar de mejorar las lesiones cerebrales sufridas pero finalmente decidían desconectarle ante las consecuencias irreversibles de las lesiones, una vez se han despedido de él familiares y amigos.
Víctor Laínez era un gran aficionado a las motos, solía conducir una Harley Davidson, y pertenecía al grupo motero de los Templarios de Zaragoza.