Smithsonian Folklife Festival

Torra gastó 650.000 euros en montar el ‘show’ en EEUU en el que se enfrentó con Morenés

Quim Torra
Quim Torra, presidente de la Generalitat de Cataluña. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El presidente catalán, Quim Torra, destinó 650.000 euros para llevar su propaganda independentista a EEUU en el marco del Smithsonian Folklife, un festival folk celebrado en Washington a finales de junio en el que también participó el entonces embajador español Pedro Morenés. Los discursos cruzados de ambos provocaron una enorme tensión a cuenta de la crisis catalana.

El 12 de junio, el Govern aprobó una transferencia de créditos presupuestarios para destinar esa cantidad al Instituto Ramón Llull, encargado de organizar la participación de Cataluña en el festival.

La cita resultaba prioritaria para los dirigentes independentistas, en vistas a llevar su mensaje a EEUU y más aún considerando la presencia de Morenés.

En su discurso, Torra criticó la existencia de «presos políticos», habló de «represión» por parte del Estado español y reprochó el «exilio» del expresidente Carles Puigdemont. Sus declaraciones llevaron a Morenés a desmentirle punto por punto, a lo que Torra-y su delegación, de un centenar de personas-respondieron abandonando el lugar. La tensión fue tal que organización del festival decidió suspender los discursos previstos para el día siguiente para evitar una nueva confrontación.

En su discurso, Torra aprovechó para, en inglés, arremeter contra el procesamiento judicial contra los acusados de rebelión y malversación, y lamentó la existencia de miembros del Gobierno «en el exilio», en referencia a los prófugos de la Justicia.

A continuación, Morenés destacó que Cataluña «goza ahora de la etapa de mayor autogobierno, mayor libertad y mayor prosperidad de la historia» en el contexto del sistema «autonómico» nacido en la transición democrática española, y recordó que  «es uno de los más descentralizados del mundo, más incluso que algunos Estados que se etiquetan como federales». En este sentido,

El embajador citó diversos reconocimientos internacionales de la calidad democrática en España, como el de la organización Freedom House, The Economist Unit y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. También recordó que la Constitución de 1978 fue aprobada con el 88,45% de los votos a favor, un porcentaje que llegó al 90% en Cataluña.

«Por eso, con hechos y datos, permítanme que corrija esta propaganda que difunde el Sr. Torra, porque nuestros amigos americanos gustan de tener datos y hechos para aseverar sus opiniones», añadió. «En España no hay presos políticos. No lo digo yo. Lo han dicho los informes de Amnesty Internacional y Human Rights Watch. Hay unos políticos que, a pesar de haber sido reiteradamente advertidos por sus propios servicios jurídicos, decidieron retorcer el Reglamento del Parlamento y violar el estatuto de Autonomía de Catalunya y la Constitución. Si se permitiera hacer política fuera de la ley, violando la ley, se acabaría la democracia. Y por eso actúan los jueces: para defender la democracia y el Estado de Derecho. Por eso hay políticos en prisión: por violar las leyes».

«Sr. Torra, su petición de autodeterminación no tiene eco en este escenario. Debe recordar que la mayoría de la población catalana no vota a favor de posiciones secesionistas. Respete Vd. a la mayoría, es un principio de la democracia y gobierne para todos, no sólo para los suyos. Porque los catalanes no independentistas resulta que existen, que son libres y merecen su respeto», concluyó Morenés.

Las provocaciones de la Generalitat no se quedaron solo en el discurso de Torra. El programa cultural incluyó también una actuación musical cuya letra defendía la «libertad» y el «derecho a decidir». 

El Smithsonian es un foro apreciado por su gran visibilidad y por el eco que acostumbran a tener sus invitados. Se trata de un evento cultural en el que participan distintas regiones, lo que lo convierte en un escaparate para sus reivindicaciones políticas.

No obstante, el clima de la participación de Torra desagradó a la organización, que se vio obligada a desmarcarse a través de un comunicado en el que rechazaba cualquier vinculación ideológica

«Los comentarios realizados durante el evento no representan al Smithsonian ni al Festival Folklife. El Smithsonian no toma ninguna posición respecto a la actual situación política en Cataluña y España», destacó.

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