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Sabadell vuelve a interesarse por Unicaja pero UBS cree que «no salen las cuentas por la deuda pública»

Sabadell, Unicaja, UBS
UBS no ve beneficio para Sabadell de la compra de Unicaja.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Después de renunciar a la compra de Unicaja en octubre por el agujero en su cartera de deuda pública, Banco Sabadell vuelve a estar interesado en la operación. Sin embargo, el problema sigue siendo el mismo, aunque se ha reducido su tamaño, según un informe de UBS que también concluye que «los números de la operación no son atractivos» para el banco catalán.

Fuentes conocedoras de la situación aseguran que en el Sabadell vuelve a haber interés en esta compra, que conllevaría la venta del TSB británico (otra operación de la que se lleva hablando años), a pesar de que la semana pasada su presidente, Josep Oliu, negó que hubiera conversaciones.

Ahora bien, la situación no es demasiado distinta a la de hace cuatro meses y las cuentas de la operación siguen sin ser atractivas, concluye un detallado análisis de la misma realizado por el banco suizo UBS: «Nuestra primera mirada a los números no apunta a una operación atractiva para Sabadell, y los principales motivos serían estratégicos relacionados con el tamaño, el mix geográfico o la falta de opciones alternativas».

Esas razones se concretan en que Sabadell ganaría 4 puntos de cuota de mercado en España hasta el 11%-12%, aunque seguiría por detrás del BBVA, se fortalecería en Andalucía, Asturias y Castilla-Madrid, incrementaría su sesgo hacia las hipotecas hasta el 50%-53% (mientras que el porcentaje de sus competidores va del 25% al 45%) y mejoraría la proporción de préstamos sobre depósitos en 5 puntos hasta el 90% gracias a la base de depósitos minoristas de Unicaja.

Bajaría la rentabilidad

En el lado negativo, UBS subraya que «la rentabilidad del Sabadell bajaría desde el día 1», que hacen falta cambios estructurales para mejorar los ingresos de Unicaja y que no está seguro de la sostenibilidad de la «sobredimensionada» cartera de deuda pública de la entidad malagueña dentro del banco fusionado.

Respecto a la rentabilidad, «la potencial mejora del beneficio por acción y de la rentabilidad (ROTE) parece moderada cuanto menos dada la pequeña diferencia de valoración entre los dos bancos y el bajo nivel de rentabilidad de Unicaja». Las cifras dependerían del precio pagado -cuanto más prima pague Sabadell, menos rentable- y de las sinergias que se obtengan. También es importante el impacto en la solvencia del Sabadell, que depende de la fórmula empleada: todo en acciones (donde la ratio de capital sería del 13,5%), todo en cash (bajaría al 11%) o al 50/50 (inferior al 12,5%).

Además, habría otros problemas que impactarían en el capital, como la necesidad de reorganizar las alianzas de seguros -Sabadell está con Zurich y Unicaja con Santa Lucía y Caser-y, por encima de todo, el ajuste que requeriría la citada cartera de deuda pública al tener que ponerla a valor razonable, con una pérdida latente que el banco suizo cuantifica en 700 millones.

Como ha explicado este medio, la subida de tipos de interés ha provocado una pérdida de valor de los bonos del Tesoro que los bancos tenían en balance. Esta pérdida no tiene que reflejarse en las cuentas ni en los fondos propios al estar en la cartera de bonos a vencimiento, pero sí en caso de una fusión, ya que la norma contable obliga a poner todos los activos a valor razonable y a llevar contra el capital la citada minusvalía. Es decir, reduce la solvencia.

Mejora insuficiente

La caída de los tipos de interés (rendimiento) de los bonos en los últimos meses ha reducido esta pérdida en el caso de Unicaja. Aun así, esos 700 millones de minusvalías siguen siendo muy difícil de asumir para Sabadell, a juicio de UBS, porque dejaría su nivel de capital por debajo de las exigencias del BCE.

Un aspecto que destaca este informe es la necesidad del Sabadell de mejorar la rentabilidad y la eficiencia de la entidad presidida por José Sevilla. Como explicó OKDIARIO, el mayor reto del nuevo presidente es elevar estas métricas, las más bajas de la gran banca española con diferencia. Para ello, debe reactivar el área comercial, paralizada por la guerra de poder vivida en el último año, y acometer un ERE que reduzca el exceso de personal y de oficinas.

Como adelantó este medio, el otoño pasado Sabadell estudió muy seriamente la operación, que habían descartado BBVA y Santander. Contaba con el apoyo del BCE (que sigue impulsándola) y de varios accionistas de Unicaja, como Tomás OlivoMayoral. De hecho, Oliu y el consejero delegado, César González Bueno, volaron varias veces a Málaga para negociarla.

Sin embargo, acabaron por descartarla principalmente por el golpe al capital que suponían las pérdidas en deuda pública. Ahora se han reducido gracias a la mejora del mercado de bonos, pero siguen siendo muy grandes. Lo cual, sumado a la falta de rentabilidad, a la necesidad de pagar una prima a los accionistas de Unicaja y al resto de problemas comentados, la aleja por el momento. Pero Sabadell sigue tras la pista y no es descartable en absoluto que en el futuro se acabe realizando.

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