Tras la primera ola

Sánchez convierte a España en el país con el mayor déficit público de la eurozona

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez con su informe de gestión de 2020 tras su comparecencia en Moncloa. (Foto: Efe)

Solo en la primera ola del coronavirus, y ya vamos por la tercera, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llevado a España a ser el país con el mayor déficit público de la eurozona. Así lo constata el último boletín mensual del Banco Central Europeo (BCE), en el que se repasa cuál es la situación económica en las economías con la moneda única.

Pues bien, la economía nacional cerró el segundo trimestre, según las cifras que maneja el supervisor financiero de la eurozona, con un déficit público del 6,9% del Producto Interior Bruto (PIB), más del doble que la cifra con la que cerró 2019 (2,9%).

No hay ningún país de la eurozona que, tras el trimestre del confinamiento más estricto, tuviera unos números rojos tan elevados, según las estimaciones del organismo que preside la francesa Christine Lagarde. Y eso a pesar de que el Gobierno de Sánchez e Iglesias ha dado escasas ayudas directas a las compañías, como han denunciado las principales patronales de la hostelería, el turismo y de los autónomos.

El segundo país con más déficit a finales de junio fue Francia, pero su agujero presupuestario fue del 5,8%, 1,3 puntos porcentuales inferior al que había en España. En el tercer lugar de las economías con más números rojos (entendiéndolos como la diferencia entre los ingresos y los gastos no financieros) se encuentra Bélgica (5,7%). En Italia, en cambio, el déficit fue en el segundo trimestre del 4,7% y en Alemania, del 1,4%, lo que implica que la locomotora europea tiene mucho más margen para dejar ayudas.

En deuda pública, España seguía, en el segundo trimestre, en el 110,1% del PIB, muy lejos del 95,5% de finales de 2019. Sin embargo, hay países con un nivel de endeudamiento muy superior: en Bélgica la deuda ascendía al 115,3%, en Francia superaba el 114%, en Portugal el 126% y en Italia el 149%.

Lo que está claro es que, con las cifras actuales, el déficit público tardará en volver al nivel del 3% exigido por las autoridades comunitarias por regla general, cuando no hay pandemias o crisis que permitan saltarse este límite, y que la deuda pública se ubique por debajo del 60% del PIB, el límite que el Protocolo de Déficit Excesivo establece.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que también es portavoz del Ejecutivo, ya ha avanzado que España cerrará este año con un déficit público de entorno al 11,3%, lo que implicaría una caída de los ingresos públicos del 7,6%.

El mayor déficit de la democracia

¿Qué significa que España vaya a cerrar con un déficit del 11,3%? Que Pedro Sánchez tendrá el dudoso honor de ser el presidente con el peor déficit público de la democracia. El anterior récord lo tuvo otro líder del Ejecutivo socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que tras el polémico Plan E con el que arregló las aceras del país o los cementerios dejó España con un agujero presupuestario del 12,276%.

Sin embargo, las previsiones de María Jesús Montero son, incluso optimistas. El Fondo Monetario Internacional habla de un déficit del 14%, en línea con otros organismos internacionales y servicios de estudios. Más importante que la cifra concreta es que el Gobierno no la revise constantemente, algo que los inversores y las autoridades europeas ven con mucho recelo tras lo que ocurrió en Grecia en la tormenta de la deuda de 2012.

De hecho, muchos de los problemas que tuvo que lidiar el expresidente Mariano Rajoy cuando arrancó su legislatura se produjo por la desconfianza en las cifras de déficit que había dejado su antecesor en el cargo en 2011. Es decir, que a partir del mes de abril -cuando se conozca el balance real de las Cuentas Públicas de 2021- será crucial que el Gobierno facilite estadísticas fiables.

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