Bancos

Gobierno y administraciones sacan 1.830 millones de Bankia para evitar pagar por los depósitos

Las administraciones públicas reducen un 27,7% sus depósitos en el banco controlado por el Estado, en el mismo año en que Bankia y otras entidades han empezado a cobrar por los depósitos.

Banco Sabadell
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. (Foto: EFE)

Las administraciones públicas han sido paradójicamente el agente que más ha dado la espalda a Bankia en 2019, retirándole el apoyo a través de sus depósitos. Según datos disponibles en el informe financiero publicado por la entidad, el sector público sacó 1.830 millones de euros de Bankia en 2019, lo que supone reducir su aportación al pasivo del banco público en un 27,7%. Esto es un auténtico desplome en su aportación a la entidad ‘de todos’, que ha superado al de sociedades financieras o  no financieras, que han reducido sus depósitos en cuantías muy inferiores que apenas superan el 10%.

Este movimiento del Gobierno (que supone más del 50% de todo el presupuesto público si se suman sus grandes corporaciones públicas como AENA, Renfe, ADIF o RTVE) y el resto de administraciones públicas supone un golpe para Bankia, que deja de disponer de liquidez de las administraciones a pesar de ser ella misma parte de las administraciones. Pero a la vez, tiene sentido económico.

Hay que tener en cuenta que el pasivo a través de los depósitos es la principal fuente de financiación de bancos que, como Banco Sabadell o la propia Bankia, tienen una fuerte dependencia de la liquidez de sus clientes a través de depósitos para obtener financiación. La propia Bankia reconoce que los depósitos de los clientes son su «principal fuente de financiación».

Cambio de convenios

Y el banco público ha estado modificando sus convenios con las administraciones públicas durante todo el año pasado, cobrando el servicio de pasivo que hasta entonces era gratuito. No han sido los únicos, porque ha sido un movimiento generalizado en todas la entidades.

Fuentes de Bankia aseguran que lo que se cobra a cada cliente -que puede ser una administración, un fondo de inversión, otra entidad financiera, aunque nunca un particular- «dependerá del tipo de convenio y pack de servicios conjunto que se incluyan».

De hecho, de no haber sido por que las administraciones han ‘huido’ de Bankia en 2019, el banco público hubiera aumentado los depósitos de clientes. En total, ha perdido 1.535 millones, que casi se corresponden con la marcha de las administraciones y del Gobierno. El sector público ha reducido sus depósitos en Bankia de 6.608 millones a 4.778 y el total de los depósitos a 31 de diciembre es de 124.785 millones.

Tipos negativos

Antes de que los tipos negativos se instauraran en Europa con las medidas monetarias del Banco Central Europeo de Mario Draghi, las entidades remuneraban muy poco los depósitos, a cambio de que podían disponer de liquidez de forma gratuita para moverla y ganar dinero a través del interés compuesto. Si eran conservadores, podían simplemente depositar esa misma liquidez en el BCE y obtener una remuneración (era del 0,25% en 2014) sin apenas riesgo.

Sin embargo, el movimiento de Fráncfort a partir de 2015 empezó a cobrar hasta un 0,4% y luego un 0,5% a los bancos que depositaran la liquidez en el regulador. Así, los bancos han aguantado durante años sin cobrar pero finalmente 2019 ha sido el año en que han cambiado su política.

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