Bárcenas ejerce de guía carcelario con Lopez Viejo y Ortega en un módulo para mayores sin adicciones
El extesorero del PP, Luis Bárcenas, está ejerciendo de «guía carcelario» en la prisión madrileña de Soto del Real con el exconsejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, Alberto López Viejo y el exalcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega. Tras ser condenados a 33, 31 y 38 años de cárcel, respectivamente, los tres han ingresado en el módulo 1 reservado a presos primarios mayores de 45 años sin adicciones.
Según las fuentes consultadas por OKDIARIO, los tres exdirigentes del PP están pendientes aún de clasificación inicial, por lo que podrían ser trasladados a otro módulo en Soto o incluso a otra cárcel en un plazo de 2 meses. En este penal madrileño ingresan principalmente presos preventivos. Bárcenas ha vuelto a la cárcel 3 años y medio después, tras abandonar esta misma prisión en la que permaneció un año y siete meses.
Las mismas fuentes explican que el centro habría permitido a Bárcenas compartir módulo con López Viejo y Ortega con el objetivo de ejercer de «guía carcelario» y ayudarles a adaptarse a su nueva vida en prisión. El extesorero popular por su experiencia previa habría ingresado probablemente en otro módulo.
En el módulo 1 suelen entrar reos que no cuentan con otras condenas o ingresos en prisión, es decir, son presos primarios. Además, el perfil se corresponde con el de mayores de 45 años y sin problemas de drogadicción o alcoholismo para evitar cualquier percance o conflicto.
En el citado módulo, permaneció durante unos meses el expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, tras ser encarcelado por orden de la titular del Juzgado Central de Instrucción nº 3 de la Audiencia Nacional Carmen Lamela. El pasado 2 de mayo, Sànchez era trasladado junto al expresidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, al privilegiado módulo 10 de estudiantes. También en este mismo módulo de Soto del Real permanece encarcelado el expresidente del F.C. Barcelona, Sandro Rosell.
La presidenta de la Sala Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional, María José Rodríguez Duplá y los magistrados Ángel Hurtado y Julio de Diego, acordaban el ingreso en prisión incondicional de Bárcenas, López Viejo y Ortega tras la solicitud de la Fiscalía Anticorrupción. Posteriormente, el Tribunal Supremo tendrá que resolver los correspondientes recursos de casación y ratificar o no las condenas impuestas.
Precisamente, la Audiencia Nacional mandaba a la cárcel este miércoles a Rosalía Iglesias, mujer del extesorero del PP Luis Bárcenas y a Jesús Sepúlveda, exmarido de Ana Mato. Ambos eran trasladados a Soto del Real después de que el tribunal de Gürtel les impusiera prisión eludible bajo fianza de 200.000 euros y de 100.000 respectivamente. Rosalía Iglesias era trasladada directamente al módulo de mujeres, donde actualmente están internas un total de 72 mujeres, entre reclusas penadas y preventivas.
Cuando ambos depositen la fianza exigida, quedarán el libertad con medidas cautelares consistentes en la retirada de pasaporte, la prohibición de salida del territorio y las comparecencias quincenales en el Juzgado.
La vida en Soto del Real
La prisión madrileña de Soto del Real fue construida en 1995 y dispone de unas 1.000 celdas, de las que una treintena corresponden al módulo de ingresos y el resto a celdas ordinarias. Las celdas son de 10 metros cuadrados y disponen de ducha, baño propio y mesa de estudio.
Cada interno cuenta además con la posibilidad de adquirir un televisor. El centro está dotado de espacios comunes como un polideportivo, un salón de actos, una capilla y diferentes habitaciones donde se realizan talleres. El penal cuenta con 14 módulos ordinarios, además del módulo de ingresos, el módulo de aislamiento y el edificio de enfermería. Cada módulo a su vez cuenta con 72 celdas, el comedor, una sala de estar y un pequeño gimnasio.
Los presos disponen de diez llamadas de cinco minutos a la semana, aunque previamente tienen que comunicar los diez números de teléfono de las personas con las que quieren hablar. Una vez en prisión, los reos pueden desempeñar distintas funciones o trabajos denominados ‘destinos’.