El manual okupa de Arran enseña a forzar puertas, reventar cerraduras y pinchar la luz

El grupo independentista Arran, que durante las últimas semanas ha protagonizado varios ataques contra el turismo en Cataluña y Baleares, difunde en su web un «Manual de la okupación» de 50 páginas que enseña a forzar puertas, reventar cerraduras, pinchar la luz y burlar a la Policía.

La propia publicación reconoce que todo ello constituye una incitación a cometer los presuntos delitos de usurpación, daños, robo con fuerza sobre las cosas, resistencia y desobediencia a la autoridad, violación del domicilio y fraude en el suministro eléctrico. El manual ha sido elaborado en colaboración con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que Ada Colau lideró en Cataluña hasta que, en las elecciones locales de 2015, se convirtió en alcaldesa de Barcelona.

Los actos vandálicos de Arran han recibido el apoyo de varios dirigentes de la CUP, entre ellos la diputada autonómica Mireia Boya, quien en su declaración oficial de bienes oculta que es propietaria de un hotel rural en los Pirineos valorado en más de 250.000 euros, como ha informado OKDIARIO.

El «Manual de okupación» de Arran da varias pautas para elegir qué vivienda conviene okupar: «Aunque hay miles de viviendas vacías, no tenemos por qué escoger una ruina que pueda ser peligrosa, necesite grandes esfuerzos de trabajo o gastos», argumenta la publicación. Por ello, aconseja centrarse en los miles de pisos vacíos que han quedado en manos de los bancos, como resultado de la quiebra de grandes promotoras.

Elegir piso en el stock de los bancos

Para facilitar las cosas, ofrece un listado de 13 páginas web de inmobiliarias de los bancos, para elegir el piso más adecuado. También recomienda investigar la situación del inmueble en el Registro de la Propiedad («puedes decir que eres estudiante de Arquitectura o inventarte cualquier otra excusa») o preguntar a los vecinos sin levantar sospechas.

Antes de llevar a cabo la okupación, añade el manual, puede ser conveniente hacerse con un plano de la zona, con el fin de conocer por dónde puede llegar la policía y colocar en las esquinas a algún cómplice que dé la voz de alarma.

«La entrada en la casa es el momento más arriesgado», explican los independentistas de Arran. Para reducir los riesgos, añade su manual, puede ser útil bloquear el tráfico durante unos minutos. Por ejemplo, con un «coche averiado con el capó abierto, o que un borracho caiga en medio de la calle… utilizad la imaginación».

El libro expone varias alternativas: reventar la puerta haciendo palanca, forzar la cerradura, subir al tejado con una escala y luego descolgarse por la fachada haciendo ràpel hasta un balcón (si se trata de una vivienda de poca altura) o, directamente, romper el cristal de una ventana. En este último caso, recomienda proteger el vidrio con tiras de cinta aislante para evitar que caiga al sueldo haciendo ruido.

Más adelante, detalla algunas de estas técnicas y enumera las herramientas que es preciso utilizar. La forma más habitual de forzar una cerradura, indica, es agujerearla con un taladro y luego hacerla girar con un destornillador. A veces es necesario ayudarse con unos golpes de martillo y una llave inglesa. Como alternativa, propone hacerse con una ganzúa o llave maestra «en una tienda especializada o preguntando a un cerrajero de confianza».

Para forzar la puerta, aconseja emplear una palanca o un «pie de cabra» (una herramienta con un extremo curvado y con puntas aplanadas). Según explica, se debe encajar la palanca en la parte inferior de la puerta, a un palmo del suelo, y hacer presión. «Una vez hayas conseguido cierto espacio entre la puerta y el marco, fija una barra metálica. Así mantendrás la presión y podrás sacar la palanca. Después, encaja la palanca a la altura de la cerradura y aplica presión con fuerza. Normalmente, la cerradura saltará y tendrás la puerta abierta», según enseña la publicación.

El manual también explica cómo engancharse al tendido eléctrico sin pagar la factura de la luz, con algunas instrucciones básicas: «El cable que lleva la electricidad de entrada se conoce como fase y normalmente es de color negro. El que lleva la electricidad de salida se conoce como neutro y es de color azul. En algunas instalaciones encontramos un tercer cable de color verde o rojo, la toma de tierra».

Para manipularlos aconseja, eso sí, usar guantes con el fin de evitar sufrir una descarga eléctrica: «Procederemos a juntar los cables del contador de la siguiente forma: los que entran son fase y neutro, y los que salen también. Sólo tenemos que juntar fase con fase, y neutro con neutro. Hay que tener cuidado de no alterar el orden. Si seguimos el ejemplo no habrá problema». El manual ilustra esta explicación con varios gráficos.

También expone el modo de conectarse el suministro de agua sin pagar. Por último, la publicación incluye un apartado sobre cómo actuar si se produce una intervención de la Policía. Los dos primeros días de la okupación, señala, son los más delicados, ya que la Policía puede llevar a cabo un desalojo exprés, sin orden policial, alegando que ha pillado in fraganti a los okupas en el momento de su irrupción.

El manual aconseja por ello que, durante las primeras 48 horas, siempre haya gente en el piso pero sin alertar a los vecinos. «Nunca hay que dejar entrar a ningún policía», señala el grupo independentista Arran, «ni de uniforme ni de paisano, salvo que traiga una orden judicial, y si la trae es mejor apuntalar la puerta…»

Y en cualquier caso, si acuden los agentes, Arran sugiere «convocar una concentración ante la casa okupada para presionar a la Policía y que desista». Las fuerzas de seguridad del Estado ya tienen conocimiento de la existencia de este manual en el que Arran incita a cometer varios delitos en el proceso de okupación.