Carlos Orga (vocal del CGPJ): «No es positivo ni deseable que el fiscal general esté en esta situación»
"Somos críticos con la incorporación de jueces sustitutos porque no garantiza el mérito y la capacidad"
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El magistrado y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Carlos Orga (Zaragoza, 1967) hace balance en OKDIARIO del primer año del nuevo órgano de gobierno de los jueces tras su renovación. Se muestra muy satisfecho con los nombramientos realizados y deja recados al Gobierno de Pedro Sánchez y al fiscal general procesado.
PREGUNTA.- ¿Qué balance hace de este primer año del renovado Consejo General del Poder Judicial?
RESPUESTA.- Un balance muy positivo, tenemos la sensación de satisfacción por el deber cumplido. Nos enfrentábamos a una tarea singular: tomamos un Consejo que había estado paralizado durante varios años en materia de nombramientos. Hemos nombrado a 163 magistrados y magistradas, 135 de ellos por unanimidad, lo cual es un grado de acuerdo muy potente.
P.- ¿Qué destacaría de los nombramientos?
R.- Hemos duplicado el número de magistradas del Tribunal Supremo, que han pasado de 10 a 23. Hemos duplicado el número de presidentas de Tribunales Superiores de Justicia de 2 a 4, y el de presidentas de audiencias provinciales de 8 a 16. Hemos alcanzado casi un 43% de nombramientos de candidatas femeninas cuando había varios candidatos, cumpliendo lo que exige la ley como mínimo. Es una de las materias en las que mayor grado de satisfacción podemos mostrar como balance de este primer año.
P.- ¿El nombramiento de Pablo Lucas y Martínez Arrieta es por «dinámicas masculinas imperantes en la Justicia»?
R.- En absoluto. En el propio marco del Supremo la paridad ha estado garantizada con la elección de Isabel Perelló como presidenta frente a candidatos masculinos, con la elección de Concepción Ureste frente a otro candidato masculino. Pablo Lucas y Martínez Arrieta eran candidatos únicos en el momento final. No se puede dudar de la altura y excelencia de ambos candidatos. Martínez Arrieta es el número uno del escalafón y Pablo Lucas es una figura absolutamente destacada. Son nombramientos que no se podían dilatar más.
P.- ¿Qué les diría a las asociaciones judiciales que critican que unas han tenido más nombramientos que otras?
R.- Tenemos una responsabilidad de Estado global que tiene que conciliar en cada caso concreto el mérito y la capacidad, pero también globalmente un cierto equilibrio entre las diferentes sensibilidades y perspectivas. Creo que los nombramientos que hemos hecho, en general, pocos reproches se les puede poner desde esas perspectivas.
P.- En el panorama actual, ¿existe lawfare o guerra de jueces a políticos en España?
R.- Rotundamente no. El lawfare no existe en España. Decir lo contrario sería faltar a la verdad. Los jueces y magistradas se rigen exclusivamente por criterios absolutamente técnicos y jurídicos. Es muy visualizable: estamos viendo resoluciones que en ocasiones podrían considerarse favorables a determinadas posturas y en otras no. Desde la judicatura, son lecturas que nos son absolutamente ajenas.
P.- Pero sí ha habido críticas y señalamientos a jueces, ¿hay governmentfare?
R.- Si la presidenta Perelló ha tenido la necesidad de realizar discursos en defensa de la independencia judicial es porque ha habido descalificaciones que exceden de la crítica ordinaria y deseable de las resoluciones judiciales. Son manifestaciones que para el funcionamiento global del Estado de Derecho han excedido objetivamente de lo aceptable. Entre todos tenemos la responsabilidad de que no se vuelva a reproducir.
P.- ¿Qué va a sentir cuando vea la foto del fiscal general en la apertura del año judicial junto al Rey y la presidenta del Poder Judicial?
R.- No es una situación evidentemente positiva ni deseable que el fiscal general esté en esta situación. Globalmente todos podemos tener esa visión. A partir de ahí, lo que ha de prevalecer es la ley, el propio respeto institucional y la responsabilidad de todos para que sea un acto en el que tengamos la oportunidad de apreciar lo importante que es la presencia de Su Majestad el Rey y el apoyo que ha manifestado al Poder Judicial.
P.- El Ministerio de Justicia ha impulsado reformas muy controvertidas. ¿Cree que Bolaños busca controlar el Poder Judicial?
R.- Ha sido un año con muchas reformas de muchísimo calado. Tenemos que reflexionar si es el momento adecuado para abordar reformas de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que data del siglo XIX, o de la estructura judicial. Para reformas de tanto calado sería profundamente deseable que tuvieran el máximo consenso, porque deberían tener vocación de permanencia.
P.- ¿Qué opina sobre la propuesta de incorporar jueces sustitutos?
R.- Somos críticos con esa incorporación de jueces sustitutos porque creemos que no está suficientemente garantizado el control del mérito y la capacidad de esos potenciales candidatos. Lo comparamos con el sistema tradicional de oposición libre o el cuarto turno, que es la vía natural. Hemos sido todo lo expresivos que hemos podido en nuestra oposición a que esa reforma se implante de esta forma.
P.- ¿Cómo valora la reciente huelga en la Justicia donde se escuchaban cánticos de Peinado, amigo, estamos contigo?
R.- Tuvimos un pleno extraordinario monográfico sobre esta cuestión. El Consejo constatamos que no existe una base normativa actual en España que regule el derecho de huelga de los jueces y las juezas. En absoluto hicimos ningún pronunciamiento sobre si existía o no el derecho de huelga, aunque en nuestro propio pronunciamiento se partía del mismo. También quisimos destacar y respaldar la enorme labor que realiza cada juez y magistrada en España.
P.- ¿Es viable una reforma del CGPJ tras los informes elaborados?
R.- Formé parte del grupo de trabajo y he mostrado mi frustración por no haber sido capaces de culminar un único informe. No fue posible llegar a una propuesta consensuada. Mostramos con transparencia dos concepciones diferentes que no fuimos capaces de conciliar. La responsabilidad final no es del Consejo, sino del Poder Legislativo.
P.- Para terminar, ¿qué nota le daría al funcionamiento del nuevo Consejo?
R.- No me atrevería a poner una nota, pero la sensación desde dentro es de satisfacción y mucha ilusión por seguir trabajando. La percepción que nos llega desde la sociedad, la carrera y el mundo jurídico no es negativa, sino todo lo contrario. El papel de la presidenta Isabel Perelló ha sido muy destacado, tanto en defensa de la independencia judicial como en la búsqueda de consensos y unanimidades.