La Unión Europea y Londres apuran los plazos para cerrar un acuerdo post Brexit
La Unión Europea (UE) y el Reino Unido continúan este sábado las negociaciones para cerrar un acuerdo que regule sus relaciones comerciales tras el Brexit, mientras está cada vez más cerca la fecha límite del domingo a media noche impuesta por la Eurocámara, aunque ni la Comisión ni los Estados miembros han asumido por el momento.
Los problemas para cerrar un pacto se han centrado en las últimas horas en la pesca. Este sector tiene muy poco peso en la economía del Reino Unido, pero encierra el control del acceso a las aguas británicas, algo que sí es vital para los británicos puesto que supone un símbolo de la recuperación de la soberanía del país tras la ruptura con la Unión Europea.
El negociador de la UE, Michel Barnier, ya señaló el viernes en el Parlamento Europeo que iba a retomar las conversaciones con el equipo británico para realizar «un último intento de encontrar un acuerdo aceptable, especialmente, sobre la pesca». «No estamos seguros de lograrlo si cada uno no hace un esfuerzo real y concreto para encontrar un compromiso», apuntó.
Sobre el control de las aguas, Barnier señaló que era «una de las grandes dificultades actuales de la negociación». Explicó que aceptaba las pretensiones de Gran Bretaña. «Pero si el Reino Unido quiere, tras un periodo de ajuste creíble y suficiente, poder cortar el acceso a sus aguas para los pescadores europeos en cualquier momento, la Unión Europea debe tener también un derecho soberano de reaccionar o de compensar, ajustando entonces las condiciones de acceso a su mercado para el conjunto de productos y, sobre todo, para los productos de pesca», argumentó Barnier.
Barnier: «No sería justo que los pescadores europeos sólo tuvieran en aguas británicas derechos transitorios mientras que el resto del acuerdo, en particular para las empresas británicas, permanecería estable»
«No sería ni justo ni aceptable que los pescadores europeos sólo tuvieran en las aguas británicas derechos transitorios, que se evaporasen un día, mientras que el resto del acuerdo, en particular para las empresas británicas, permanecería estable», recriminó el negociador de la Unión Europea.
Impacto en la pesca española
Actualmente, nueve flotas de la UE pescan en aguas británicas: España, Francia, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Dinamarca, Irlanda, Suecia y Polonia. Obtienen en esa parte del mundo el 40% de las capturas de la flota europea.
En concreto, España se juega 9.000 millones de toneladas de pescado, principalmente merluza, gallo y rape, que están valoradas en unos 27 millones de euros. Esas 9.000 toneladas apenas representan un 1% sobre el total de capturas de la flota española, según datos de la patronal de armadores Cepesca.
Por zonas, los buques pesqueros españoles son principalmente gallegos, vascos, cántabros y asturianos. Dan empleo a 2.150 tripulantes y generan alrededor de 10.750 empleos directos e indirectos.
Por zonas, los buques pesqueros españoles son principalmente gallegos, vascos, cántabros y asturianos. Dan empleo a 2.150 tripulantes y generan alrededor de 10.750 empleos directos e indirectos
El objetivo de las negociaciones es llegar a un acuerdo que permita a la flota de la UE seguir faenando en esas aguas y a los británicos continuar vendiendo sus productos pesqueros en territorio comunitario, sin aranceles ni impuestos en las fronteras. Actualmente los británicos venden alrededor del 80% de su producto a sus antiguos socios de la Unión, algo que está en peligro si ambos bloques empezasen a comerciar bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con nuevos aranceles y barreras a los intercambios, si finalmente no hay un acuerdo.
El no acuerdo es muy posible
Ese no acuerdo no está muy lejos. Fuentes británicas han explicado este sábado las posiciones entre Londres y Bruselas permanecen «muy distanciadas» en las negociaciones, según señala la Agencia EFE. Desvelan que hay «significativas cuestiones pendientes» sobre pesca y subsidios, por lo que el resultado «más probable» es no lograr un acuerdo.
Estas fuentes han insistido en que el Reino Unido no puede ser el «el único Estado costero independiente del mundo incapaz de controlar sus aguas durante un periodo prolongado y hacer frente a cuotas pesqueras que perjudican enormemente su propia industria».
Estas declaraciones ponen de manifiesto que la fecha límite marcada por el Parlamento Europeo para la medianoche del domingo pueda ser insuficiente. Aunque los países no la han asumido, las fechas harían imposible técnicamente que a la Eurocámara le diera tiempo para hacer el escrutinio del pacto previo a su ratificación.
Los líderes de los grupos parlamentarios aseguraron el viernes estar «preparados para organizar un pleno extraordinario hacia finales de diciembre en el caso de que se llegue a un acuerdo antes de la medianoche del domingo 20 de diciembre, para que el Parlamento Europeo pueda debatir el resultado de la negociación y considerar si da su consentimiento».
Pero el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, ha rechazado este sábado comprometerse con esa fecha límite en una entrevista radiofónica. «Creo que nunca hay que negociar con alguna forma de presión temporal porque te obliga a hacer concesiones para terminar pase lo que pase y nosotros no queremos un acuerdo a cualquier precio», ha dicho.
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