VÍCTIMAS DE ETA

Un documento del Gobierno admite que hay que condecorar a las víctimas de ETA en público para no dañarlas

El Gobierno admite que hay que condecorar a víctimas de ETA en público
Víctimas de crímenes sin resolver de ETA.
Pelayo Barro

El Gobierno de Pedro Sánchez admitía sin ambages que no entregar en un acto público las condecoraciones a las víctimas de ETA provocaría un daño al mismo reconocimiento de su sufrimiento. Así figura en un documento del Ministerio del Interior fechado en agosto 2018, poco después de la llegada de Sánchez a Moncloa, en el que se insta a organizar «actos conmemorativos» en los que las medallas les sean entregadas a sus beneficiarios. Aun así, como ha informado OKDIARIO, las víctimas están recibiendo sus reconocimientos por correo postal.

Un paquete con una carta y un estuche en su interior. Y en él, la insignia de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo, la condecoración que otorga el Gobierno a los familiares de los asesinados por ETA y por otros grupos terroristas. Es lo que se encontraron este miércoles en sus domicilios algunas víctimas del terror etarra, que no salían de su asombro por la falta de voluntad del Ejecutivo para organizar un acto público para entregarles esa distinción.

La actitud del Gobierno de Sánchez en este asunto contraviene incluso lo que sostuvo el Ministerio del Interior tan sólo dos meses después de la llegada al cargo de su actual titular, Fernando Grande-Marlaska. Tal y como ha podido comprobar OKDIARIO, un documento con membrete de Interior reconoce la necesidad de que esas condecoraciones se entreguen en actos públicos. Si no, se estaría produciendo un daño a las propias víctimas.

«Los beneficiarios de las insignias vienen reclamando insistentemente su entrega e imposición por parte de los representantes públicos. Esta reclamación es justa y debe ser atendida, puesto que, de otro modo, el reconocimiento honorífico tanto del Estado, como de la sociedad española en general, que implica la concesión de la insignia en favor de quienes han sufrido las consecuencias de los atentados terroristas quedaría seriamente dañado», figura textualmente en la memoria justificativa por la que Interior daba luz verde a la adquisición de 700 de estos reconocimientos para las víctimas del terrorismo.

Insiste el documento en que «por ello resulta necesario proceder a la adquisición de un número significativo de medallas, que permita la entrega progresiva a sus titulares en actos conmemorativos y otros organizados en las Delegaciones del Gobierno».

Por correo

Tal y como ha informado OKDIARIO este jueves, familiares de las víctimas de ETA han recibido por correo la condecoración con la que el Gobierno reconoce su sufrimiento. Moncloa, de quien depende la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo, se ha ahorrado así organizar un acto público de entrega, como venía siendo habitual.

El paquete postal en el que han recibido la insignia venía acompañado de una breve carta firmada por la Subdirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo: «Me complace enviarle la medalla correspondiente a la insignia de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo que le ha sido concedida, con la que la sociedad española rinde testimonio de honor y memoria a todos aquellos que han padecido directamente la violencia terrorista».

Una de las víctimas que ha recibido este reconocimiento por vía postal ha sido Maite Araluce, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). El 4 de octubre de 1976, José María, su padre y presidente de la Diputación de Guipúzcoa, volvía a comer a su domicilio cuando tres terroristas le acribillaron a balazos. Su hija, hoy condecorada y entonces con 15 años de edad, lo vio todo desde el balcón de su casa.

Tres individuos que fingían esperar al autobús en una parada cercana se le acercaron y comenzaron a dispararle con subfusiles. Más tarde se encontraría en el lugar cerca de un centenar de casquillos. Aquella descarga mató también a su chofer y a los tres policías que le escoltaban. El estruendo de las detonaciones provocó que Maite, entonces de 15 años, se levantase de la mesa en la que almorzaba para asomarse corriendo a la terraza y comprobar, en vivo, cómo ETA estaba acribillando a su padre.

«Es muy triste que el reconocimiento de Interior por ser víctima del terrorismo te lo envíen por correos. Ni un acto de reconocimiento, ni una entrega digna… Mientras tanto, se permite que a los terroristas se les hagan actos de recibimiento y homenajes», ha criticado la propia Araluce tras recibir el paquete postal.

«Memoria»

El envío por correo postal de las medallas se produce tan sólo dos días después de que el Gobierno, representado por Pedro Sánchez y con la presencia de 17 ministros, organizase el acto en homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo. El primero en base a la nueva Ley de Memoria que el PSOE ha pactado y aprobado con EH Bildu.

Las víctimas de ETA, mientras, recuerdan que siguen sucediéndose los homenajes públicos a terroristas, los mismos que Fernando Grande-Marlaska define como simples «concentraciones».

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