El PP contacta con el PSOE para intentar alejarlo de Podemos en la negociación de las pensiones

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE. (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

El PP ha iniciado contactos con el PSOE para intentar que abandone la postura de Podemos en pensiones. El Gobierno quiere conseguir un acuerdo en el Pacto de Toledo antes del verano y no quiere que las futuras reformas de las pensiones se conviertan en una subasta populista sin tener en cuenta la sostenibilidad y salud financiera real de la Seguridad Social.

Con este propósito, el PP ha iniciado ya los contactos con el Partido Socialista para explicarle que si se une a Podemos en este asunto no sólo se identificará con los morados dándoles oxígeno electoral sino que, además, con el paso del tiempo, será recordado como un partido carente de la responsabilidad propia de los partidos de Gobierno, algo que, una vez más, podrá ser aprovechado en el futuro por Podemos.

Los miembros del PP intentan en estos momentos ofrecer una salida al PSOE, de forma que se aprueben “gestos” en el cálculo de las pensiones para elevar su actualización actual por encima del 0,25%, pero nunca alcanzando la equiparación con el IPC anual.

El Gobierno está convencido de que supondría un suicidio esa actualización -tal y como adelantó ayer OKDIARIO-. Y está dispuesto a no llevarla a cabo pese a que el resto de partidos utilicen la calle para disparar la tensión y agitar las negociaciones técnicas del Pacto de Toledo.

El Gobierno tiene un cálculo en mente. Y es que el 0,25% de actualización de las prestaciones por jubilación que se ha realizado ha supuesto más de 300 millones de coste. En concreto, esa actualización con el IPC incrementaría el gasto hasta cierre de legislatura en más de 4.000 millones de euros. Y eso supone que esa tensión de gasto, más el resto de compromisos alcanzados por los Presupuestos –equiparación salarial de la Policía y Guardia Civil, peticiones de PNV, rebaja del IRPF pactada con Ciudadanos, etc.– puede llevar la tensión del déficit casi ocho décimas por encima del margen actual. Y eso puede ser un gran problema debido a que podría volver a situar a España en la rampa de exceso de déficit ahora que, por fin, llegábamos al cumplimiento de las exigencias del euro.

Déficit de 18.800 millones

El PP ha recordado a los socialistas que todo ese aumento de gasto repercute sobre un sistema que ha cerrado en 18.800 millones de euros de déficit en el último ejercicio y que tiene la amenaza encima de una pirámide poblacional donde cada vez hay proporcionalmente más receptores de pensiones y menos pagadores de cotizaciones. Y los jubilados, además, con un mayor horizonte de años en los que percibir esa pensión.

Por eso, el Gobierno está dispuesto a debatir subidas anuales en las pensiones superiores al 0,25%. Pero no a equipararlas al IPC. O, lo que es lo mismo, que no aceptará la propuesta de la oposición de volver al Índice de Precios de Consumo (IPC) como única referencia para revalorizar estas prestaciones. Una exigencia que, además, ha despertado ya los temores en Europa a un descontrol del gasto público.

Podemos, que mantiene un fuerte control de los principales colectivos que están dirigiendo las movilizaciones sociales en las ciudades -tal y como ha demostrado ya OKDIARIO-, ha adelantado que no aceptará ninguna otra opción que volver a vincular la subida de las pensiones al IPC.

La postura socialista parte igualmente de ese objetivo. Pero también ha señalado que no se levantará del Pacto de Toledo hasta alcanzar un pacto.
El PP espera usar esa predisposición para alejar a los socialistas de los postulados podemitas y buscar un punto de entendimiento.

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