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Pescanova responde al acoso de Greenpeace: «Cumplimos la normativa europea para evitar dolor al animal»

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Instalaciones de la sede de Nueva Pescanova en Chapela, Redondela (Pontevedra)
Benjamín Santamaría
  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

Varias asociaciones ecologistas y animalistas como Greenpeace llevan tiempo presionando a Pescanova para evitar el desarrollo de la primera granja comercial de pulpos del mundo. De hecho, la asociación realizó una manifestación en Madrid el pasado septiembre para reclamar el cierre de esta explotación que se está implantando en las Islas Canarias. Ahora, la compañía gallega ha declarado a OKDIARIO que las acusaciones carecen de fundamento y asegura que cumple con todos los estándares medioambientales y de bienestar animal.

En concreto, la mercantil asegura que los animales viven en buenas condiciones: «Para el Grupo Nueva Pescanova la prioridad es garantizar el bienestar animal, algo que hemos conseguido aplicando al proceso de cultivo las condiciones propias de la especie en estado salvaje. De este modo, nos aseguramos de que tengan las condiciones óptimas de bienestar (en términos de espacio, temperatura, luz, calidad del agua, alimentación, etc.), lo que garantiza también su correcto desarrollo».

Es más, el grupo defiende que, de ser verdad la acusación de las asociaciones como Greenpeace, la producción de Pescanova se vería afectada: «De hecho, someterlos a cualquier ambiente que no fuese el adecuado sería contraproducente para el desarrollo del proyecto».

Pescanova responde a Greenpeace

Los ecologistas acusaron a la empresa de utilizar una técnica de sacrificio animal «cruel». En concreto, según las asociaciones, la compañía les sumerge en agua con hielo para acabar con su vida, algo que, denuncian, es profundamente doloroso para el pulpo.

Sin embargo, Pescanova sostiene que las circunstancias son diferentes: «En cuanto al método de sacrificio, el que se está utilizando por el momento es el más comúnmente aplicado en la industria y el que está amparado en la normativa actual. Dicho método conlleva un manejo adecuado que evite cualquier tipo de dolor o sufrimiento, cumpliendo estrictamente la normativa de la Unión Europea, en concreto el Reglamento CE 1099/2009 del Consejo, relativo a la protección de los animales, así como la Norma Española AENOR UNE 173300:2016, como guía de buenas prácticas».

Pescanova
Sede de Pescanova en Chapela Redondela, Pontevedra (Foto: HombreDHojalata).

Preguntada por cuál va a ser el destino de los pulpos de la primera granja comercial del mundo, Pescanova asegura que no puede «avanzar este tipo de detalles tan a futuro». «En estos momentos nos encontramos en fase de obtener las licencias necesarias y estamos a disposición del Gobierno de Canarias para cualquier información adicional que puedan requerir».

Precisamente, el Gobierno de Canarias, al albor de las numerosas protestas de los últimos meses, ha iniciado una investigación para estudiar el impacto ambiental de esta explotación.

No obstante, Pescanova asegura no temer a la inspección: «Nuestro proyecto se ha diseñado priorizando la protección medioambiental y la mayor eficiencia energética y, por supuesto, cumplirá estrictamente con la legislación española y europea de actividad acuícola».

Es más, la empresa asegura que sus nuevos establecimientos superarán los estándares ecológicos: «En este sentido, entre otros ejemplos, el proyecto contempla la instalación de sistemas eficientes, destinados a reducir el consumo energético al mínimo, o de paneles solares».

Por ello, Pescanova se ha cansado de las acusaciones y la presión constante de las numerosas asociaciones ecologistas y animalistas como Greenpeace y ha salido a su defensa para asegurar que su revolucionaria granja de pulpos va a basarse en principios de sostenibilidad, tanto en el terreno ambiental como en el del bienestar animal.

Presiones de las asociaciones ecologistas

De hecho, Greenpeace llegó a organizar una movilización en contra de esta explotación delante del Congreso de los Diputados, en Madrid. Sin embargo, la manifestación no contó con más de un centenar de personas, pese a que contaba con el apoyo de varias asociaciones. En concreto, participaron AnimaNaturalis, Acción Océanos, Raíces & Brotes del Instituto Jane Goodall, Ecologistas en Acción y Greenpeace.

La particularidad de la granja que está preparando la empresa gallega es que, aparte de ser pionera a nivel mundial, se encargará de criar a los pulpos desde su nacimiento, es decir, durante todo su ciclo de vida.

Este método es rechazado por las asociaciones animalistas, pese a que Pescanova asegura que se cumplen todas las condiciones de bienestar porque, de no ser así, la calidad del producto no sería la deseada y el proyecto no se podría llevar a cabo según lo estimado.

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