Sánchez se suma a la irrealizable propuesta de un impuesto global a los ricos: «Una utopía incobrable»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se acaba de sumar a la creación de un impuesto global al patrimonio, que pasaría por cobrar a los 3.000 más ricos del mundo el 2% de esa riqueza anual, lo que se supone que recaudaría entre 200.000 y 250.000 millones de dólares.
Esta propuesta está basada en el informe que elaboró el economista Gabriel Zuzman y que se presentó, por parte del propio G20, el pasado mes de junio.
La propuesta la han firmado varios ex presidentes como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, y tiene como patrono al presidente de Brasil, Lula da Silva.
Sánchez ha hecho estas declaraciones desde Río de Janeiro en su intervención en la primera sesión de trabajo dedicada a ‘La inclusión social y la lucha contra el hambre y la pobreza’. «No hay otra causa más importante ni urgente», ha señalado el jefe del Ejecutivo ante el resto de líderes.
Sobre el impuesto al patrimonio, ha señalado que hay que promover acciones que mejoren el acceso al capital en los países en desarrollo que lo necesiten, y para ello ha echado mano de la creación de este impuesto global a los más ricos del mundo.
En concreto, Sánchez cree que un «impuesto global sobre el patrimonio de las grandes fortuna», serviría para financiar distintos programas de ayuda para los países que la solicitan. El líder del Ejecutivo insiste en que esto serviría, además, a modo de lucha contra la elusión fiscal».
Un impuesto «irrecaudable»
Fuentes financieras y jurídicas consultadas por OKDIARIO aseguran que la creación de este impuesto es «poco más que una utopía», dada la capacidad de esas fortunas de trasladarse a países «donde no tuvieran que tributarlo».
Crear un impuesto global es imposible, en tanto que muchos países se benefician precisamente de lo contrario, es decir, de facilitar la elusión fiscal a empresas y contribuyentes. «El caso de Irlanda», nos comentan, «es uno de los más llamativos porque, sin ser un paraíso fiscal, hace de la reducción de impuestos un modelo de crecimiento frente a sus socios».
Algo similar ocurriría si se pusiera un impuesto global en marca, porque aunque se llame así, lo cierto es que «sólo tendría como ámbito de cobertura el de los países firmantes del propio impuesto».
El ‘informe Zucman’
La propuesta del economista Gabriel Zucman consiste en recaudar anualmente el 2% de la riqueza de las personas más ricas del planeta. Ese sería el impuesto global.
Zucman calcula que, si se aplicara un impuesto anual del 2% de la riqueza a las 3.000 personas más ricas del mundo, aquellas personas que tienen un patrimonio superior a los 1.000 millones de dólares, se ingresaría entre 200.000 y 250.000 millones de dólares anualmente.
La propuesta de Zucman trata de poner solución a otro de los grandes debates que surgieron tras la pandemia, que pasaba por crear un tipo mínimo en el impuesto de sociedades para las grandes compañías multinacionales.
en línea de otro debate que hubo en el G20 después de la pandemia: el objetivo de crear un impuesto mínimo del 15% de los beneficios de las empresas para asegurar la recaudación de las multinacionales. Es decir, que en todos los países del mundo haya un impuesto que obligue a pagar, al menos, el 15% de los beneficios anuales de todas las multinacionales.