La Comisión que analiza la inmunidad de Puigdemont pedirá al Europarlamento que se la retire

Carles Puigdemont
Puigdemont, Ponsatí y Comín, en el Parlamento Europeo.

La Comisión de Justicia de la Unión Europea (JURI) pedirá que el Parlamento Europeo vote a favor de la retirada de la inmunidad como europarlamentarios de la que gozan tanto el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont como los ex consellers Toni Comín y Clara Ponsatí, todos ellos fugados por su vinculación con el 1-O, según ha podido saber OKDIARIO de fuentes de toda solvencia. Esta comisión es la que analiza la petición de España y del Tribunal Supremo de la retirada de este privilegio.

Así, las fuentes explican que tras debatir los miembros de esta Comisión las diferentes posturas, finalmente salió victoriosa la posición que apoya que el informe final solicite a los europarlamentarios que se retire la inmunidad de los tres políticos catalanes. El encargado de redactar ese informe es el búlgaro Angel Dzhamnazki, que presentará las conclusiones de la Comisión. Dzhamnazki pertenece al grupo de los conservadores europeos reformistas (ECR), dentro del cual está incluido Vox, pero también un grupo de nacionalistas flamencos que simpatiza con el independentismo catalán.

Plazos

En cuanto a los plazos, las fuentes de la Eurocámara consultadas por OKDIARIO dicen que la votación, para retirar las inmunidades, se celebrará en marzo, probablemente en el Pleno de la tercera semana. Así, Carles Puigdemont podría perder la inmunidad tan sólo un mes después de las elecciones en Cataluña.

En cuanto a la votación, explican las fuentes consultadas en Bruselas que a priori, y salvo debacle de última hora, los números salen para aquellos que apoyan retirarles la inmunidad como son el Grupo Popular Europeo, Ciudadanos o Vox. En el lado contrario se encuentran los eurodiputados de Bildu, Podemos y, obviamente, los de los partidos separatistas, así como los Verdes europeos.

Pero, lo realmente interesante, es que el ex presidente de la Generalitat perderá su privilegio antes de que el Tribunal Supremo de Bélgica se pronuncie sobre la petición de extradición cursada por el Tribunal Supremo español. Y que, además, al Alto Tribunal belga le llegará la copia de la sentencia del Tribunal Constitucional que ha avalado la legitimidad del Supremo como órgano competente para juzgar el procés.

Hasta ahora, los tribunales belgas habían comprado el discurso de Puigdemont, basado en decir que el Supremo no era competente para instruir y juzgar el 1-O y, por tanto, tampoco para solicitar la extradición. Sin embargo, una sentencia de un órgano como es el Constitucional lo cambia todo, ya que los magistrados belgas podrán contar con otro fallo independiente al de la sentencia del Alto Tribunal y al informe con el que ya cuentan, pero que las fuentes consultadas aseguran que es «demasiado escueto y no entra al fondo», y cambiar de opinión y extraditar al fugado.

De hecho, como explicó OKDIARIO en exclusiva, ante esta posibilidad, la defensa del ex presidente de la Generalitat trató de dilatar los plazos dentro de la Comisión JURI todo lo que pudo y más. Así, Gonzalo Boye estuvo días y días enviando correos electrónicos y documentación en catalán y castellano para que fuera traducida. Fue tal el volumen de documentos, que el presidente de JURI, el eurodiputado español de Ciudadanos Adrián Vázquez, se vio obligado a posponer la primera fecha prevista porque no había tiempo material para su traducción al ingles y al francés.

La Comisión escucha a los afectados

La semana pasada, la Comisión JURI escuchó a los tres eurodiputados catalanes, que acudieron con su letrado Boye para exponer sus razones. OKDIARIO le preguntó al eurodiputado del Partido Popular Javier Zarzalejos durante la entrevista que concedió a este periódico, si los tres habían mantenido el discurso típico del independentismo: “España nos odia, no vamos a tener un juicio justo con un tribunal que además no es competente”.

Zarzalejos explicó que, aunque no iba a contar lo dicho dentro, pues la comisión es secreta, sí que podía decir que “lo que no son secretas, sino que son bien conocidas, son sus posiciones. Yo simplemente puedo decir que no encontré nada nuevo en lo que decían, en lo que han dicho públicamente, de modo que no revelo nada”.

De la Comisión de Justicia, una de las cosas que más ha llamado la atención a los presentes, fue que durante la puesta en común de las posturas de cada uno de los miembros de JURI, los eurodiputados de la Agrupación Nacional (Rassemblement national) de la ultraderechista Marine Le Pen cambiaron su posición inicial y, de pronto, se pusieron de lado de Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. De hecho,  las fuentes presenciales aseguraron que “no salían de su asombro”.

Por último, y en cuanto a la retirada, la historia de la Eurocámara no juega a favor de los europarlamentarios que se juegan su privilegio. En la legislatura pasada, sólo cinco de las 55 peticiones consiguieron mantener esta inmunidad. Y las cinco lo consiguieron amparándose en la libertad de expresión que tienen como eurodiputados.

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