Boye utiliza el «filibusterismo procesal» para evitar que Bruselas retire la inmunidad a Carles Puigdemont

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Ponsatí

Gonzalo Boye, el abogado del ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, y de los ex consellers Clara Ponsatí y Toni Comín, todos ellos fugados de la Justicia española por su vinculación con el procés, está, como explican las fuentes del Europarlamento consultadas por OKDIARIO, «utilizando el filibusterismo procesal» para evitar que les sea retirada la inmunidad. Según cuentan las fuentes, desde que el presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos (JURI) pusiera como fecha para que los tres fugados fueran a declarar, su letrado no ha dejado de enviar correos electrónicos con documentación para que sean traducidos.

Dichos documentos son, mayoritariamente, recortes de prensa, documentación de la Generalitat de Cataluña y diversas sentencias emitidas por juzgados españoles. Cientos de documentos que se agolpan en las bandejas de entrada de los miembros de la comisión a la espera de ser traducidos. Las fuentes explican que Boye sabe que sólo será traducido lo que el ponente de la comisión exija, pero el problema es que éste es el búlgaro Angel Dzhamnazki, por lo que no sería descabellado pensar que exija que todo sea traducido a los idiomas oficiales: el francés y el inglés.

Si finalmente Dzhamnazki optara por enviar a los traductores todo lo recibido, lo más probable es que se tenga que posponer la declaración ante la Comisión JURI de Puigdemont, Ponsatí y Comín.

Trílogos

Pero al tema de los cientos de papeles recibidos por la defensa de los tres fugados, se suma que el letrado que les representa ha amenazado con acudir al Tribunal de Luxemburgo, que podría anular la resolución que se adopte si la Comisión Juri no es presencial. Es decir, que acudan a una sala todos los miembros, algo que el Parlamento Europeo no está haciendo actualmente debido a la pandemia mundial de Covid-19.

Para evitar que esto ocurra, el presidente de la comisión, el español de Ciudadanos Adrián Vázquez, solicitará al Parlamento permiso para que todos los miembros puedan acudir presencialmente. Para conseguir que la Eurocámara le dé la razón, el presidente utilizará el precedente de los Trílogos.

Los Trílogos se reúnen cuando existe un conflicto de criterio entre el Consejo de Europa, el Parlamento y una comisión. La última vez que sucedió, y que sentó el precedente por producirse en plena pandemia, fue cuando hubo un encontronazo sobre si la negociación del Plan de Recuperación por el coronavirus debía, o no debía, ser presencial.

Finalmente, se decidió que la importancia era de tal calado que sí se admitía la presencialidad para dicha negociación. Adrián Vázquez quiere utilizar este precedente, aunque las fuentes consultadas «no las tienen todas consigo», porque creen que el Parlamento Europeo podría argumentar que aquel Trílogo sí era urgente, y el tema de Puigdemont, Ponsatí y Comín no lo es. La realidad, es que en menos de una semana se sabrá si los fugados pasan al segundo de los cuatro escalones de los que consta el proceso que podría quitarles la inmunidad y que, por tanto, abriría la puerta a una posible extradición a España.

El proceso

El proceso de retirada de la inmunidad consta de cuatro partes. En la primera, ya celebrada, los miembros de la comisión hicieron una toma de contacto en la que pusieron sobre la mesa sus posturas. En la segunda, la que ahora pende de un hilo, es en la que los interesados acuden, junto a su letrado, ante la comisión para explicar su situación. 

En una tercera fase, el ponente Angel Dzhamnazki deberá elaborar un informe en el que apoyará o no la retirada de la inmunidad de la que gozan como europarlamentarios los tres políticos catalanes. La cuarta, y última, es la más relevante, ya que el Europarlamento entero debe votar, a mano alzada, si retira o no es inmunidad.

La historia no juega a favor de aquellos europarlamentarios que se juegan su inmunidad. De hecho, en la legislatura pasada, sólo cinco de las 55 peticiones consiguieron mantener esta inmunidad. Y las cinco lo consiguieron amparándose en la libertad de expresión que tienen como eurodiputados.

Es más, como ya explicó OKDIARIO en exclusiva, la retirada conllevaría la caída de los argumentos que hasta ahora han esgrimido los tres políticos para conservar su inmunidad. Es decir, sus argumentos de que todo lo sucedido ha sido un «juicio político» y una «persecución por sus ideas del Gobierno español» quedaría en nada con la votación del Europarlamento, dejando sin el aval el discurso catalán.

Así, habría que añadir también que si el Parlamento Europeo tumba sus pretensiones, también acabaría con «el argumento de cara al recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, ya que Europa se habría pronunciado sobre el fondo del mismo al negar esa pretendida persecución política», explican a OKDIARIO fuentes jurídicas de toda solvencia.

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