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El Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha revocado el tercer grado que el Gobierno vasco de Íñigo Urkullu había concedido al preso de la banda terrorista ETA Aitor Esnaola. Se convierte de esta forma en el quinto preso etarra en volver a la cárcel tras anularse su progresión de grado desde que el Gobierno vasco gestiona la política penitenciaria.
El Ejecutivo autonómico de Urkullu asumió hace un año la gestión de las cárceles vascas. Desde entonces, ha concedido 29 terceros grados a presos etarras y la Fiscalía ha recurrido 21, según los datos proporcionados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
Hasta el momento, la Audiencia Nacional ha aceptado cinco recursos de la Fiscalía al entender principalmente que no había una petición expresa y clara de perdón hacia sus víctimas por parte del preso de la banda terrorista.
Aitor Esnaola recibió el tercer grado el pasado mes de mayo tras haber pasado 11 años y medio en prisión. Desde 2020 cumplía su condena en la cárcel de Martutene de San Sebastián, donde volvió a ingresar este miércoles al revocarse su progresión de grado, según informa la asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat.
El etarra fue detenido en 2011 junto a su hermano. Se le incautó un total de 1.600 kilos para fabrica bombas que tenía guardados en domicilios familiares y en tres zulos. Por este motivo, la Audiencia Nacional lo condenó en 2013 a 27 años de prisión al considerar probado que formó parte del comando Erreka de la banda terrorista ETA, al menos desde 1998 hasta su detención. El tribunal explicó que tenía «una vinculación de forma estable y permanente» con la banda y que tenía «vías de comunicación» con miembros de la organización terrorista en Francia. También argumento que sus funciones eran la «custodia de material explosivo, la preparación de artefactos y la tenencia de armas de fuego».
Al igual que Esnaola, otros cuatro reclusos de la banda terrorista han tenido que volver a prisión después de que la Audiencia Nacional fallara en contra de la decisión del Ejecutivo vasco de concederles el tercer grado penitenciario.
Los otros presos
El pasado mes de junio se revocaron los terceros grados de Gorka Martínez Ahedo y de Iñaki Bilbao, que ahora continúan cumpliendo su pena como internos de la cárcel de Basauri (Vizcaya).
De manera más reciente, Xabier Atristain tuvo que volver a ingresar en Martutene el 14 de octubre y este pasado martes lo hizo Mikel San Argimiro, también preso en la cárcel donostiarra.
Etxerat subraya que en estos cinco casos la Junta de Tratamiento se había mostrado favorable a la obtención del tercer grado y que por tanto se «cumplían los requisitos» para la progresión de grado. La asociación proetarra informa además de que la Audiencia Nacional aún debe decidir sobre otros siete recursos a terceros grados a etarras.
El pasado martes, a raíz de las últimas revocaciones por parte de la Audiencia Nacional, el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, defendió la profesionalidad con la que el Ejecutivo autonómico decide sobre las solicitudes de progresión de grado y recalcó que siempre actúa «con criterios técnicos y argumentos jurídicos».