Condenas de 7 años por reventar un banco con una señal vial en protestas por un rapero ultraizquierdista
La Audiencia Provincial de Madrid confirma duras sentencias a varios menores que actuaron con extrema violencia
La Audiencia Provincial de Madrid ha ratificado sendas condenas a cuatro menores de edad por las protestas a favor del rapero apoyado por Podemos Pablo Hasel. El juzgado de primera instancia, tal como desvela OKDIARIO, declaró probado que varios de esos manifestantes destrozaron la cristalera de una sucursal bancaria del centro de Madrid «valiéndose de una señal de tráfico que habían arrancado de la vía pública». Además, lanzaron «diferentes objetos a la policía como vallas, adoquines, material de obra, etc.». Eso provocó lesiones de gravedad en varios agentes de la Policía Nacional.
Los jueces de la Audiencia, en un fallo con la magistrada María José García-Galán como ponente, confirma «la medida de 2 años de tareas socioeducativas como responsable de un delito de desórdenes públicos, de un delito de atentado, un delito leve de lesiones y un delito de daños» a varios de los encausados. A otro de los participantes de las manifestaciones violentas se le impone «la medida de 50 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad y, para el caso de que no consienta en su realización, la medida de 1 año de libertad vigilada como responsable de un de un delito de desórdenes públicos y un delito leve de daños». Queda absuelto un último menor imputado.
Por otra parte, la Audiencia madrileña estima el recurso que ha interpuesto la Abogacía del Estado en representación del Consorcio de Compensación de Seguros y «revoca la cuantía indemnizatoria a favor de éste último organismo, acordando en su lugar la indemnización de 5.023,58 euros». El tribunal corrige únicamente ese extremo de la sentencia de primera instancia. Analiza uno a uno los daños provocados y sus cuantías. Los menores y sus progenitores también deberán indemnizar a los policías heridos. Se trata de, entre otras, cuantías de 450 euros por lesiones, 340 por lesiones y daños en la ropa, 167 por la señal de tráfico que era propiedad del Ayuntamiento de Madrid.
Los abogados de los jóvenes aseguraron que había «error en la apreciación de la prueba, en relación con las declaraciones de los cuatro policías nacionales que testificaron». Asegura que no queda probado que el menor estuviera en el lugar de los hechos. No obstante, la sentencia añade: «No concretan qué estaba haciendo el menor en el momento de la detención».
«La sentencia recurrida recoge con una precisión y detalle muy destacados lo que declaran en el acto de la vista los menores expedientados y los testigos, policías nacionales. Los menores recurrentes son juzgados en un mismo procedimiento, pero se les imputan hechos distintos. Alega la defensa que incurrieron en contradicciones los policías respecto de lo que habían declarado en la anterior sesión de vista, pero no señala cuáles son las contradicciones a las que se refiere», afirma la sentencia.
«Las declaraciones de los Policías Nacionales que han presenciado unos y otros hechos son coincidentes en lo esencial, en lo que respecta a la participación de cada uno de los menores declarada probada en la sentencia, teniendo en cuenta la confusión del momento y de que no todos presencian todos los hechos, detallan las declaraciones en la sentencia de forma que no ha sido objeto de impugnación. La valoración de la prueba es detallada, teniendo en cuenta que la prueba es abundante, y se aprecia con arreglo a las máximas de la experiencia», escriben los jueces.
«En concreto, en lo que ahora interesa, se recoge la declaración del policía nacional, que vio cómo dos chicos, los cuales se quedaron después increpando a unos vecinos, cogían una señal que habían roto previamente mediante golpes y colgándose de ella y, utilizándola a modo de ariete, golpeaban la entidad bancaria. En el momento de la detención y para
evitar la misma uno de ellos tiró una valla al suelo. Describe a los chicos como uno que llevaba el pelo rubio y otro con la parte superior del abrigo blanco», detalla la sentencia. También se agredió directamente a la policía. La violencia en defensa de Pablo Hasel –actualmente en prisión– fue extrema y la Justicia ha tenido que intervenir con dureza con estos menores.