El ex marido de Corinna y la nueva novia de Juan Carlos I de 49 años, cerebros de la demanda del emérito
Philip Adkins y Laurence Debray forman parte del núcleo más cercano del monarca
El Rey Juan Carlos I denunciará a su ex pareja Corinna zu Sayn-Wittgenstein

Philip Adkins, ex marido de Corinna Sayn-Wittgenstein, y Laurence Debray, biógrafa y nueva novia de Juan Carlos I de 49 años, pertenecen al círculo más cercano del monarca y ambos son los cerebros de la demanda que el emérito prepara contra la princesa alemana.
Este martes se conocía que Juan Carlos I demandará a Corinna y a su abogado, Dante Canónica, en Suiza por presuntamente atentar gravemente contra su honor al pronunciarse sobre la relación de pareja que tuvieron y en la que llegó a pedirle matrimonio. Fuentes consultadas por OKDIARIO sitúan a Philip y Laurence como los actores principales de esta maniobra.
En sus círculos cercanos tildan a Philip Adkins de agresivo, mientras que a Laurence Debray la acusan de «querer ganar dinero» con las memorias del emérito, que llevarán por título Reconciliación.
Los dos mantienen una estrecha amistad con Juan Carlos I que se ha ido intensificando en los últimos años. Tanto es así que Laurence Debray y Philip Adkins asistieron a su 86 cumpleaños celebrado en Abu Dabi. Allí, Adkins llegó a pronunciar un discurso durante la celebración y se sentó en la mesa con el monarca.
El ex marido de Corinna
Philip Adkins es un empresario británico que se casó con Corinna en 1991 tras conocerse en París a finales de los 80. El matrimonio duró apenas cuatro años, hasta 1995, y de esa unión tuvieron una hija en común: Anastasia Adkins.
Adkins comenzó su carrera profesional dedicándose a la banca privada y ahora está con negocios energéticos. Los barcos de su empresa Red Box Energy Services han impulsado la planta gasística que Vladímir Putin quiere poner en marcha en el Ártico, motivo por el cual su compañía ha sido sancionada por EEUU y Reino Unido en el marco de las restricciones impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania.
Pese a sus problemas empresariales, Philip Adkins es uno de los íntimos amigos del emérito. Fue la propia Corinna quien les presentó hace décadas. Desde entonces, Juan Carlos I y el ex de Corinna se han hecho inseparables. Fuentes consultadas aseguran que el monarca pernocta en su casa cuando visita a Londres.
Tiempo atrás los tres compartían tiempo juntos. De hecho, fueron al famoso viaje a Botswana en el que estando de cacería de elefantes en abril de 2012 Juan Carlos I se rompió la cadera y fue Corinna la que se encargó de evacuarle a España en su jet privado. Tras este escándalo, comenzó el declive de Juan Carlos I que terminó con su abdicación del trono en 2014.
Philip Adkins llegó a defender a Juan Carlos I contra Corinna en un documental. En él aseguraba que le había traicionado y que «se llevó toda la pasta».
Laurence Debray, biógrafa del emérito
La francesa Laurence Debray también es una de las íntimas de Juan Carlos I en estos momentos. Hija del intelectual y filósofo francés Régis Debray y la antropóloga venezolana Elizabeth Burgos, Debray ha estudiado Historia y Literatura en La Sorbona.
Laurence dice ser una admiradora de Juan Carlos I y de la Transición Española, hecho histórico sobre el cual escribió libros y realizó un documental. Ahora, tras contactar con el emérito hace unos años, pasa largas temporadas en Abu Dabi documentando su vida.
Batalla judicial de Juan Carlos I
Juan Carlos I ha decidido emprender acciones legales contra Corinna. Lo hará en Suiza e interpondrá una demanda por derechos de honor. La princesa alemana aún no ha recibido la demanda y fuentes consultadas aseguran que se interpondrá mediante abogados suizos.
La ofensiva judicial llega después de que Juan Carlos I también haya demandado al ex presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla por presuntamente difamarle en varios medios de comunicación. El ex presidente cántabro se pronunció sobre la complicada situación fiscal de Juan Carlos I, revelada por OKDIARIO, que acabó con el exilio del monarca.
Pese a que la Fiscalía abrió una investigación sobre Juan Carlos I, el monarca ha decidido cargar contra Revilla. El emérito le reclama 50.000 euros en un acto de conciliación, paso previo a la interposición de la demanda. Anunció que el dinero recaudado iría a Cáritas.
Miguel Ángel Revilla se mostró sorprendido por esta demanda, de la cual se enteró durante un rodaje. El ex político organizó una rueda de prensa para explicar cuál era su posición y anunció que había contratado al despacho de abogados Fuster-Fabra.
Revilla también agradeció a las personas que se pusieron en contacto con él para ofrecerle hacer una colecta para pagar los 50.000 euros que le reclama Juan Carlos I. Sin embargo, ha declinado la oferta y asegura que los pagará de su bolsillo en caso de que se acepte la conciliación.
Fuentes jurídicas aseguran que las demandas de honor de Juan Carlos I contra Miguel Ángel Revilla y Corinna Sayn-Wittgenstein tienen escasos visos de prosperar.