C’s no repetirá pacto de investidura con el sucesor de Cifuentes y negociará leyes con el PSOE

Ciudadanos considera que el acuerdo que firmó con Cristina Cifuentes para su investidura está «roto» porque estaba ligado a una situación concreta, como era el mandato de la ahora dimitida presidenta. En consecuencia, la formación naranja, explican fuentes de la dirección, negociará de aquí en adelante «ley a ley», sumando también al PSOE. Ello implica que el partido de Ignacio Aguado reforzará su labor de oposición en los meses que quedan para la celebración de unas nuevas elecciones, y aprovechará este tiempo para tomar la iniciativa política, alentado además por las encuestas.

En Ciudadanos consideran que el escenario provisional que se abre tras la renuncia de Cifuentes no tiene por qué suponer una «dificultad».  Sobre todo, porque los Presupuestos de este año están aprobados, y los que viene se podrían prorrogar, llegado el caso, hasta mayo. En el partido centrista presumen, además, de que dichas cuentas contemplan algunas de las medidas impulsadas por ellos en el acuerdo de investidura, como la bajada de impuestos. Se espera un período de transición «tranquila», no grandes anuncios ni reformas. Pero ello no implica que se renuncie a visibilizar su trabajo, con vistas electorales.

La formación de Albert Rivera insiste en que su prioridad es asegurar la «estabilidad» en la región de Madrid. De ahí que desde el primer momento rechace la vía abierta por el PSOE y Podemos de un acuerdo para desbancar al PP.

Ciudadanos se ha comprometido -así se lo ha trasladado ya el secretario general José Manuel Villegas al coordinador general de los ‘populares’, Fernando Martínez-Maíllo- a apoyar a un «candidato limpio» que releve a Cifuentes. Si es así, dijo el propio Rivera tras conocerse la dimisión, «la investidura irá para adelante y no habrá ninguna posibilidad de que Ciudadanos apoye una investidura de Gabilondo». La formación naranja tampoco pedirá que la ya ex presidenta madrileña renuncie a su escaño.

Sin embargo, Rivera quiso dejar claro que en mayo de 2019 su partido intentará gobernar en Madrid. Y reprochó la inacción de Mariano Rajoy, al que acusó de «no querer mover ficha» durante semanas pese a las peticiones de su formación, y de «proteger nuevamente una trama de corrupción».

Pese a su condición de socios, las relaciones entre el PP y Ciudadanos en la Comunidad no atravesaban su mejor momento, desde hace meses.

El caso de la cafetería

Uno de los puntos álgidos fue la comparecencia de la ex presidenta autonómica en la comisión de investigación sobre corrupción en la Asamblea de Madrid, a la que acudió para hablar de la adjudicación de dos contratos de la cafetería de la Asamblea de Madrid al Grupo Cantoblanco que investiga la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

En ese momento, el portavoz de Ciudadanos en la Asamblea, Ignacio Aguado, fue bastante incisivo, repreguntó a la entonces presidenta e intentó ponerle contra las cuerdas sobre estos contratos. Una intervención que fue calificada como «faltona» por diputados populares. El portavoz del Ejecutivo regional, y ahora sustituto de Cifuentes en funciones, Ángel Garrido, admitió entonces que la relación se limitaba al acuerdo de investidura y a sus 76 medidas.

Hace aproximadamente un año, la Comunidad cifró en un 96,1 por ciento el grado de cumplimiento de ese acuerdo. Pero incluso la manera de vender las medidas puestas en marcha generó rifirrafes entre ambas formaciones, como cuando Rivera se atribuyó la bajada de impuestos anunciada por Cifuentes como una iniciativa impulsada por la formación naranja. El PP le acusó de mentir y de intentar colgarse una «medalla» que no le correspondía.