Portugal logra la estabilidad de precios mientras la inflación de España supera a la de la eurozona
Portugal contuvo su IPC hasta el 1,8%, por debajo de las metas de la autoridad monetaria europea
La inflación de Portugal alcanzó en diciembre una tasa del 1,8% en comparación con el mismo mes de 2022, lejos del Índice de Precios al Consumo (IPC) de España, que llegó al 3,1% (3,3% en términos armonizados). El dato español refleja que los precios nacionales continuaron creciendo por encima de la media de la eurozona. La inflación de los países que utilizan el euro como moneda se situó en el 2,9%.
El Banco Central Europeo (BCE) fija como objetivo de inflación el 2% porque «es claro y previsible», «da una idea aproximada de cuánto podrían variar los precios», «para tener un margen frente a posibles riesgos de deflación» y «para dejar espacio a las diferencias de inflación entre los distintos países». En diciembre, Portugal contuvo su IPC hasta el 1,8%, por debajo de las metas de la autoridad monetaria europea.
Los precios españoles crecían en marzo a un menor ritmo que los del conjunto de la eurozona y los de Portugal. En concreto, España obtuvo en el tercer mes del año un IPC armonizado del 3,1%, frente al 8% luso y al 6,9% de los países que usan el euro, según Eurostat.
Sin embargo, España ha recuperado la tasa de aquel mes tras varias subidas y ligeros descensos mientras el país vecino y la zona euro corregían la inflación. Esta situación ha provocado que la economía española se haya quedado rezagada en comparación con su país vecino y de la media de sus socios comunitarios.
Es decir, a principios de 2023, la inflación de España se situó cerca de 5 puntos por debajo de la de Portugal y era casi 4 puntos inferior a la del conjunto de las economías que tienen al BCE como autoridad monetaria. Diez meses después, el IPC armonizado de los portugueses fue 1,4 puntos porcentuales más bajo que el español y el de los europeos unos 0,4 puntos inferior.
La evolución del nivel de precios ha obligado al Gobierno a dejar de compararse con Europa. Así, en octubre, el Ministerio de Economía valoró los datos de inflación con las siguientes palabras: «España se consolida una de las principales economías de la eurozona con una menor inflación y mayor crecimiento de toda la zona euro».
Sin embargo, en diciembre, el Gobierno omitió cualquier comparativa y se limitó a asegurar que «la inflación general y la subyacente mantienen su senda descendente, permitiendo que los salarios sigan ganando poder adquisitivo y las empresas españolas una mayor competitividad, incluso en el difícil contexto internacional».
Inflación en Portugal
El Instituto Nacional de Estadística portugués estableció en diciembre una inflación aún más baja que la que le otorga Eurostat, en el 1,4%. «La principal contribución a esta desaceleración proviene del comportamiento de los precios de los alimentos, que disminuyeron un 0,6% respecto al mes anterior», afirmó el portal estadístico luso.
El Gobierno de Portugal tomó serias medidas para combatir la inflación como el IVA Zero, una política que estableció un 0% en el impuesto indirecto para los alimentos. A diferencia de España, la rebaja afectó a productos como el pescado.
El Ejecutivo luso también ofreció ayudas de 30 euros mensuales a las familias más vulnerables. Esta subvención aumentaba en 15 euros por cada hijo del hogar. Además, el sector agrícola recibió 140 millones de euros para poder hacer frente a los gastos causados por la subida de los precios.
Por otro lado, los presupuestos generales del país vecino para el 2024 establecen un descuento del impuesto de la renta que le supondrá al fisco portugués una pérdida de recaudación de 1.327 millones. Este dinero será compensado con la recuperación del IVA anterior a la crisis inflacionaria ya superada.
Inflación en la eurozona
En cambio, la eurozona ha sufrido un repunte en la inflación el pasado diciembre. Para Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS, «esto se debe, principalmente, a los efectos base del año pasado. Los precios de la energía volvieron a registrar el mayor descenso, con una caída del 6,7% en diciembre. Asimismo, los precios de los alimentos continuaron reduciendo su subida el mes pasado en términos interanuales. Solamente subieron un 6,1%, tras el 6,9% de noviembre».
Este experto mantiene que «resulta alentador que no subieran más» los costes de los alimentos «en comparación con el mes anterior». «Junto con el menor aumento de los precios al productor, esto sugiere que lo peor de la tendencia de los precios de los alimentos debería haber quedado atrás», sentencia.
Sin embargo, el aumento de la inflación, la estabilidad del mercado laboral y la subida de costes salariales «no aboga a favor de rápidos recortes de los tipos de interés por parte del BCE», según Kastens. Por tanto, es probable que los mercados tengan que esperar para ver un cambio en la política monetaria europea.