Diez años después del 15-M

Banderas republicanas, yayoflautas y un grupo de nostálgicos del 15M celebran su 10º aniversario en Sol

De aquel fenómeno primaveral no quedan más que las ensoñaciones de acabar con la Monarquía y el espíritu de la Transición

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Concentración en la Puerta del Sol en el décimo aniversario del 15M. (Imagen: Francisco Toledo)
Segundo Sanz

Diez años después del 15M, la acampada que reunió en Madrid a los autodenominados indignados con la clase política, la partitocracia, el parlamentarismo, el régimen del 78 o el capitalismo, la Puerta del Sol apenas ha recibido a decenas de nostálgicos para conmemorar la efeméride. Congregados en torno a la salida del metro, conocida como el pez de cristal, han dado lectura a un manifiesto «antifascista», han cantado contra los bancos y han ondeado banderas republicanas. Todo ello, con los jerarcas populistas que buscaron rentabilizar el movimiento intentado mantener viva, desde sus casoplones, una llama ya abrasada por la extrema hipocresía.

Si el 15M fue una expresión «apartidista» y «sin símbolos», según sus promotores, este sábado ha quedado claro que del fenómeno primaveral no quedan más que las ensoñaciones de acabar con la Monarquía, dinamitar el espíritu de la Transición e izar la tricolor. Y así, la presencia de veteranos comunistas y yayoflautas (activistas en defensa de las pensiones) era bien visible. Sin embargo, ¿qué fue de ‘Juventud sin Futuro’, uno de los colectivos promotores y después trampolín podemita a la casta?

En el manifiesto leído hoy, las plataformas convocantes, con ‘Democracia Real Ya’ a la cabeza, han reconocido su fracaso: «Es cierto que vivimos momentos duros». Con todo, persisten en tratar de resucitar al muerto, al que perdió toda credibilidad: «La mafia bancaria-empresarial ha empezado a desempolvar sus fascismos para tratar de perpetuarse en le poder. Quieren que caigamos en el desánimo y dejemos de creer que ¡Sí se puede! pero con muchas no lo van a lograr», aseguran, a modo de autoconvencimiento.

Desde su chaletazo en Galapagar, la que fuera portavoz de la PAH, otro colectivo implicado en el 15M, y hoy ministra de Igualdad, Irene Montero, ha intentado también vender lo que no es sino humo: «El 15M inició grandes cambios en nuestro país y desnudó a las élites económicas, mediáticas y políticas de entonces. 10 años después, a pesar de la reacción de las viejas élites, los nuevos cambios que necesita España están más cerca. Seguimos», ha afirmado en las redes sociales.

También la sucesora del derrotado Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, a través del mismo canal, se ha afanado en levantar el ánimo de los quincemayitas melancólicos: «Aquel histórico movimiento de dignidad y voluntad colectiva, consagrado en las plazas de este país, cumple 10 años. El 15M es como el viento: no pertenece a nadie, pero su fuerza y energía colectiva impulsan los cambios que nuestra sociedad aún afronta y exige», ha apostillado.

«Estrella fugaz» 

Por su parte, desde el PP, su número dos, Teodoro García Egea, ha subrayado que el movimiento del 15M «nació en Sol, pero se quedó en estrella fugaz». Tanto que lo único que queda, ha aseverado, es la imagen de «un Pablo Iglesias, sin coleta, leyendo un libro».

«El 15M nació en Sol, pero quedó en estrella fugaz cuando todos aquellos que se sentaron en la Puerta del Sol se sentaron en el Consejo de Ministros, cambiaron el suelo frío de la Puerta del Sol, por el suelo cómodo de sus poltronas y a partir de ese momento se olvidaron de la gente», ha sentenciado.

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