Artur Mas conservará el escaño para permanecer aforado ante los casos de corrupción
Artur Mas ha confirmado que conservará su escaño en el Parlament, aunque ha asegurado que no espera ningún cargo público a cambio de renunciar a la Presidencia de la Generalitat: «Siempre he dicho que o seré presidente, o ex presidente», ha afirmado durante la rueda de prensa ofrecida en el Palau de la Generalitat.
Lo cierto es que continuar ocupando su escaño en la Cámara autonómica le permitirá seguir aforado ante la Justicia: su imputación deberá resolverse siempre en primera instancia en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), donde encontrará un ambiente menos hostil que en la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo.
Mas declaró el pasado 15 de octubre ante el TSJC, como imputado por organizar el referéndum ilegal de independencia del 9N. Aprovechó para convertir el acto en un auténtico desafío a la Justicia, ya que acudió a las puertas del juzgado acompañado por 400 alcaldes de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI).
Como ha informado Okdiario, durante el interrogatorio admitió que gastó 3 millones de euros en la organización de la consulta ilegal. En este causa, está acusado de los presuntos delitos de desobediencia, prevaricación y malversación.
Acusado de rebelión y sedición
Pero su calendario judicial no acaba aquí. También puede ser imputado ahora en la querella que Manos Limpias ha interpuesto contra él, contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y el portavoz de la CUP, Antonio Baños, como autores de los presuntos delitos de rebelión y sedición por impulsar la declaración independentista del Parlament.
Aunque lo que más preocupa al entorno del todavía president en funciones es que finalmente pueda quedar imputado en varias de las causas abiertas por la corrupción de su partido, CDC, cuyas sedes permanecen embargadas. De ahí la decisión de Mas de conservar el aforamiento judicial que le facilita el escaño, desde el que podrá mover los pasos del nuevo president, Carles Puigdemont.
Las fuentes consultadas por Okdiario no descartan que Mas compatibilice el escaño en el Parlament con su elección como senador por designación autonómica. En Junts pel Sí dan por seguro que asumirá un papel representativo de Cataluña para vender el proyecto de independencia en el exterior. Todo ello, a pesar de que hasta ahora han fracasado todos sus intentos de implicar a la Unión Europea en el proceso.
Artur Mas ha intentado aferrarse a la Presidencia de la Generalitat hasta el último minuto. Pero finalmente ha decidido ceder ante la presión de ERC y de varios miembros de su propio partido, para evitar la convocatoria de unas elecciones en las que CDC habría quedado convertido en una fuerza prácticamente minoritaria en el Parlament.
El suicidio de las elecciones anticipadas
Según una encuesta interna realizada la semana pasada, CDC se convertiría en el cuarto partido de la Cámara autonómica, con tan sólo 19 escaños, en caso de celebrarse elecciones anticipadas en Cataluña. Sólo por delante del PSC y el PP.
En Comú Podem, la marca blanca de Podemos liderada por Ada Colau, se convertiría en la fuerza más votada, seguida de ERC (que aspiraba a recoger el voto desencantado de la CUP) y Ciudadanos.
El resultado de este sondeo llevó a varios líderes de CDC a presionar a Artur Mas para que consumara su sacrificio, ante el riesgo de que el partido que ha gobernado Cataluña durante más de dos décadas se convirtiera en una fuerza irrelevante.
Las fuentes consultadas señalan que uno de los dirigentes de CDC que han liderado este motín interno es Felip Puig, a pesar de que la CUP mantiene su veto a que pueda formar parte del nuevo Govern, por la virulencia con la que los Mossos d’Esquadra actuaron contra los antisistema durante su etapa como conseller de Interior.