La cárcel en la que está preso Zaplana sólo tiene activos 4 médicos de los 23 que necesita

La cárcel alberga a más de 2.000 presos

De los 9 médicos en plantilla, 5 están de baja

Eduardo Zaplana
Eduardo Zaplana. (Foto. PP)

La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) ha criticado la «gran falta de personal» sanitario en las cárceles valencianas, y ha informado de que en Picassent (Valencia), donde está internado Eduardo Zaplana, «tendría que haber 21 médicos, más un subdirector médico y un subdirector médico adjunto», pero «de esos 23 solo hay nueve, de los que cinco están de baja médica».

Así lo han explicado fuentes del sindicato, que han detallado también que tendría que haber 19 auxiliares de enfermería, pero hay 14, y cuatro de ellos con «adaptación del puesto de trabajo por razones de salud», por lo que «quedan 10 para el reparto de los tratamientos que se prescriben». La cárcel alberga a más de 2.000 presos, según han recordado.

Acaip ha insistido en que «hay una falta muy grande de personal sanitario, sobre todo de médicos y auxiliares de clínicas», una situación que no solo se limita al centro penitenciario de Picassent. «Cuando tienes esa falta de personal, todos los tratamientos se terminan trasladando, pero no con la misma efectividad», ha apuntado.

De la misma forma, ha destacado las «quejas» de algunos internos porque, desde principio de julio, se ha dejado de realizar consultas médicas en los módulos y solo se atienden las urgencias.

En este contexto, ha criticado que «como no hay médicos para valorar qué es o no urgencia» es el personal de vigilancia el que hace un «ese triaje, cuando no están capacitados». Se trata, ha indicado, de una «responsabilidad que no les corresponde».

«En enfermería tienen mejor atención»

Asimismo, preguntado por el caso concreto del expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana, interno en el módulo de enfermería, después de que su abogado reiterase la petición de libertad y remitiese un informe del Hospital La Fe este jueves que alerta de su «deterioro» y «riesgo vital», ha apuntado que «los internos que están en enfermería tienen una mejor atención, pero si no hay personal esta se tiene que ver resentida lógicamente».

El informe sobre Zaplana señalaba que no se puede asegurar que «los cambios continuos de tratamiento que se realizan en todas las visitas a este centro se actualicen de forma inmediata en el centro penitenciario» por la carencia de facultativos. El documento apuntaba directamente a las denuncias de Acaip sobre las pérdidas de plantilla en el centro donde se encuentra Zaplana.

No obstante, el sindicato ha insistido en que la decisión sobre su libertad por motivos de salud le corresponde a la autoridad judicial, por lo que quiere desvincular su denuncia al caso concreto del expresidente de la Generalitat y a las consecuencias que pueda tener la situación de Picassent en la salud de Zaplana.

En Picassent hay más de 2.000 internos, y un «grandísimo porcentaje» recibe tratamiento medico, por lo que «estas carencias repercuten en que el tratamiento no se pueda hacer de manera inmediata», ha añadido.

Sólo un médico de guardia

Sobre cómo las carencias de personal pueden afectar al tratamiento de los reclusos en Picassent, el sindicato se ha referido a un escrito presentado por los médicos de las instituciones el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria a principios del pasado julio. El texto, ha explicado, hacía alusión al «gran porcentaje» de internos que presentan necesidades especiales de atención médica.

El documento, en concreto, destaca a los presos con enfermedades psiquiátricas, los ancianos con patologías crónicas, los pacientes de enfermedades como VIH o hepatitis C, las mujeres embarazadas y, también, loa internos con enfermedades oncológicas.

Los facultativos denunciaban que la situación de la plantilla no es solo un problema laboral, ya que conlleva el «menoscabo de las condiciones físicas y psíquicas profesionales» del personal, que «repercute de forma desfavorable a la atención de los internos».

Este escrito también hace hincapié en que, «ahora mismo, solamente hay un médico de guardia para todo el centro», cuando «normalmente siempre ha habido dos», y las instalaciones de la cárcel valenciana constan de «dos unidades arquitectónicas muy separadas», por lo que para acudir de una a otra se puede tardar entre 15 o 20 minutos, que puede ser la «diferencia entre el éxito o no éxito» en la atención al interno.

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