Corinna no tiene aún la demanda y el entorno de Juan Carlos I cree que el emérito «ha perdido la cabeza»

Corinna Sayn-Wittgenstein no tiene aún la demanda que Juan Carlos I le habría interpuesto en Suiza y el entorno del emérito cree que «ha perdido la cabeza» tras esta ofensiva judicial. Tampoco los abogados de la que fuera su pareja durante siete años han recibido la demanda del monarca. Asimismo, don Juan Carlos también denunciará al abogado de Corinna Dante Canónica.

Este martes se conocía que el Rey emérito había decidido emprender acciones legales contra Corinna al considerar que sus declaraciones públicas han dañado gravemente su imagen y honor. El antiguo jefe del Estado podría solicitar una rectificación pública y una indemnización económica millonaria cuya cuantía, por el momento, se desconoce.

Fuentes consultadas aseguran que Juan Carlos I confiará a abogados suizos su batalla judicial contra Corinna, la princesa alemana a la que llegó a pedir matrimonio durante su relación.

La demanda del Rey emérito contra Corinna

Tal y como ha publicado OKDIARIO, los cerebros detrás de la demanda de Juan Carlos I serían sus íntimos amigos Philip Adkins y Lauren Debray. Adkins es el ex marido de Corinna y Debray es la actual pareja del monarca, de 49 años.

Los dos son personas muy cercanas al que fuera jefe del Estado en su nueva vida en Abu Dabi. Ambos asistieron a su 86 cumpleaños que se celebró en una fiesta con flamenco en vivo que organizó el monarca en los Emiratos.

Corinna fue la persona que presentó a Philip a Juan Carlos I y los tres compartieron la famosa cacería de Botswana en la que el emérito se rompió la cadera.

Por su parte, Debray pasa largas temporadas con don Juan Carlos con el objetivo de documentar su vida, que plasmará en un libro biográfico que llevará por título Reconciliación.

Batalla judicial de Juan Carlos I

La demanda de Juan Carlos I contra Corinna no es la única que se ha anunciado en las últimas semanas. El emérito también ha lanzado una ofensiva judicial contra el ex presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla, a quien acusa de haberle difamado. 

El que fuera jefe del Estado anunció que emprendería acciones civiles de protección de derecho al honor contra Revilla. Juan Carlos I encomendó su defensa a la abogada Guadalupe Sanz, experta en temas de honor.

Juan Carlos I reclama 50.000 euros a Miguel Ángel Revilla por estos hechos. Su defensa ha anunciado que esta cuantía, en caso de satisfacerse, será donada íntegramente a Cáritas España.

Por su parte, Revilla ha confiado su defensa al despacho Fuster-Fabra. En concreto a su socio José María Fuster-Fabra, que tampoco ha recibido aún la demanda.

La defensa de Juan Carlos I ha emplazado a Revilla a la celebración de un acto conciliación, que es el paso previo a la interposición de una demanda civil. La defensa del monarca pide que Revilla se retracte de sus palabras en los medios de comunicación.

Fuentes jurídicas consultadas aseguran que las demandas de Juan Carlos I tienen escasos visos de prosperar. Serán los jueces de la jurisdicción civil los que tengan que encargarse de tramitarlas.

El emérito en Abu Dabi

Juan Carlos I permanece en Abu Dabi tras anunciar sus acciones legales contra Revilla y Corinna. El emérito se ha dejado ver en un acontecimiento deportivo en Dubái. Acudió a una competición hípica en el hipódromo de Meydan acompañado por el príncipe Abdullah bin Saad bin Abdulaziz Al Saud.

El príncipe saudí, de 57 años, publicó el encuentro con Juan Carlos I en su cuenta de X.  «Me he encontrado hoy al rey Juan Carlos y hemos compartido recuerdos de su visita a nuestra casa en Barcelona, ya que era un buen amigo de mi padre, Saad bin Abdulazi», escribió el príncipe acompañando el texto con una foto de ambos. 

Casa Real se desvincula

Casa Real se ha desvinculado de las acciones judiciales que ha decidido emprender Juan Carlos I. En ninguna de las dos ocasiones, el emérito ha comunicado a la Casa Real su decisión de interponer estas denuncias.

Pese a que Juan Carlos I sigue siendo miembro de la Familia Real, ha tomado estas medidas en solitario. La defensa es a título personal y será ejercida por despachos que tratan directamente con el monarca.