Desokupa interviene en un burdel de 7 plantas en Madrid: el rufián debe 100.000 euros de alquiler

Desokupa ha anunciado una nueva intervención. Esta vez, en un edificio de siete plantas en el paseo de las Delicias de Madrid convertido en un gran burdel. Daniel Esteve, CEO y director de operativos de Desokupa, ha contado que hace tres años desalojaron el edificio -dedicado ya a la prostitución- a petición del entonces propietario. Cuenta Daniel Esteve que «la nueva propiedad lo alquiló a un sinvergüenza que les dijo que era para alquileres turísticos y volvió a convertirlo en un prostíbulo». Señala Daniel Esteve que «debe 11 meses de alquiler, que son más de 100.000 euros y, encima, les cobra a las señoritas que explota, que son otras víctimas y a las que trataremos con todo cariño». La propiedad ha encargado a Desokupa un control de acceso. Daniel Esteve dice que «ayer acabamos un edificio [Majadahonda] y hoy ya empezamos otros».

En una entrevista a LA ANTORCHA de OKDIARIO, Daniel Esteve ha relatado cómo los okupas de Majadahonda están ya en la calle e intentaron okupar de nuevo el edificio: «A las 12 horas ya estaban en libertad los cinco detenidos y lo primero que hicieron fue intentar volver al edificio. Vinieron cuatro marroquíes con armas de madrugada, entre las 12 y las 4, pero se encontraron con nosotros porque estamos encargados de la seguridad del edificio y desistieron». El abogado de Desokupa, con los informes de la Guardia Civil y la Policía Local sobre los incidentes de la semana pasada, consiguió que una juez dictara, como medida cautelar, el desalojo de los okupas y la detención de cinco de ellos. Eso fue el domingo por la mañana. El domingo por la noche ya estaban en la calle.

«Es una locura lo que pasa», dice el CEO de Desokupa. Porque este es el panorama de la okupación en España: una empresa privada cubriendo el vacío legal y desamparo que sufren los propietarios por parte de los poderes públicos. La ruina para el propietario que ve okupado un piso o un edificio entero no termina ahí. Como en el de Majadahonda, después de haber aguantado un año de okupación y de haber tenido que contratar a una empresa privada para desalojarlo, tiene ahora que afrontar los gastos de arreglar los numerosos destrozos ocasionados y, encima, mantener el gasto extra de la seguridad porque los okupas (la mayoría delincuentes con antecedentes penales y policiales) a las doce horas estaban, de nuevo, en la calle e intentando okupar el mismo edificio.

Marroquíes y argelinos

Daniel Esteve no entiende por qué no se expulsa del país a quienes estén en situación irregular: «¿Por qué tenemos que mantenerles en las cárceles españolas cuando finalmente entren en prisión?». Daniel Esteve asegura, por su experiencia de ocho años y más de 8.000 desokupaciones, que hay relación entre la inmigración ilegal y la okupación: «El 85% de las okupaciones son de inmigrantes: la mayoría marroquíes y argelinos y, también, muchos dominicanos. Sobre todo, en Barcelona, donde el 80% de la heroína se vende en esos narcopisos okupados».

Los miembros de Desokupa están preparados porque creen que los okupas de Majadahonda volverán de forma violenta: «Esta gente es mala de verdad. Son auténticos animales. Es a lo que estamos acostumbrados cada día en nuestro trabajo. Tenemos turnos permanentes, hemos bloqueado el edificio y ya nos hemos coordinado con la policía». Daniel Esteve señala que «protegeremos el edificio como si fuera nuestra casa».

El responsable de Desokupa piensa en los vecinos del barrio: «Imagínate. Han empezado a verlos de nuevo merodeando. Temen que haya algún episodio violento contra ellos porque esta gente está con rabia».

Es la realidad de la calle frente a la realidad oficial. Esta semana, el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos aprueba una nueva ley de Vivienda improvisada cara a las elecciones. Como ha denunciado la oposición, la ley no dedica ni una palabra a gravísimo fenómeno de la okupación que afecta a uno de los derechos esenciales de una democracia avanzada en el mundo occidental: la propiedad privada.