Casado y Arrimadas invitados a la reunión anual del club Bilderberg que se celebrará en Suiza
La 67ª reunión del club Bilderberg se celebrará, en la localidad suiza de Montreux, desde el próximo 30 de mayo hasta el 2 de junio. Cerca de 130 participantes de 23 países diferentes han confirmado su asistencia: entre ellos los políticos españoles Pablo Casado, líder del PP, e Inés Arrimadas, portavoz nacional de C's.
Como cada año, el club Bilderberg invita a un grupo selecto de líderes políticos y expertos en diversos sectores como la industria, las finanzas, el mundo académico o los medios de comunicación, entre otros. Las lista completa de invitados se puede consultar en la página web oficial de la reunión, aunque la lista íntegra de asistentes se guarda bajo un estricto y férreo secreto.
Entre los invitados españoles de este año se encuentran el ejecutivo del grupo Prisa, Javier Monzón, y la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, además de los dos políticos antes mencionados, Pablo Casado e Inés Arrimadas. Entre la larga lista de invitados internacionales destacan el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y el CEO de la compañía aérea low cost Ryanair, Michael O’Leary.
Si bien Ana Botín ya ha participado en otras ediciones del club Bilderberg, y además forma parte del llamado ‘Comité de Organización’, este año será el primero que ejerza de anfitriona de los invitados españoles, tarea que desempeñaba Juan Luis Cebrián hasta este año. Cebrián no se encuentra en la lista de invitados difundida. En el caso de Arrimadas y Casado es la primera vez que reciben invitación a este club. Aunque no es la primera vez que Ciudadanos (C’s) o el Partido Popular (PP) cuentan con invitados a este exclusivo y hermético encuentro.
Hay que recordar que entre los invitados al encuentro del club Bilderberg, además de figuras relevantes en diversos sectores, también se invita a figuras emergentes en esos sectores. En atención a esa directriz fueron invitados, en ediciones anteriores, Soraya Sáenz de Santamaría, hoy alejada de la política y centrada en su carrera como abogada en Cuatrecasas, o María Dolores de Cospedal, teniendo en cuenta la sucesión en el PP; Luis de Guindos, actual vicepresidente del Banco Central Europeo; o el antes mencionado Albert Rivera, cuando su nombre sonaba como posible presidenciable.
En el encuentro de 2019, los temas que se tratarán (sin saber quiénes serán los ponentes dado el secretismo que rodea al encuentro Bilderberg) van desde el cambio climático hasta el futuro político y social de diversas regiones del mundo. En concreto, en el encuentro que arranca este jueves en un hotel de Suiza, se tratarán 11 temas. Según ha difundido la propia organización del encuentro, los asuntos sobre los que discutirán son los siguientes: un orden estratégico estable; ¿Qué sigue para Europa?; Cambio climático y sostenibilidad; China; Rusia; El futuro del capitalismo; Brexit; La ética de la inteligencia artificial; La Arponización de las Redes Sociales; La importancia del espacio; y las amenazas cibernéticas.
Fundada en 1954, la reunión del club Bilderberg se autodeclara como una conferencia anual diseñada para fomentar el diálogo entre Europa y América del Norte. Cada año, entre 120 y 140 líderes políticos y expertos de la industria, las finanzas, el trabajo, el mundo académico y los medios de comunicación están invitados a participar en la reunión. Alrededor de dos tercios de los participantes provienen de Europa y el resto de América del Norte; aproximadamente una cuarta parte de la política y el gobierno y el resto de otros campos.
La reunión de Bilderberg es un foro para discusiones informales sobre temas importantes. Las reuniones se llevan a cabo bajo la Regla de Chatham House, lo que en periodismo se conoce como ‘off the record’, que establece que los participantes son libres de utilizar la información recibida, pero no se puede revelar la identidad ni la afiliación de los oradores ni de ningún otro participante.
Gracias a la naturaleza privada de la reunión, los invitados participan en ella a título personal, dejando a un lado sus cargos oficiales, y por lo tanto no están obligados por las convenciones de su oficina o por los puestos acordados previamente. Como tales, pueden tomarse el tiempo para escuchar, reflexionar y recopilar ideas. No hay una agenda detallada, no se proponen resoluciones, no se toman votos y no se emiten declaraciones de política.