Colau esquilma a los barceloneses: parquímetros más caros, tasas a los cajeros y por ocupar la calle
Más recaudación por parquímetros, cajeros automáticos o sanciones por incumplir las ordenanzas municipales.
Es lo que reflejan los próximos presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona, aún en borrador. En concreto, los ingresos por tasa de estacionamiento de vehículos ascienden a 37.348.753 euros en las últimas cuentas, dos millones más que en 2015.
125.000 euros al día de parquímetro
La política de Colau con la regulación del aparcamiento urbano ha sido objeto de las críticas de la oposición. El ayuntamiento anuló en 2016 la gratuidad del aparcamiento en zona verde y azul durante el mes de agosto, en vistas a favorecer el desplazamiento en transporte público. La medida provocó la reacción de los grupos. La recaudación vía parquímetro se ha convertido en una fuente de ingresos nada desdeñable para el gobierno municipal. Según cálculos de la oposición, de hasta 125.000 euros diarios.
Otro motivo de polémica es el plan del equipo de Colau para instalar unos parquímetros inteligentes, que identificarán si un vehículo es más o menos contaminante a través de su matrícula, lo que permitirá aplicar tarifas más caras a los que más contaminen.
Tasas por ocupar la vía pública
Otra de las fuentes de ingresos es la tasa por cajeros automáticos, cuya recaudación se ha cuadriplicado en los últimos dos años (73.000 euros en 2015 a los actuales 281.000). Se trata del polémico cargo que se implantó a los bancos por utilización del espacio público, y que luego fue imitado por otros ayuntamientos ‘del cambio’, como Madrid.
La política de Colau ha penalizado la ocupación de la vía pública, con distintas tasas. Por este concepto, el ayuntamiento recauda 3.202.000 euros, casi medio millón más que cuando llegó al poder.
El año pasado, el consistorio aprobó una nueva tasa para gravar las mudanzas y grúas con un mínimo de 86 euros únicamente por solicitar autorización y tres euros por metro cuadrado de vía ocupada, lo que provocó también airadas críticas del sector.
Las infracciones derivadas del incumplimiento de las ordenanzas municipales representan una buena parte de los ingresos. En concreto, 2.828.548,51 para el próximo ejercicio. Pese a que ahora recauda más que hace dos años, el ayuntamiento de Barcelona tiene ya un primer borrador para revisar la actual ordenanza de civismo.
En campaña, Colau anunció que esa norma se derogaría, aunque, finalmente, se inclina más por hacer un retoque, que se prevé este listo a mediados del próximo año.
El consistorio pretende reducir el importe de las sanciones y evitar criminalizar a los colectivos más vulnerables aunque aumentará las multas relacionadas con el turismo y el ocio.