Pensiones en peligro: en Orense ya hay más jubilados que cotizantes y Lugo, León y Asturias están cerca
Orense se ha convertido en la primera provincia de España en la que ya hay más jubilados que trabajadores cotizantes a la Seguridad Social, lo que hace que las pensiones en este territorio se financien desde el conjunto de la caja única del país. De acuerdo con los datos publicados por el Gobierno, en Orense hay ya 0,98 trabajadores por cada jubilado, mientras que otras provincias se acercan ya a ese peligroso ratio, como Lugo, León, Zamora y la comunidad autónoma de Asturias. Madrid -están las sedes públicas y las multinacionales- sostiene el sistema con tres afiliados a la Seguridad Social por cada jubilado.
Orense ya tiene más pensionistas que cotizantes a la Seguridad Social y pronto estará acompañada por otras provincias. Otro territorio gallego, Lugo, tenía a cierre de noviembre un ratio de 1,10 trabajadores por cada jubilado, lo que deja al conjunto de la comunidad autónoma de Galicia con una media de 1,38 trabajadores por pensionista.
Peor está Asturias. En esta región el ratio es de 1,28 afiliados a la Seguridad Social por cada pensionista, mientras que Castilla y León registra también una cifra preocupante, un 1,55. En esta región hay provincias como León que tienen 1,20 trabajadores por cada pensionista, Zamora tiene 1,28 cotizantes por jubilado, y Ávila, 1,43.
Tras Asturias, Galicia y Castilla y León se encuentra Cantabria, que ha cerrado noviembre con 1,57 empleados por cada jubilado. Sólo ocho comunidades autónomas de España supera el ratio de dos trabajadores por jubilado y sólo Madrid roza los tres afiliados por pensionista, en concreto, 2,97. Cataluña tiene un ratio de 2,11 y el País Vasco, 1,75.
Esta es la fotografía de las pensiones en España en medio de una nueva subida de las mismas del 2,8% para 2025 -las mínimas, un 6%-, un incremento de los jubilados por el efecto de los boomers, y en una ralentización en la creación de empleo.
Y, sobre todo, en medio de un posible traspaso de la gestión de la Seguridad Social al País Vasco por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y en la puesta en marcha de otro cupo similar al vasco para Cataluña. El País Vasco, que gestiona todos los impuestos que se recaudan en su región, arrancó un acuerdo a Sánchez para que en dos años como máximo le traspasara la gestión de las pensiones.
El País Vasco no genera los recursos necesarios para pagar a sus pensionistas. Tiene un déficit de 4.300 millones de euros, según calculó la Universidad Rey Juan Carlos I, que se cubre con los fondos recaudados en el resto del país. El ratio del País Vasco es de 1,75 trabajadores por pensionista. Además, los vascos tienen la pensión media más alta de España -la de jubilación-, por lo que la situación irá a peor: en 2013 el déficit era de 2.000 millones.
Con este antecedente, Sánchez ha pactado con ERC a cambio de su apoyo en Madrid la puesta en marcha de un cupo catalán. Cataluña gestionará todos los impuestos que se recaudan en su región y abonará una especie de tasa de solidaridad a la caja común. Y si se traspasa la gestión de la Seguridad Social al País Vasco nada impedirá hacerlo a Cataluña, que tiene un ratio de 2,11 trabajadores por jubilado.
Claramente el sistema es deficitario ya que se sostiene con transferencias del Gobierno a la Seguridad Social para pagar algunas prestaciones que antes salían de las cotizaciones. Este año esas transferencias rondarán los 40.000 millones de euros. Prácticamente ninguna región sería capaz por sí sola de abonar las pensiones de sus jubilados. Y con la caída del empleo en muchas zonas de España que están perdiendo demografía, las diferencias se agravan y la dependencia de esas zonas, también.