Un parón nuclear y eólico obliga a Red Eléctrica a dejar sin luz a la industria tres horas
Un parón inesperado en la central nuclear de Ascó I, en Tarragona, y una menor entrada de la prevista de energía eólica obligó anoche a Red Eléctrica (Redeia) a activar por segunda vez el servicio de respuesta activa de la demanda (SRAD) y dejar a la industria sin electricidad durante tres horas para tener garantizado el servicio a los hogares. Red Eléctrica procedió a la activación de este servicio, previsto en el Real Decreto Ley 17/2022, de 20 de septiembre, pasadas las 21.00 horas de este miércoles.
Las centrales nucleares tienen un calendario de cierres -hasta 2035- aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez, con la oposición de las empresas que defienden que la nuclear es básica para el funcionamiento del sistema por la imposibilidad de almacenar las renovables.
Fuentes de Red Eléctrica han precisado que la continuidad del suministro «no se vio en ningún momento comprometida», siendo el objetivo de la orden de activación -que se aplicó durante aproximadamente tres horas, que establece la normativa- garantizar los niveles de reserva establecidos en los procedimientos de operación en respuesta a una situación puntual en la que se vieron reducidos los recursos disponibles en el sistema.
El sistema eléctrico peninsular cuenta con cerca de 609 megavatios (MW) de respuesta activa de demanda para garantizar el equilibrio entre generación y demanda y mantener el adecuado nivel de reserva del sistema en caso de necesidad, asignados en la subasta que se celebró el 4 de diciembre de 2023 para el 2024.
Según adelanta el diario El Economista, Red Eléctrica desconectó a las 21.14 horas un total de 609 MW, es decir, la capacidad máxima del llamado sistema de respuesta activa de la demanda para poder seguir garantizando el suministro a los hogares.
Este servicio de balance, que sustituyó al anterior mecanismo de interrumpibilidad y que se tuvo que utilizar anteriormente en septiembre del año pasado, está previsto en la normativa vigente para garantizar el equilibrio necesario entre generación y demanda.
Puede aplicarse en aquellas situaciones puntuales en las que se identifique que el sistema no cuenta con recursos suficientes para mantener el nivel adecuado de reserva del sistema.
En concreto, en el servicio participan comercializadoras y consumidores con una demanda de al menos 1 MW y, por tanto, no aplica ni a consumidores domésticos ni a las pequeñas empresas.
El operador del sistema cuenta, tras la subasta celebrada el pasado mes de diciembre, con ese total de 609 MW de potencia de las comercializadoras y los consumidores con participación directa en el mercado, para poder gestionar la demanda en caso de necesidad, un 23% más con respecto al año anterior, en el que contó con casi 500 MW.
Red Eléctrica lleva años impulsando la participación de la demanda en los servicios de ajuste porque es una herramienta que ofrece una mayor flexibilidad a la operación del sistema e impulsa el proceso de descarbonización.
Países como Francia, Portugal y Reino Unido cuentan también con distintos mecanismos específicos para la demanda que permiten aprovechar estos recursos para cubrir las necesidades de flexibilidad.