Coronavirus

Sanidad abre la puerta a que los supermercados suministren las vacunas a su plantilla si es necesario

El Ministerio de Sanidad recoge el guante de la idea lanzada por la patronal de Mercadona y Dia, Asedas: "Ya existen unos canales de distribución establecidos".

La patronal de Mercadona y Dia ofrece que sus empresas sean quienes vacunen a sus 260.000 empleados

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El Ministerio de Sanidad recoge el guante de la idea lanzada el pasado martes por la patronal de Mercadona y Dia, Asedas, que tiene en mente la posibilidad de que puedan ser los propios supermercados que pertenecen a la asociación las que suministren las vacunas a sus 260.000 empleados, como una forma de agilizar una campaña de vacunación masiva que justo está empezando y descargar de trabajo a la sanidad pública.

El ministerio de Salvador Illa, que sigue sin abandonarlo para concentrarse en su candidatura por el PSC a las elecciones catalanas debido a que no quiere quedarse colgado si se aplazan los comicios, ha respondido a este periódico que la propuesta de los supermercados se considera, pero en principio se buscarán otras vías.

«Las vacunas se administrarán según lo establecido en la Estrategia Nacional de Vacunación y las actualizaciones correspondientes. En España ya existen unos canales de distribución establecidos con los que se trabaja pero si fuera necesario se estudiarían otras posibilidades», han respondido desde la cartera de Sanidad a las preguntas de este diario tras conocerse la idea lanzada al ruedo por la asociación empresarial de Mercadona, Dia, Ahorramás, Consum, Condis, Lupa y muchos otros supermercados que conforman una asociación que tiene los dos tercios de la superficie de venta en España.

Primeros interesados

Las cadenas de supermercados integradas en Asedas, al igual que otras grandes compañías con miles de empleados, son las primeras interesadas en que su plantilla pueda alcanzar la inmunidad de la forma más rápida posible. Hay que tener en cuenta que, al igual que el resto de compañías, las empresas de retail se están viendo afectadas en sus plantillas por la pandemia.

El sector de los supermercados ha hecho un gran esfuerzo para aumentar la seguridad. Desde el primer día del anuncio del estado de alarma el 14 de marzo ha invertido más de 400 millones de euros para reforzar y proteger la seguridad y salud de sus trabajadores, clientes y proveedores, según fuentes del sector.

Es por ello que la idea lanzada permitiría no sólo descargar a la sanidad pública de la tarea de tener que vacunar a aproximadamente 260.000 trabajadores del sector, sino hacerlo de forma dinámica utilizando los propios servicios médicos de las empresas así como sus mutuas.

Prioridad

En la estrategia de vacunación publicada por el Ministerio, no se menciona a los trabajadores esenciales. Tan solo se comenta que los grupos de vacunación que entrarían en la primera etapa son:

  • Residentes y personal sanitario y sociosanitario en residencias de personas mayores y con discapacidad.
  • Personal sanitario de primera línea.
  • Otro personal sanitario y sociosanitario.
  • Personas con discapacidad que requieren intensas medidas de apoyo para desarrollar su vida (grandes dependientes no institucionalizados).

No obstante, en otros países como Estados Unidos, después de cubrir a estos grupos poblacionales más vulnerables, el resto de trabajadores esenciales han ido después, contando entre ellos los miembros de la policía, pero también de las cadenas privadas de supermercados, dada su alta exposición al público y su nominación como empleados esenciales que les haría que siguieran trabajando incluso en el evento de un nuevo ‘lockdown’ extremo como el que se vivió en marzo, abril y mayo.

Conservación de la vacuna

Para que esta vacunación por parte de los propios supermercados a sus trabajadores se llevara cabo de forma correcta, habría que hilar muy fino en el ajuste de la cadena logística y especialmente de la cadena del frío, ya que algunas vacunas como las de Pfizer y Moderna requieren de supercongeladores que las mantengan a menos de 80 grados centígrados bajo cero. Sin embargo, la vacuna de AstraZeneca con la Universidad de Oxford es más fácil de conservar pues solo requiere un almacenamiento entre 2 y 8 grados, el que puede ofrecer cualquier frigorífico industrial que obra en manos de las cadenas de retail.

«Los pasos a dar con cada una de las vacunas se irán comunicando según vayan siendo aprobadas», es lo único que ha comentado Sanidad a este periódico con respecto a la conservación de las distintas inoculaciones. Este mismo miércoles, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha aprobado la vacuna de Moderna para su uso en la Unión Europea.

El propio Ministerio aclaraba hace poco más de un mes estos requerimientos logísticos para conservar la vacuna que deberían de cumplimentar los supermercados: «El programa de vacunación frente a Covid-19 conlleva varios puntos críticos diferenciales con los programas de vacunación habituales. Estos tienen que ver con la exigencia de condiciones de frío extraordinarias en el transporte y almacenamiento de algunas vacunas, su distribución en viales multidosis que requieren planificar las citaciones para evitar la pérdida de dosis, la posible coincidencia de uso de diferentes vacunas con diferentes formatos e instrucciones específicas de manejo y que para completar la cobertura de vacunación pueden requerir una o dos dosis, la necesidad de mantener la distancia física y las medidas preventivas durante el proceso (para lo cual la experiencia durante la campaña de vacunación antigripal sirve de referente), las características especiales del Registro de vacunación o la necesidad de considerar posibles puntos de vacunación adicionales a los habituales».

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