Buckingham no informó al Gobierno del cambio en el protocolo que sentaba a Felipe VI y su padre juntos
La última comunicación que tuvo Moncloa, respecto al protocolo que se emplearía durante el funeral de la Reina Isabel II de Inglaterra, es que se optaría por separar a monarcas reinantes de los no reinantes. Pero fuentes gubernamentales no descartan que el Palacio de la Zarzuela sí hubiera tenido información en las últimas horas. Fue al principio de las conversaciones. Así pues, pese a la incomodidad que generó en ambas instituciones la asistencia de Juan Carlos I, confirmada el pasado lunes, Pedro Sánchez y Felipe VI respiraban tranquilos porque no tendrían la foto que tanto les estaba costando evitar. Pero un cambio de última hora del palacio de Buckingham ha sentado juntos a los cuatro representantes del Estado. Se propiciaba así la foto de Felipe VI junto a su padre dos años después de la última instantánea y la fuga del emérito de nuestro país. Algo que no ha gustado nada en Moncloa.
El nuevo seatting, que según fuentes de Exteriores no conocía el Gobierno a través de la Embajada en Reino Unido -quien se encargaba del contacto, aunque todo iba a cargo de Buckingham-, ha dejado en estado de shock al Gobierno. Ayer mismo, ni 24 horas antes, miembros del Ejecutivo descartaban tajantemente en privado que esa foto se fuese a producir. Afirmaban, con mucha seguridad, que Reino Unido les separaría a la hora de sentarse en la abadía. Las mismas fuentes no descartan que el desconocimiento del Gobierno, sobre este cambio, sea fruto del caos generalizado. Hasta última hora, por ejemplo, no se confirmó el orden de las visitas en la capilla ardiente o sobre las personas que asistirían al entierro en Windsor, donde a última hora invitaron a Felipe VI.
De esta forma, pese a los esfuerzos realizados por ambas instituciones para alejar lo más posible a Juan Carlos I de los actuales monarcas, el cambio protocolario de última hora los ha dejado sin efecto. Pero con el Ministerio de Exteriores dando por válida la comunicación de hace apenas una semana, y sin hacer un seguimiento de la cuestión -pese a los muchos fallos que se han ido produciendo-, el funeral de la prima del ex jefe del Estado español ha permitido tener la foto más buscada en España desde agosto de 2020. Cuando el emérito viajó a España este verano, Zarzuela prohibió la difusión de cualquier foto familiar, ni en el almuerzo ni en el interior de la Casa del Rey.
Representación
El lugar en el que la Casa real británica ha sentado finalmente al padre de Felipe VI deja en evidencia también al Gobierno. Pues desde el pasado lunes, cuando confirmó su intención de aceptar la invitación el emérito, Moncloa venía repitiendo que atendía a «una invitación personal». El protocolo británico les ha desmentido, pues ha considerado a los antiguos jefes de Estado españoles miembros de la Familia Real -motivo por el cual fueron invitados- y en consecuencia representantes institucionales de España. Aunque Juan Carlos I tuvo que viajar desde Abu Dabi a Londres en un avión privado pagado por un amigo ante la negativa del Gobierno a ponerle un avión del Ejército a su disposición como es habitual en los desplazamientos en los que representa al Estado.