La subida del SMI daña a las pymes y no arregla el problema: el 23% de los hogares no puede ahorrar nada
El 31% de las familias con hijos subsiste en España con menos de 2.000 euros mensuales

La subida del SMI ha sido muy criticada desde el principio por las pymes porque consideran que afecta negativamente a su competitividad y capacidad para crear empleo. En concreto, la subida del SMI, que ahora es de 1.184 euros brutos mensuales, supone un aumento de costes para las pymes, especialmente para aquellas que tienen mayor número de empleados.
Por otro lado, uno de cada cinco hogares (23%) en España asegura que no puede ahorrar nada y el 16% depende de ayuda económica externa de personas ajenas al hogar para cubrir sus gastos.
Asimismo, el 31% de las familias con hijos en España subsiste con menos de 2.000 euros mensuales, según se desprende del IV Observatorio Cofidis de Economía, Sostenibilidad y Nuevas Tendencias de los Hogares Españoles 2025.
El SMI y las ventas de las pymes
Además, la subida del SMI ha superado con creces el incremento de las ventas de las pymes, lo que presiona sus márgenes y limita su capacidad de inversión, según Cepyme.
La subida del SMI, sumada al aumento de otros costes como la energía y los insumos, ha deteriorado la situación financiera de muchas pymes. Las pymes enfatizan que la productividad de las empresas pequeñas no ha crecido al mismo ritmo que la subida del SMI, lo que afecta a su competitividad.
Imposibilidad de ahorrar de las familias
La imposibilidad del ahorro se traduce en situaciones de riesgo económico para las familias como podrían ser gastos inesperados, y es que uno de cada diez hogares españoles no podría asumir un imprevisto de 1.000 euros, lo que refleja que la clase baja está realmente comprometida financieramente, según el IV Observatorio de Cofidis.
Del estudio también se deduce que el 25% de los hogares españoles no se podría hacer cargo de un gasto inesperado de 5.000 euros, lo que significa que la clase media está también muy cerca de la insolvencia.
Así, el 31% de las familias con hijos en España subsiste con menos de 2.000 euros mensuales y los hogares con ingresos entre 2.000 y 3.000 euros muestran una caída continua desde 2023 y una ligera mejora de dos puntos respecto a 2024.
De igual forma, el 20% de los hogares arrendatarios destina más de la mitad de sus ingresos mensuales al alquiler, una carga económica que podría limitar su capacidad para cubrir otras necesidades.
Esta situación contrasta con los hogares hipotecados, donde sólo el 4,8% destina más de la mitad de sus ingresos al pago de la vivienda. Esta disparidad resalta la vulnerabilidad de los hogares en alquiler y su mayor exposición a la inestabilidad económica.
Además, el 43% de los hogares españoles vive en propiedad sin hipoteca. Le sigue la propiedad con hipoteca o préstamo, con un 31%, mientras que el alquiler a precio de mercado representa el 21%.