En ayudas directas

El nuevo plan de ayudas de Sánchez sólo destina un 0,4% de los fondos al turismo

El nuevo plan de ayudas de Sánchez sólo destina un 0,4% de los fondos al turismo
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
Carlos Ribagorda

El nuevo plan de ayudas económicas aprobado este viernes por el Gobierno destinará sólo un 0,4% de los fondos en ayudas directas al sector del turismo, uno de los más castigados por la crisis del coronavirus y la principal fuente de riqueza del país ya que supone el 13% del PIB nacional. De acuerdo con los datos facilitados por Moncloa, el anunciado plan para el turismo nacional se limita a tres medidas que suman 216 millones de euros en ayudas directas al sector, además de los avales del ICO a los que pueden optar las empresas turísticas y la moratoria de doce meses en el pago de los créditos hipotecarios suscritos con la banca.

El montante total del nuevo plan de ayudas aprobado por Pedro Sánchez en un Consejo de Ministros extraordinario asciende a 50.000 millones de euros, repartidos entre 40.000 millones más para que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) avale préstamos a los negocios y otros 10.000 millones para entrar en el capital de empresas estratégicas para el país en riesgo de quiebra.

Junto a esos fondos, el Gobierno ha aprobado además el Plan Renove de ayudas para la adquisición de un vehículo, dotado con 250 millones de euros, y un fondo para la digitalización de empresas turísticas, que asciende a 216 millones al año. Esos 216 millones suponen el 0,4% del total de las ayudas aprobadas este viernes por Moncloa. Se concederán para la digitalización e innovación de empresas turísticas en forma de préstamos de una cantidad media de 200.000 euros. Moncloa señala el límite anual en 1.100 préstamos.

Es todo lo que el sector va a recibir de forma directa. El resto se va a limitar a préstamos avalados por el ICO y moratorias en el pago de las hipotecas, como en los alquileres de los locales de las agencias de viajes. Una tercera medida aprobada este viernes se refiere a la creación del instrumento denominado ‘Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos’. «El objetivo es impulsar el desarrollo de los destinos turísticos ubicados en áreas rurales y de interior», asegura Moncloa, que no especifica el presupuesto de esta medida.

Estas medidas forman parte de un segundo plan de ayudas al sector. El primero lo anunció el Gobierno a mediados de junio. Entre las medidas se incluyó el apoyo de las empresas mediante la creación de un tramo preferente de 2.500 millones de los préstamos ICO para el sector turístico, la concesión de moratorias hipotecarias para hoteles y establecimientos turísticos, y al pago de las cuotas de leasing de los autobuses y la reducción de tarifas de aterrizaje de Aena. Los fondos totales de ese plan, según el Gobierno, sumaban 4.262 millones de euros, incluidos las ayudas de los ERTE del sector.

El problema, como han reiterado los empresarios de este y otros sectores, es que todas estas ayudas no son directas, hay que devolverlas, lo que unido al fin de los ERTE provocará el cierre de miles de negocios que no podrán aguantar financieramente.

Europa

De momento, las patronales del sector turístico guardan silencio a la espera de conocer más profundamente el plan aprobado por Sánchez. Pero la cuantía de las ayudas parece irrisoria comparada con la realizada por los países de nuestro entorno para este sector, menos clave incluso que para España.

Emmanuelle Macron, presidente de Francia, y Giussepe Conte, primer ministro de Italia, han aprobado bonos de 500 euros para familias en dificultades para gastar este verano en hoteles y albergues internos. Incluso Polonia dará 200 euros a sus conciudadanos para viajar este verano por el país.

Sánchez llega también tarde en el sector aéreo, ligado directamente al turismo. Mientras el Gobierno español ha anunciado que lo hará público el 15 de julio, en otros países europeos ya se ha concretado las ayudas para sus aerolíneas. Alemania dará 9.000 millones a Lufthansa y Francia y Holanda, 7.000 millones a Air France-KLM.

El último ejemplo es de este mismo viernes. Portugal ha anunciado que inyectará 1.200 millones de euros en su aerolínea de bandera, TAP, que le permitirá alcanzar el 72% del capital.

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