Se cumplen 20 años de la llegada del primer Skrei a España: el bacalao más sibarita
A muchos grados bajo cero, tantos que prefiero no recordarlo, un servidor de ustedes se desplazó hasta las puras aguas del Mar de Barents en el archipiélago de las Islas Lofoten para descubrir cómo se obtiene uno de los productos estrella de la industria pesquera Noruega; el Skrei. El bacalao más sibarita como reza su publicidad y considerado entre los chefs internacionales como uno de los productos más exclusivos, cumple estos días 20 años de su exportación a nuestro país.
Su temporada de pesca va de enero a abril recorriendo más de 1.000 kilómetros para desovar a contracorriente. Las gélidas aguas del Mar de Barents en el archipiélago de las Lofoten (un humano moriría de hipotermia en menos de un minuto) tensan toda su musculatura para ofrecer un pescado jugoso pero no graso obtenido en artes pesqueras como la línea y el palangre.
Su temporada de pesca va de enero a abril. El Skrei recorre más de 1.000 kilómetros para desovar a contracorriente
Su lengua, equivalente a nuestras cocochas, sólo los niños noruegos la pueden cortar y vender siguiendo una antigua tradición. Un joven puede obtener una media de 25 kilos a la hora por los que percibe unos 60 euros teniendo limitada su jornada laboral a 3 horas diarias. Esta tradición sirve para que los niños se acostumbren desde jóvenes a trabajar para sufragar sus caprichos (una bicicleta o las chuches) así como, estar en contacto con una de las principales fuentes de riqueza del país; la mar.
Tanto sus huevas como su hígado se consideran un manjar de reyes y como ocurre con casi todo en los países nórdicos su captura, procesado y transporte cumplen con una rigurosa normativa que asegura su sostenibilidad, su frescura y su origen: Noruega.
España es uno de los principales mercados
En España, uno de los países con mayor variedad y calidad de productos gastronómicos, el Skrei ha incrementado sus ventas hasta los 4.000 toneladas de consumo al año, sólo de este pescado, llegando a ser en tan sólo dos décadas, uno de los primeros mercados hacia los que se dirigen las exportaciones noruegas de Skrei.
A diferencia del tradicional bacalao en salazón, éste se ofrece fresco posibilitando todo tipo de recetas algunas que le fusionan con algo tan típicamente español como es nuestro chorizo.
Como es bien sabido, España es uno de los países que consume más pescado per cápita, y dado que Noruega cuenta con una importante flota pesquera y que es uno de los mayores países exportadores de pescado, esta partida ocupa un lugar privilegiado en las compras que España realiza a Noruega. Aún así, en 2012 este capítulo descendió un 11,7%.
Noruega debe importar prácticamente de todo y en esta balanza comercial España es uno de sus principales proveedores de frutas, automoción e industria de todo tipo.
Las relaciones entre ambos países son excelentes, salvo pequeñas discusiones a costa de las cuotas pesqueras, que se espera se incrementen a medida que los Noruegos vayan acariciando una implicación mayor en la Unión Europea.