¿Qué es el ‘high yield’ y por qué está protagonizando una crisis de liquidez en la banca?
Los mercados empiezan a dar atisbos de una crisis de crédito tras registrar fuertes caídas en Bolsa este viernes

La época dorada del crédito ha llegado a un freno abrupto este viernes con fuertes caídas en el Viejo Continente y en Wall Street, el núcleo financiero del mundo. El precursor y el detonante de este pánico ha sido una tormenta de bancarrotas en Estados Unidos que empiezan a desatar preocupaciones en torno a la liquidez del sistema financiero.
Entre ellos, destaca el repentino colapso del fabricante de autopartes, First Brands; Tricolor Holdings, un negocio que vendía coches usados y ofrecía prestamos a clientes de bajos ingresos, o la cadena de lujo, Saks Fifth Avenue. En el caso de Saks, fue rescatada con una inyección de capital. No obstante, la quiebra de estas empresas han dejado un agujero de financiación que se ha traducido a pérdidas multimillonarias para los prestamistas. En las últimas semanas, y a medida que avanzan los procesos de bancarrota, se ha conocido la exposición que cada banco o sus fondos de inversión tenían a estos colapsos que ascendían hasta los cien millones.
El golpe a los balances no fue lo único que asustó al mercado. El último motivo que ha fulminado los títulos de la banca de Wall Street y Europa han sido los temores de que algunos bancos regionales en Estados Unidos podrían estar expuestos al fraude.
Entre ellos, el banco que se vio envuelto en el ojo del huracán fue Zions Bank, un banco regional que admitió este jueves que «identificó lo que considera ser evidentes tergiversaciones e incumplimientos contractuales» por parte de dos deudores. Como consecuencia, el Zions Bank «decidió constituir una provisión por el importe total pendiente de los préstamos, aproximadamente 60 millones de dólares, y dar de baja 50 millones de dólares de dicho importe», según el folleto que remitió a la Comisión del Mercado y Valores de Estados Unidos (SEC).
En el punto álgido del castigo, los grandes bancos en Europa, como Deutsche Bank, llegaron a caer un 7% y hundió a las principales plazas bursátiles europeas y estadounidenses.
Todo dicho, el desenlace empezó en la primavera de este año, cuando la cadena de grandes almacenes de lujo, Saks Fifth Avenue, empezó a reestructurar 600 millones de dólares en deuda. A la altura de su éxito, su primera tienda en el corazón de Nueva York era emblemática de la clase alta de Estados Unidos. Eso fue hasta que la compañía entro en problemas financieros. Le siguió Tricolor Holdings, que, de pronto, no podía cumplir con sus obligaciones financieras. Y la última ha sido First Brands. Los precios de los bonos de cada compañía se desplomaron a una velocidad desenfrenada.
Esta telaraña de financiación se llama structured finance.